Estos 14 fetiches están entre los favoritos de mujeres y hombres
Todos encontramos especialmente atractivos algunos detalles curiosos de las personas y suelen ser un gancho para acercarse en busca de algún coqueteo. ¿A ti qué te gusta? Aquí te contamos cuáles son los fetiches más populares entre hombres y mujeres.
Aunque la definición de fetiche nos dice que se trata —de manera general— de la veneración, idolatría o gusto intensificado por algo o alguien, es súper común que se asocie inmediatamente a lo sexual. Y sí, un fetiche puede elevar la excitación de alguien, pero también sirve para sentir mayor atracción por cierta persona. Los fetiches de mujeres y hombres son muy variados y, aunque no lo creas, hay algunos bastante populares en quienes menos lo imaginas, como el fetiche de manos o el fetiche de pies. ¿Conoces a alguien que los tenga? No tiene nada de malo tenerlos, mientras se mantengan en lo personal y desde el respeto, cuando se le hace saber a la persona que lo motiva en ese momento. Aquí tienes una lista de fetiches, ¡identifica los tuyos!
Índice de contenidos
- 1. Lo artístico
- 2. La dentadura
- 3. El estilo
- 4. El olor de una persona
- 5. La barba
- 6. Manos y pies, un clásico
- 7. Ropa holgada
- 8. Zapatos
- 9. Peinados despeinados
- 10. Narices prominentes
- 11. Uniformes
- 12. La informalidad
- 13. La forma de conducir
- 14. Lunares, cicatrices y otras marcas en la piel
1. Lo artístico
Practicar o apreciar el arte es algo que atrae mucho tanto a hombres como a las mujeres. Algunas personas se sienten especialmente atraídas al ver a alguien sumergido en un libro, con un léxico muy diverso y conocimiento sobre el arte, pues esto se interpreta como un grado de sensibilidad alto y muy sexy. También suele ser muy atractivo alguien que posa como modelo para fotografía, una persona que pinta y deja ver sus emociones más profundas e, incluso, un músico que toca la guitarra por su aire bohemio.
2. La dentadura
Hay cientos de historias y representaciones pictóricas de los dientes porque son todo un mundo y en los tipos de fetiches sexuales suelen encabezar la lista. Hay quienes los prefieren “perfectos” y otros imperfectos con separaciones, formas fuera de la norma o empalmados. Claro, una dentadura con su propia personalidad, mas no una descuidada. Esos pequeños detalles captan la atención de más de uno.
3. El estilo
El estilo al hablar, al comportarse e incluso al vestir es un combo que explota la cabeza de muchos. Cuando alguien tiene una personalidad o carisma muy marcadas, definitivamente se vuelve fetiche de varios. Su humor, movimientos y hasta miradas podrían cautivar. Pero muchas veces se trata de un flow en particular: el urbano. Este estilo es una combinación de elegancia con rudeza y buena onda. ¿Has notado la forma de caminar y expresarse que tienen Justin Timberlake o Alicia Keys? Resulta bastante seductor quizá por su seguridad, brillo y toque travieso.
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4. El olor de una persona
¿A quién no le gusta un buen olor en las personas? Claro está, que no a todos nos gustan los mismos aromas. Aunque hay dulces, cítricos, herbales, florales y muchos más, popularmente se clasifican con categorías como “olor a hombre” u “olor a limpio”. La variedad es infinita y el fetiche por ellos, también lo es. Aunque sin perfume o loción, hay personas cuyo aroma natural tiene una carga de feromonas tan potente, que se roba mil suspiros.
La memoria olfativa juega un papel importante en este fetiche, pues gracias a ella podemos sentirnos atraídos como imanes a varias personas si detectamos un mismo olor que ya nos haya gustado e instantáneamente las sensaciones se avivan. ¿Te ha pasado?
5. La barba
La barba en los hombres pasó de ser sinónimo de descuido a atractivo principal. El fetiche por la barba masculina tiene sus vertientes como barba de tres días o barba poblada. Para muchas mujeres estas denotan hombría, sabiduría y hasta libertad. La barba de leñador no falla, pero se acompaña de toda una personalidad e imagen personal que tiende a elevar el interés de muchas por la gran y clásica masculinidad que refleja.
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6. Manos y pies, un clásico
Los fetichistas de manos confirman que estas deben estar bien cuidadas; limpias, suaves, de cierto tamaño y forma. Con uñas pintadas pueden resultar provocativas, pero al natural cautivan con más inocencia. Las venas e imperfecciones también son vistas con especial interés en los hombres, sobre todo por la sensación de fuerza y seguridad que emanan.
