La boda de Olvard y Mónica en Culiacán, Sinaloa

La crónica de nuestra boda

Todo estuvo genial, fue hacer preparativos desde un mes y medio, interesante todas las vueltas, cansancios.

Pasé por mucho estrés ya que hay muchas historias que contar, desde la vez que me dijeron que mi vestido se había quemado a dos semanas de la boda y el tener que buscar otro nuevamente si estresa.

En fin después son cosas que te causan gran emoción y compartir todos los momentos con las personas más cercanas es mejor porque te diviertes de cómo ocurrieron las cosas.

Llegar a la ceremonia con un nudo en la garganta riéndote de todo, llorando en los momentos conmovedores y hasta equivocándote en las palabras que te dice el padre.

El primer baile fue muy bien el sentir las miradas de todos los presentes y decir dentro de ti "no hacer el oso", al fin de cuentas las personas que te acompañan ese día les pareció excelente todo y ni notan si se te escapa algo de la planeación.