La boda de Miguel Ángel y Karina en Iztapalapa, Ciudad de México
De noche Invierno Morado 5 profesionales
M&K
11 Feb, 2017La crónica de nuestra boda
Dos años esperando este momento y llegó el día, 11 de febrero del 2017, sin duda alguna uno de los días más felices de mi vida.
Desperté a las 7:00 am, mi mamá durmió conmigo esa noche y agradecí tanto a Dios por dejarla más tiempo con nosotros y poder vivir con ella este gran momento. Después de despertar permanecí un rato acostada y a las 8:00 am le mandé un mensaje a mi amor preguntándole si estaba listo, a lo que respondió que sí y que estaba feliz. Me paré y almorcé con mi papá que había ido a comprar desde temprano la estrella para ponerla en la puerta de la casa, también estaban mis 2 tías hermanas de mi papá y unas sobrinas, mi mamá había ido a ponerse más hermosa de lo que es. Yo, estaba muy tranquila, almorcé un rico caldo de pollo cuando de repente ya no pude comer, sentí náuseas y me di cuenta que sería el gran día, parecía increíble. Preferí no seguir comiendo, así que terminando de almorzar me fui a mi cuarto a preparar todas las cosas de mi ajuar para posteriormente meterme a bañar. Salí del baño y las chicas de maquillaje y peinado ya habían llegado, así que me apresuré y me puse mi bata y mis pantuflas de novia y comenzamos.
Seguir leyendo »De repente entró a mi cuarto una chica con una cámara y me comentaron que era la fotógrafa del servicio de maquillaje y peinado que contraté y que había ido a tomar fotos para publicidad en sus redes sociales, me sorprendió, pero me emocionó.
Posteriormente llegó el fotógrafo del evento y yo me sentía como toda una celebridad con los flashes de las cámaras sobre mí. Todo esto transcurrió entre las 12:00 y 2:00 pm aproximadamente, terminando el maquillaje y peinado me vi en el espejo y me encantó como había quedado todo, el peinado hermoso y justo como lo quería; el maquillaje sutil y elegante, como también lo imaginaba, aunque ya había tenido 2 pruebas no se comparan en nada con la emoción que vives ese día al verte en el espejo, con el momento que siempre soñaste.
Los tiempos iban bien, no había prisas, comí un sándwich, los fotógrafos hacían unas tomas y entrevistas, la gente que estaba en casa se arreglaba y a las 3:00 pm comencé a vestirme con ayuda de mi mamá. Por fin, después de tantos meses usaría el vestido que elegí para casarme con el hombre de mi vida. Me vi en el espejo y me vi hermosa, me sentía feliz, contenta y radiante.
Cuando me vio mi papá su cara me lo dijo todo, no es muy expresivo, pero no era necesario decir nada más. Toda la familia me dijo que me veía muy bonita y que todo lucía espectacular. De rato llegó mi prima con sus hijas, mi primo y su familia, mi hermano con su novio, mi otro primo con su novia y ahora si empezaron las fotos y las carreras.
La idea era salir de la casa 4:30 pm, ya que la misa era a las 6:00 pm, estuve revisando el trayecto por 4 semanas y el tiempo de trayecto que me marcaba era de 30 minutos aproximadamente, calculando que el carro que me llevaría va a 40 km/hr pensé que sería una hora de camino, por lo que si llegábamos 5:30 estaría perfecto. Salimos de la casa a las 4:50 y llegamos 5:10 a la Iglesia. ¿En serio? Pero bueno más vale llegar antes que llegar tarde. Al salir de la casa había vecinos que estaban esperando a que saliera para verme y saludarme, según yo no quería que se dieran cuenta pero con la estrella y el carro que llegó a las 2:30 pm creo que sería algo imposible. En camino a la Iglesia, mi familia iba en fila detrás del carro tocando el claxon, también otros carros al pasar lo hacían y nos saludaban, iba mi papá y una sobrina conmigo.
Al llegar a la Iglesia tuvimos que quedarnos unas calles antes, mi amor me mando fotos con sus papás de que también ya iban en camino. Llegaron 5:05 pm a la iglesia, era una de mis preocupaciones, que llegaran tarde pero ¡Uf! lo bueno que no fue así. A las 5:55 pm emprendimos el camino y llegamos a la entrada de la Iglesia, había mucha gente, no logré reconocer a todos, solo veía que me tomaban muchas fotos, que aplaudían, gritaban, me saludaban pero yo, solo sonreía y me sentía feliz y nerviosa al mismo tiempo.
El cortejo enfrente avanzaba, cuando nos dieron la indicación a mi papá y a mí de avanzar ¡Por Dios! Era verdad, era el día y la hora que habíamos esperado. Mi amor en el altar, esperándome, y mi papá le entregó a su mayor tesoro. Sus palabras al verme ¡te ves hermosa amor! Y sus ojos llenos de lágrimas. Subimos a sentarnos y empezó la ceremonia, una misa hermosa y fuera de lo común.