Por otra parte, los pies —los más aclamados en fetiches— de las mujeres son los más atractivos por su delicadeza, estilismo, limpieza y relación con el erotismo.
7. Ropa holgada
La ropa oversize no solo es cómoda, sino también muy atractiva cuando la usan —sobre todo— las mujeres. Una prenda masculina en una mujer, puede incendiar el deseo de algunos hombres por la seguridad al usarla o por la vibra masculina que se potencializa en ellas. Les resulta también atractivo el roce entre la informalidad y la feminidad.
8. Zapatos
El calzado ha adquirido un papel muy destacado en el arte de la seducción, tanto en hombres como en mujeres. Los zapatos dicen mucho de la personalidad de quien los usa, pero por sí solos también generan fetiches. Hay una especial inclinación por los zapatos de mujer, los tacones y las botas altas por su capacidad de estilizar la figura y perfeccionar la postura, además denotan cierta autoridad que resulta irresistible para algunos. En el caso de los hombres, los zapatos de vestir o unos tenis limpios y pesados también tienen lo suyo, pues dan muestra de galantería, determinación y estilo o buen gusto.
9. Peinados despeinados
Los peinados improvisados en mujeres y hombres (mayormente de pelo largo) encienden alertas de atracción. Un chongo despreocupado, una coleta informal o un recogido simple y sin mucha forma con una pinza son fetiches para muchos. Tendrá que ver, quizás, que quedan descubiertas orejas, nuca y el resto del cuello generando una estampa seductora, inocente y, por qué no, pura. También reflejan un aire desenfadado, fuera de la rutina y transparente.
Específicamente en los hombres, las cintas para retirarse el cabello de la frente (sobre todo cuando son rizados u ondulados) añaden un toque dulce y coqueto a su imagen varonil.
10. Narices prominentes
Lo que para algunos puede ser una inseguridad, para otros es un fetiche. Especialmente para algunas mujeres a quienes les atraen hombres con narices grandes, pues las ven como sinónimo de fuerza, poder y una marcada personalidad por explorar. Van de la mano con caras tradicionalmente masculinas de mandíbulas marcadas, ojos profundos y cejas pobladas.
11. Uniformes
La ropa de trabajo tradicional masculina como los trajes o los conjuntos que se complementan con cinturón, tirantes y/o corbata desprende elegancia, seguridad y autoridad, volviéndose irresistible para muchas y muchos.
En ellas, un traje sastre de falda con tacones denota poder, seguridad y clase, la fórmula de la seducción más clásica. Aunque sigan un prototipo, estos fetiches tienen más éxito del que puedes imaginar, al igual que toda la ropa formal y de colores sobrios.
12. La informalidad
En el lado opuesto, las prendas, accesorios y modificaciones corporales que saltan de lo clásico “formal” son objeto de fetiche. Camisas vaqueras y a cuadros, playeras de algodón a rayas horizontales, pulseras en muñecas, gorras, perforaciones, tatuajes, cabello de colores de fantasía y todo lo que dé una vibra jovial, festivalera, relajada y experimental equivale a éxito seductor.
13. La forma de conducir
La soltura a la hora de conducir un vehículo gusta mucho entre hombres y mujeres. Verse cómodo, confiado y casi inexpresivo al volante se ha vuelto un fetiche popular. Alguien quien sabe tener el control transmite seguridad y eso atrae. No se diga a la hora de estacionarse y al momento de librar una situación difícil con otros conductores. Mostrar las mejores maniobras para entrar y salir de un espacio reducido es un plus.
14. Lunares, cicatrices y otras marcas en la piel
Las señas particulares en la piel dan carácter a las personas y, por supuesto, las hacen únicas. De ahí que los lunares, las pecas e incluso las cicatrices son el fetiche predilecto de muchos, sobre todo cuando están ocultos o en lugares que coinciden con zonas sensuales como el cuello, la espalda, el pecho o las piernas.
Las cicatrices tienen doble encanto para quienes gustan de las historias de vida, pues guardan los recuerdos de una caída en la infancia o una batalla heroica en la edad adulta. Estas marcas de guerra tienden a levantar pasiones cuando se les asocia con una historia o experiencia prohibida, ya que denotan valentía, fuerza y audacia.
Luego de esta lista quizás te preguntes cuáles son los fetiches sexuales psicológicamente sanos, porque definitivamente hay que cuidar los limites cuando se trata de atracción intensificada por otra persona. La realidad es que mientras no incomoden a nadie y ningún fetiche se vuelva una obsesión que pueda afectar tu relación, se vale seguir apreciando lo que te gusta.
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