¿Segundas nupcias? Ocho preguntas, ocho respuestas

¿No es el primer anillo de compromiso que recibes? Que la primera ocasión no saliera bien no significa que no puedas casarte otra vez. Es momento de materializar su boda desde cero y demostrar qué tipo de pareja son. La ceremonia, un vestido de novia moderno, unas bonitas alianzas de boda, un lugar mágico, un baile memorable y hasta un delicioso pastel de boda juegan un papel importante. Celebren el amor verdadero sin pena y pónganse ¡ya! a planear su boda sublime. 

La boda es la mejor manera de celebrar y representar el amor de una pareja. En ella, dos personas se unen, deseablemente, para siempre, porque desean compartir sus vidas y llenarlas de momentos especiales e inolvidables. En ocasiones, algunas parejas no conectan tanto como creyeron y deciden separarse, pero esto no es un motivo para que más adelante no continúen en busca de su media naranja.

Aquí nos dedicaremos a aquellas personas que por segunda vez se dan la oportunidad de unir sus vidas con un nuevo amor y profesar este con su boda ideal. Dejen a un lado el pasado y disfruten de la nueva oportunidad de encontrar el amor. Solo porque antes no funcionó, no significa que con este nuevo amor no merezcan compartir este nuevo inicio con todos sus seres queridos. Resuelvan aquí algunos de los interrogantes que seguro ya se plantearon.

1. ¿Qué dirán de nosotros?

Primero: es su boda y no la de los demás. ¡Que no les importe el qué dirán! De hecho, si ustedes son más felices de lo que lo fueron antes, lo más probable es que sus seres queridos reciban la noticia de la mejor manera. Les encantará escuchar la historia de cómo fue la entrega del anillo de compromiso.

Segundo: no definan sus expectativas en función de sus anteriores nupcias. No pretendan lograr una celebración mejor que la anterior. Olvídenla o, mejor aún, aprendan de ella. Permítanse materializarla desde cero para no caer en la comparación. 

2. ¿Qué trámites debemos hacer? 

Indiscutiblemente, este punto jamás podrán pasarlo por alto. Será necesario que acudan al municipio, la delegación o a la autoridad religiosa competente para gestionarlo todo, antes del gran día. Si su boda será civil, cerciórense de que el contrayente divorciado ya tiene toda la documentación en regla antes de comenzar con su expediente de matrimonio civil. No dejen los trámites ni los requisitos para casarse para última hora.

En el caso de una boda religiosa, todo será más sencillo si el primer matrimonio solo se había formalizado por el civil. Ante la Iglesia católica no existe el divorcio, pero incluso un divorciado que jamás se haya casado por la Iglesia podrá contraer matrimonio religioso. En el caso de que uno de ustedes o los dos ya se hubieran casado por la Iglesia, solo podrán poner a Dios por testigo de su unión si sus anteriores matrimonios recibieron ya la nulidad eclesiástica.

Esto no es nada fácil de lograr, pues hay una limitación de causales para conceder la nulidad. Además, pese a las últimas reformas promovidas desde el Vaticano, el proceso sigue siendo largo (un año, aproximadamente) y costoso. No obstante, si lo organizan con tiempo y cumplen los requisitos, no se desanimen.

3. ¿Qué boda queremos?

Uno o los dos ya tuvo su primera boda. Pero fue con personas diferentes. Sería muy injusto supeditar la celebración de su amor a las que tuvieron en el pasado con sus respectivas exparejas, ¿no creen? Especialmente si será la primera boda de uno de ustedes. Por ello, es importante platicar cuanto sea necesario para elegir el estilo de la ceremonia, si será algo grande o algo pequeño e íntimo; ¿escucharon hablar de las bodas elopement? Recuerden que los acompaña un nuevo amor, que emprenden una nueva historia y, sobre todo, merecen un nuevo comienzo. Las segundas partes sí pueden ser mucho mejor.

4. ¿Tenemos que hacer algo discreto y sencillo?

¡Para nada! Siéntanse libres de celebrar como se les antoje. Se cree que, por ser la segunda boda, esta debe ser obligatoriamente sencilla e íntima. Si es lo que quieren, adelante, pero no tomen decisiones porque su entorno así lo espera. Despréndanse de costumbres y planifiquen su boda de la forma que más deseen. Si quieren un salón majestuoso, ¡búsquenlo! Si quieres sorprender a todos con un enlace fuera de su ciudad, sean los mejores anfitriones de su boda destino. ¿Acaso se van a casar con todas esas personas que no compartan sus ideas?

