La boda de Salvador y Mary Luz en Morelia, Michoacán

La crónica de nuestra boda

Desde antes que fuera el gran día me sentía tranquila y relajada, en verdad como si no me fuera a casar. Mi familia, mis compañeros de trabajo y amigos me preguntaban si eran normal que estuviera así, y es que como no podría estarlo si me siento tan segura de haber elegido al hombre de mis sueños.

Ya me habían platicado que el día de la boda se va volando y no les creí hasta que lo viví, en primera a la cita de peinado y maquillaje llegué un poco tarde, tenía el pánico que el tráfico que se estaba esperando para ese día por la llegada del santo padre a Morelia fuera a ser caótico me confié un poco, no medí los tiempos y al final llegué rayando a la hora que habíamos quedado. Ya llegando ahí me relajé y me dejé embellecer por Natalia Álvarez, increíble su trabajo y me encantó como había hecho antes la prueba de maquillaje y ahora el gran día más. Me cambié ahí en el estudio con la ayuda de mi hermana y en cuanto estuve lista me fui a la sesión que tenía previa a la Iglesia.

Ya se imaginaran la felicidad que sentía de qué ya por fin el futuro esposo me iba a ver toda bonita. Llegué a donde nos íbamos a tomar las fotos y créanme que su cara jamás se me olvidará, sus ojos le brillaban y su sonrisa era espectacular. Después de tomarnos las fotos el novio se adelantó para llegar a la iglesia primero y yo llegar después.