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Bodas

Diego y Martha, un amor a distancia con el desenlace más romántico

La historia de Diego y Martha nos demuestra que no hay obstáculo ni distancia que el amor no pueda superar. Conoce todos los detalles de este romance y de su boda de ensueño en la capital chiapaneca. Disfrútala y ¡llénate de inspiración!

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Martha y Diego definen su relación como un equilibrio perfecto entre ambos. "Somos el complemento del otro". Saben que ninguna discusión es más fuerte que el vínculo que comparten y que simplemente no pueden vivir separados. Por eso, nunca olvidarán el momento en el que se encontraron en el altar. En un instante, los nervios se esfumaron: solo bastó estar juntos y mirarse el uno al otro.

Un noviazgo que superó las distancias

Aunque Martha era la mejor amiga del primo de Diego y por ello coincidían a menudo en fiestas familiares, parecían no tener mucho en común. Sus amigos eran distintos y les gustaban cosas diferentes, además de que no hablaban frecuentemente.

En la fiesta de graduación de la preparatoria de Martha, ella y Diego se sentaron en el mismo lugar y comenzaron a platicar hasta que él estaba por irse. Ya se había despedido de todos cuando encontró a Martha fuera de la fiesta y una canción de salsa empezó a sonar. Bailaron juntos, los dos solos y después se despidieron. A partir de entonces, su comunicación fue virtual, pero constante: por medio del MSN Messenger (ah, qué tiempos aquellos).

Diego y Martha sostenían conversaciones interminables, aunque el momento de despedirse se avecinaba, pues Diego se estaba preparando para ir a Monterrey a estudiar, mientras que Martha haría lo mismo en Tuxtla. Parecía que se habían conocido en un mal momento, pero siempre hay tiempo para el amor. Cuando Diego llevaba un mes en Monterrey, él y Martha decidieron ser novios a distancia.

Su primer beso fue cuatro meses después, cuando Diego llegó por sorpresa a la universidad de Martha. Durante cuatro años, Diego y Martha mantuvieron una relación por medios electrónicos, encontrándose solo en vacaciones y días festivos. Exprimían cada momento, pues solo así tenían energía suficiente para pasar separados otros tres o cuatro meses.

En 2013 ambos terminaron la universidad. A Diego se le presentó la oportunidad de trabajar en Guadalajara, pero ambos sabían que desde entonces sería más complicado encontrar tiempo para estar juntos. Fue así como decidieron empezar una nueva etapa. Con el apoyo de sus padres, quienes no perdieron nunca la fe en que habría una boda, en 2014 ambos se mudaron a Guadalajara.

Resfriados, pero listos para la declaración más luminosa

El noviazgo de Diego y Martha duró seis años. Un par de días antes del 14 de febrero, Diego le dijo a Martha que en su trabajo habían rifado una cena romántica en un lindo restaurante y él la había ganado. Martha no estaba segura de asistir, porque hacía mucho frío y ambos tenían un fuerte resfriado. Sin embargo, Diego insistió. La cena fue en una hacienda a las afueras de Guadalajara. El ambiente no podía ser más romántico: la iluminación con globos de luz salpicaba el jardín, el pasillo y el lago. Un músico tocaba el saxofón, sello que también estaría presente en su boda.

Cuando terminaron de cenar, Diego se empezó a portar misterioso y estaba muy nervioso. Martha se puso un poco celosa porque vio que Diego le hacía señas a la organizadora del lugar. Pero poco a poco un presentimiento empezaba a acelerar su corazón y también ella empezó a sentirse nerviosa. Después del postre, Diego le dio un recorrido por la hacienda. Al llegar a la pista de baile, la organizadora los estaba esperando. En cuanto se detuvieron, unas luces en el piso se encendieron y comenzaron a brillar fuegos artificiales.

"Sentí que mi corazón se quería salir, nunca había sentido tanta felicidad en mi alma", dice Martha. Abrazó a Diego, pero entonces se iluminaron unas velas en el piso que decían: "¿Te quieres casar conmigo?" Cuando Martha se volvió para mirar a Diego, lo encontró arrodillado con el anillo perfecto, que simbolizaba mejor que ninguna otra joya su amor y su relación. Martha dijo que sí, que quería pasar junto a él toda su vida.

Los novios más apasionados y divertidos

En su boda, Martha lució un vestido de novia con corte en A y escote en V, con apertura cruzada en la espalda que quedaba cubierta por su largo velo. Usó un peinado semirrecogido con un tocado de brillantes. Sus zapatos fueron plateados y su ramo estaba envuelto en perlas. Recuerda que se sentía escéptica sobre la experiencia de encontrar un vestido que sacudiera su corazón… hasta que lo encontró. Y fue el 11º vestido que se probó el que la hizo derramar lágrimas, ya que era per-fec-to.

Además de la emotiva ceremonia, Diego y Martha tienen grandes recuerdos de su boda, pues decidieron disfrutarla al máximo. Sabían que la celebración estaba dedicada a ellos, que todos sus seres queridos asistirían para verlos felices y celebrar su amor. La pareja decidió divertirse, gozar de la compañía y recordar cuantas cosas habían pasado hasta llegar a ese deseado momento en el que por fin estarían juntos, con la bendición de su fe. Como fueron los primeros de cada grupo de amigos en casarse, fue un acontecimiento divertido y emocionante.

Una boda con toques de vino

La boda se celebró en el salón Casa Magna, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, de donde ambos son originarios. Para cuidar con la mayor meticulosidad cada detalle, contaron con el apoyo de Kike Narváez, wedding planner, quien cuidó que todo fuera perfecto antes y durante el día más feliz para los novios. El vestuario de las damas de honor y los bestmen tuvo el vino como color temático. Una tonalidad sutil de este color se apreció también en el vestuario de los pajecitos y las pajecitas, así como en el ramo de la novia y en las flores de boda. La iluminación combinó diferentes tamaños y estilos de luces para darle al jardín una imagen romántica.

Como muestra de la originalidad de la pareja, la mesa de dulces presentó pequeñas delicias. Sobre el pastel de bodas se podía ver a los muñequitos sobre un auto. Fue una boda romántica, moderna y elegante, lo cual se puede constatar en todas las imágenes y video captados por Daniel Miranda, quien los acompañó en cada paso y sacó las mejores tomas.

Esta pareja sabe que su relación es única. Después de pasar cuatro años siendo novios a distancia, vivir cada día juntos fue un paso muy grande que los preparó para dar el siguiente paso y formalizar su relación. No se pierdan un solo detalle de su forma de celebrarlo: seguro que encuentran fantásticas ideas... ¡y muchos sentimientos!

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