Si deciden celebrar el día de su boda en alguno de los jardines de Chimalhuacán tendrán una velada rodeados de un entorno natural y muy especial. La aventura comenzará con la estatua del Guerrero Chimalli dándoles la bienvenida a esa parte de la ciudad. Se trata de una monumental escultura de sesenta metros de altura, de color rojo, creada por Enrique Carbajal, mejor conocido como Sebastián, y que es todo un símbolo en el municipio.
Chimalhuacán es una de las zonas consideradas como cuna del hombre mesoamericano, pues se han encontrado restos que tienen hasta doce mil años de antigüedad. Sobresale el Hombre de Chimalhuacán y la zona arqueológica de Los Pochotes, con vestigios del posclásico tardío y donde ocurrieron hechos relevantes de la historia, como la coronación de Nezahualcóyotl y las dos visitas del tlatoani Moctezuma I.
Es una zona del área metropolitana de la Ciudad de México muy bien conectada con el resto de la capital, a través de la línea del Mexibús que recorre su territorio. Dentro de Chimalhuacán se podrán transportar en mototaxi, pues es la opción más común y económica dentro del municipio, llegando con rapidez a cualquier punto.
Al celebrar su gran día en alguno de los jardines para bodas de Chimalhuacán tendrán la posibilidad de elegir los platillos típicos para que sean parte de su menú de banquete. Sus seres queridos serán degustados con opciones como tamales de pescado, pato en mole, ancas de rana en salsa verde, conejo con chile macho, chilaquiles en molcajete, entre otros. El postre por excelencia es el até de membrillo.