Puebla es exuberante en historia, tradición, naturaleza y rincones románticos que harán de sus sesiones de fotos unos recuerdos únicos e inolvidables. Si están buscando locaciones para inmortalizar sus looks de boda, para anunciar su compromiso en un bonito save the date o para agendar una aventurera sesión posboda, el estado de Puebla despertará todos sus sentidos.
Comenzamos el recorrido en su capital. Los primeros cuadros de la Ciudad de los Ángeles son imprescindibles para esas parejas que quieran un álbum clásico. La Catedral Basílica de Puebla o el Puente de Ovando no podrán faltan en sus encuadres. Las parejas más artísticas disfrutarán especialmente al ser retratadas en el colorido Callejón de los Sapos o en el bohemio Barrio del Artista: sus terrazas y cafés alternativos le darán un tono más casual a las fotos. También el Patio de los Azulejos es una excelente opción: en él se materializa ese estilo arquitectónico de ladrillo y azulejo de talavera, tan representativo de Puebla.
Fuera de la capital, el lente de la cámara siempre se enamora de la colorida y empedrada Cholula y sus imponentes vistas al Popocatépetl. Los plantíos de flores de Atlixco y la pintoresca escalera-mural de su cabecera también llenarán de vida y color sus fotos. Y qué decir de la fotogénica Exhacienda de Chautla: con un estilo arquitectónico muy inglés, en medio de un lago y rodeada de un frondoso entorno verde, les proporcionará unas tomas dignas de cuento de hadas.
Si quedaron con ganas de más naturaleza, nada mejor que pedirle a su fotógrafo de boda que aproveche los sorprendentes paisajes que brinda la Sierra Norte de Puebla. Son muchos los municipios que podrían agregar a la ruta, pero merecen una mención especial los ríos y cascadas de Zacatlán de las Manzanas, Cuetzalan del Progreso y Huauchinango. ¿Todavía no se deciden? Pidan más referencias a su fotógrafo para encontrar la mejor ambientación a sus momentos más felices. ¡No se arrepentirán!