Otra cosa es que en esta situación no puedan o no quieran hacer el mismo desembolso. Sobre todo, cuando alguno de los dos o ambos tienen hijos, ya que deben afrontar otra serie de gastos, o sus familias no los van a apoyar costeando alguna parte. En este caso, pueden economizar en algunos detalles. La ceremonia puede ser más austera, pueden elegir un banquete más informal y decorarlo con centros de mesa para boda económicos y originales y hasta aprender cómo hacer recuerdos para boda. ¡Pero que nada pierda el encanto!

5. ¿Repetimos proveedores?

No por tener la certeza de que los proveedores de su anterior boda fueron eficientes y responsables, tienen que contratarlos para su próxima boda. Valoren pros y contras, pero si repiten con alguno de ellos, eviten caer en comparaciones y mucho menos terminen encargando un servicio idéntico al de aquella vez. Lo mejor es empezar de cero, construyendo algo nuevo, con emociones genuinas. ¿De verdad creen que sería buena idea entregar los mismos recuerdos para boda útiles que sus invitados ya tienen en casa?

Busquen alternativas entre todos los lugares para banquetes como los proveedores de boda y denle la oportunidad a otros profesionales de aportar ideas para su nueva boda. Conseguirán darle otro giro y evitarán caer en la misma decoración de la anterior. No hay necesidad de elegir las mismas flores para boda ni de que su fotógrafo repita las mismas tomas para el álbum ni de saborear los mismos postres que en la anterior mesa de dulces para boda. Y tampoco sugieran el mismo destino para su nueva luna de miel, ¡por favor! Confíen en el trabajo de los profesionales ¡no se arrepentirán!

6. ¿Qué decimos en las invitaciones?

Las invitaciones de boda tradicionalmente van encabezadas por el nombre de los padres de los futuros novios. Sin embargo, cuando alguno de los novios une su vida por segunda vez, únicamente se coloca el nombre de los futuros esposos. Esto no hará que sus invitaciones de boda elegantes se resientan lo más mínimo. 

Si lo que les inquieta es cómo comunicar a sus allegados, especialmente a los que ya asistieron como invitados a su anterior boda, que volverán a contraer nupcias, mejor no agobiarse. No se autoboicoteen ni sean los primeros en tener prejuicios consigo mismos. Encarguen unas invitaciones de boda originales en las que incluyan parte del relato de su nueva historia o incluso algunos pensamientos de amor cortos que se encarguen de contagiar su dicha... incluso con humor.

Añadido a este punto, nuevamente está presente la idea de que, por ser una segunda boda, deben invitarse únicamente personas muy allegadas y familiares. Olvídense de la antigua escuela e inviten a quienes deseen; es su momento y pueden compartirlo con quienes quieran. Y también se aceptan vetos...

7. ¿Cómo debemos vestirnos?

Aunque parece demasiado obvio recordarlo, por muy tentados que se vean, por nada del mundo utilicen los mismos vestidos de novia o trajes de novio. Ni siquiera si gastaron una fortuna o creen que no encontrarán nada tan hermoso como aquella vez.

Ya sea una boda sin demasiadas pretensiones o una muy elegante, deben darse la oportunidad de estrenar sensaciones. Revivan la búsqueda del smoking, del vestido de novia corte sirena con el que últimamente soñaste o los zapatos de novia de colores que en aquella ocasión no te atreviste a usar. No hay nada más significativo que esta búsqueda emocionante para encontrar el look nupcial acorde al lugar y en base a tu estilo. Así que ni siquiera repitas el peinado recogido de la otra vez.

Sin embargo, si quieren apegarse tantito a las costumbres, lo habitual es que entre los vestidos de novia para boda civil, el blanco no sea tan puro y se introduzcan algunas tonalidades diferentes. Incluso, si quieres algo más moderno y relajado, un vestido de novia corto puede darte el look ideal, sobre todo, para bodas de día.

8. ¿Y si ya tenemos hijos?

Sus hijos también son importantes. Si en su caso, alguno de los dos tiene hijos, es importante que los incluyan en la planeación de la boda. Antes de nada, tendrán que considerar cómo explicarles que están a punto de dar forma a un nuevo futuro juntos. Y ser conscientes de que no lo manejarán igual si son niños o si ya son adultos. Después, tomen en cuenta sus sugerencias y recomendaciones para la organización del gran evento con el que renovarán sus ilusiones. Puede ser que quieran participar de alguna manera especial. Sería hermoso, ¿no creen?

Ante todo, recuerden que no importa dónde ni cómo decidan casarse. Es momento de consentirse, de cumplir sus expectativas y regalarse una experiencia inolvidable que compartirán con el amor de su vida y con todos sus invitados. Disfruten cada momento de la boda, que no te importe lo que opinen los demás cuando llegue el momento de leer en alto los pensamientos de amor para tu esposo ni si hay a quien le ugstó más el vestido de novia de tu primera boda. Emprendan esta nueva etapa con la mejor disposición y creen nuevas memorias con su gran amor.