La boda de Víctor y Yolanda en Tangancícuaro, Michoacán

La crónica de nuestra boda

Parecía que teníamos todo perfectamente, ya que lo planeamos con anticipación, Pero una semana antes de la boda, fui a recoger mi vestido, ¡y resulta que le agarraron de más y no me quedó!

Fue un verdadero coraje porque lo cortaron y querían entregármelo con unos arreglos que parecían parches, no era para nada el diseño que se había acordado, quería hacer todo en contra de la casa donde tenía el contrato para mi vestido y el de mis pajes; que tampoco nos los hicieron como habíamos quedado y tuve que regresarlos.

Guardé la calma y lo único que quería era encontrar otro vestido ¡a una semana y en sábado por la tarde!, ya se imaginarán el estrés. Gracias a Dios y a la disponibilidad de otra casa de novias, ahí mismo en Morelia, me hicieron el favor de arreglar a mi medida un vestido que sí me gustó pero pues ya tenía la ilusión del anterior, aparte lo hicieron de un día para otro, conseguí vestido y pudimos relajarnos y disfrutar de nuestro día.