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Bodas

¿Cómo enfrentar la frustración por tener que posponer la boda?

Sentir frustración por tener que aplazar su boda por culpa del coronavirus es algo natural. Algunas veces no es fácil afrontarlo, por eso hablamos con una profesional sobre cuáles son las claves para manejar la situación de la mejor forma.

Débora Fossas

Una boda es más que una fiesta, más que el baile con el vestido de novia y más que un delicioso banquete. Es el inicio de una etapa en la que compartirán su vida con la persona a la que le dedican todos los días pensamientos de amor, esa que es su mayor apoyo en las buenas y malas experiencias, y que han elegido para formar una familia. Precisamente por la importancia que tiene la fecha que eligieron después de la entrega del anillo de compromiso para unir sus vidas, es que verse obligados a cambiarla puede generar mucha frustración. ¿Qué hacer? ¿Cómo se puede afrontar?

Hay muchas razones por las que una boda se puede posponer: enfermedades o muertes repentinas, complicaciones económicas, desastres naturales o alertas sanitarias, como la que actualmente afecta al mundo y ha obligado a miles de parejas mexicanas a replantearse la organización y fecha de su boda. Hablamos con la psicóloga María Elena Álvarez Martínez, especialista en terapia sistémica familiar, sobre cómo se puede afrontar la frustración que esta situación provoca. 

¿Por qué se siente frustración?

Ante la decisión, voluntaria o no, de posponer la boda y guardar el vestido de novia corte princesa es natural sentir frustración, que es el "sentimiento que las personas experimentan cuando tienen ciertas expectativas de algo que no se lleva a cabo. Esto ocurre porque de cierta manera se olvida que nadie tiene el control absoluto de lo que sucede en el mundo”. 

Celebrar una boda sin duda genera grandes expectativas. La organización no solo requiere mucha dedicación y un gran esfuerzo, sino que se convierte en la prioridad de muchas parejas. Por tanto, sentir frustración con el cambio de planes es normal, a nadie le gusta posponer sus sueños, sin embargo, es parte de las situaciones adversas que la vida puede presentar inesperadamente.  

Hugo Yareed Photography

¿Qué se puede hacer?

La especialista señala que el primer paso es aceptar el hecho y no tomarlo como una afectación personal. “Es necesario situarse en el aquí y en el ahora. Saber bien cuál es la realidad para establecer el plan B, C, e incluso D”. En muchas ocasiones se perderá el control de las cosas, pero siempre se puede elegir qué hacer al respecto.

Tener capacidad de adaptarse a los cambios es fundamental. Por esta razón, es importante que se mantengan al tanto de lo que acontece “y a partir de ahí postular planes con la apertura de hacer cambios si las cosas no salen como las pensaron o idealizaron”. 

A algunas personas también les funciona plantearse los peores escenarios sin perder la esperanza. Se lee muy trágico pero no lo es tanto: “en ocasiones, pensar en la peor opción de lo que puede suceder ayuda a suavizar el resto de las opciones posibles, y a su vez a estar preparado para lo que venga". 

A partir de ese planteamiento pregúntense "qué pueden hacer si lo que visualizaron se vuelve realidad. ¿Sirve de algo sentir frustración? ¿Por qué? ¿Para qué? Una vez que empiezan a pensar y dar respuesta a estas interrogantes, las emociones se acomodan. No obstante, si la frustración es recurrente, se recomienda la ayuda de un profesional, ya que puede haber otras cuestiones que requieran ayuda especializada”, enfatiza la psicóloga.

Luz Escrita

Ejercicio para gestionar la frustración

Antes de que se evaporen los pensamientos de amor cortos y el estrés se apodere de su relación, la especialista propone hacer un ejercicio de reflexión en pareja: "analicen qué tan importante es la boda para ustedes en este momento. ¿Qué les molesta de cambiar la fecha? ¿Qué significa para ustedes lo que está ocurriendo? ¿Los dos sienten lo mismo?"

Tómense el tiempo necesario y plasmen en un papel todas las emociones que resulten de este ejercicio. Para finalizar, pongan sus conclusiones en común, conversen y escuchen al otro para conocer qué pasa por su mente y cómo se siente.  

Gabo Preciado Fotografía

Un día a la vez...

En todo este proceso es importante respirar hondo e ir más despacio. Anímense a realizar actividades que les permitan relajarse y los hagan sentirse plenos, esto también ayudará a disminuir la ansiedad. 

¿Y qué hacer con la boda? Aprovechen este momento para seguir adelante con la organización. Descubran novedades para la decoración del pastel de boda, sorprendan a sus invitados con el playlist más divertido o anímense a aprender cómo hacer recuerdos para boda, si les gustan las manualidades. 

Toda esta situación va a terminar y, aunque la frustración también es pasajera, contar con el acompañamiento de un profesional de la salud mental les ayudará a afrontar el cambio de fecha en su invitación de boda de la mejor manera. No pierdan la ilusión porque va a llegar el día de lanzar el ramo de novia y sellar su historia de amor con ese esperado "sí, acepto".