Los votos los hicimos nosotros, dijimos lo que quisimos y sentimos, ya que el padre nos dijo que ese era el momento de contraer matrimonio y que debíamos decir lo que saliera de nuestro corazón y así fue, tanto que todos los presentes se emocionaron mucho hasta el padre quería llorar.
Terminamos y pasaron los padrinos: velación, anillos, arras, lazo, biblia y rosario; todos nos dijeron algo, palabras hermosas, consejos, deseos y bendiciones para nuestro matrimonio. Al estar enfrente del altar volteamos a ver a nuestros invitados y fue hermoso ver que la Iglesia estaba llena, fue mucha gente que nos quiere y que nos acompañó en ese momento, sentí muy lindo al verlos. Y después me enteré que desde las 5:00 pm empezaron a llegar, sabiendo que la misa sería a las 6:00 pm.
Terminó le ceremonia y después de tomarnos unas fotos dentro de la Iglesia, salimos para dirigirnos a la sesión de fotos, afuera había gente esperándonos con luces de bengala, alumbrando nuestro camino. Subimos al carro mi esposo y yo, y nos dirigimos a nuestras fotos oficiales como marido y mujer. Llegando al lugar ya estaban las damas esperándonos, todas lucían hermosas, y empezamos la sesión. Estuvo divertida, nos reímos y el ambiente fue muy padre y relajado. Fue muy rápida, duro unos 35 minutos aproximadamente, ya que teníamos que llegar al salón.
Llegamos a las 9.00 pm en punto. Entramos por la parte de atrás y después de unos 15 minutos salimos y no saben la emoción que sentí nuevamente al ver el salón lleno a un 95% aproximadamente, hubo una mesa que se quedó vacía pero sabíamos que era muy probable que así fuera y se cumplió, así que no nos afectó en absoluto. Bajamos las escaleras y el maestro de ceremonia nos dio la bienvenida. Poco tiempo después bailamos el vals como esposos, la canción fue “Nada de Nada” de Marco Di Mauro, continuamos con el vals con nuestros papás para dar inicio con la cena.
Después de la cena abrimos el baile, la idea era solo bailar nosotros pero inmediatamente la gente se empezó a parar y dio inicio la fiesta, porque a partir de ese momento la pista siempre estuvo llena. A las 10:30 pm abrimos la mesa de dulces. Tiempo después continuamos con el brindis, partida de pastel, el lanzamiento de ramo, la liga y La Víbora de la Mar, donde hubo muchos celulares que salieron lastimados, pero definitivamente fue muy divertido.
Poco después de media noche llegó la banda que duró 1 hora para posteriormente continuar con el baile. A las 2:30 pm inició la batucada, dimos muchas cosas para ambientar y todo estuvo muy divertido y alegre siempre, la gente feliz no dejaba de bailar y cuando iban a poner el clásico “Payaso de Rodeo” cortan la música y paran el baile, nosotros nos sacamos de onda, pero es que ya eran las 3:00 pm, el tiempo había terminado, negociamos para que pusieran por lo menos esa canción para despedida, ya que el salón estaba a un 80%, ¡Sí! Aún había mucha gente, cuando vimos cuántos eran todavía a esa hora nos sorprendimos, pero ni modo, la fiesta llegó a su fin.
La anécdota más graciosa es que al final mi esposo y yo nos quedamos afuera del salón completamente solos, cuando ya se habían ido todos los invitados. Reservamos un hotel que está muy cerca pero ese día no ocupamos el auto, habíamos pensado en pedir un Uber, pero a él se le acabó la pila y mi aplicación estaba ocupada por el que pedí para mis papás. Terminamos tomando un taxi que estaba afuera del salón y nos fuimos como recién casados en un Tsuru pintado con los colores de nuestra querida CDMX. ¿Se lo imaginan?
Solo agradezco a Dios por todas las bendiciones que recibimos ese día, todo fue como si lo hubiéramos pedido, no había tráfico, el día hermoso soleado, familiares y amigos a nuestro alrededor demostrándonos su amor, nuestros padres y mi hermano con nosotros, no pude haber deseado nada más, todo fue perfecto, bueno después nos dimos cuenta de varios detalles, pero pues ya había pasado así que para que mortificamos, lo tomamos con gracia.
Lo mejor es que después toda la gente nos decía comentarios muy lindos de la boda: Que nos veíamos muy felices, que se divirtieron mucho, que la comida estuvo muy rica, que fue la mejor fiesta a la que han ido. Y nos dimos cuenta que todo el esfuerzo que hicimos valió la pena, porque fue el resultado de lo que tanto queríamos, que lo hicimos con tanto empeño, esmero y cariño que se ve reflejado ese día. Y así empieza tu nueva vida, la de pasar el resto de tus días con el hombre que ahora tienes como esposo y que tanto amas.
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