La boda de Omar y Blanca en Tepoztlán, Morelos

La crónica de nuestra boda

Sin hacer menos o sentirme más que otras parejas, puedo decir que fue más que excepcional, claro no todo está bajo tu control. Pero todo gracias al cielo salió muy bonito, desde la ceremonia en el jardín trasero del hotel, para después seguir por el segundo jardín de cactus.

Seguir al coctel al lado de la piscina con música lounge-house. Y seguir por el caminito a donde te llevaba al banquete, donde el centro de la pista tomaba la atención al llegar junto con cada uno de los detalles florales y con la fuente detrás de la mesa de novios.

Yo como buena bailadora quise desde un principio música en vivo, efecto antro (luces y oscuridad) que envuelven el ambiente de fiesta total y aunque la carpa tenía los focos vintage solo estuvieron prendidos durante los alimentos y en la coreografía de novios.

Todo fue baile complementado con DJ en los descansos, fue un festejo donde la pista estuvo al 150 % de ocupación, que los complementos (bombero, y zanqueros batucada) no tenían como acceder al centro de la pista.