La boda de Miguel y Alejandra en León, Guanajuato

Por fin nos unieron y nos convertimos en marido y mujer, al salir del templo nuestros invitados nos aventaron pétalos rojos y blancos de rosas y nos felicitaron, cientos de fotos con la gente que nos estima y que quiso compartir ese momento tan emotivo. Mi esposo me tuvo una gran sorpresa ya que al salir de la misa la rondalla canto la canción de “Paloma querida” y se me salió una que otra lagrima de emoción.

Nuestra recepción fue en la Quinta Queen Elizabeth, al llegar ya nos esperaban los invitados los cuales ya eran atendidos por los meseros ya que contratamos el servicio de banquete con Byscil, para cuando llegamos ya les habían servido botana, cerveza, refrescos y aguas frescas, muy ricas por cierto, fueron un éxito. Es una excelente opción ya que por el clima son caen a la perfección. El salón se veía muy lindo decorado con colores rojo y blanco tal y como mi marido y yo lo elegimos.

Volviendo a lo de la llegada al salón, entrando el DJ nos puso la canción de “El Amor Manda” de María José y nuevamente sentí un nudo en la garganta cuando vi a toda la gente aplaudiéndonos y escuchando esa canción que tanto a mi esposo y a mí nos encanta. Después de ahí bailamos nuestro vals elegido por mi esposo, el vals de Alejandra con mariachi y bailamos con nuestros familiares y amigos, posteriormente cerramos con nuestra canción “Mi Razón de Ser” de la Banda MS.

Se sirvió el banquete y la gente quedó muy satisfecha, recibimos buenos comentarios de la comida y su sazón, posteriormente llegó el grupo norteño, comenzó el baile y la gente se paró a bailar, la pista se veía muy llena y la gente ambientada, posteriormente terminó el turno del grupo y volvió a tocar el DJ, la gente estaba muy ambientada, nos divertimos mucho, hubiéramos querido estar más tiempo bailando o en las mesas con los invitados pero debido a que eran más de 300 personas, nos era imposible, ya que en lo que saludábamos o despedíamos a los que se tenían que retirar antes pues se nos iban unos minutos.

Partimos el pastel e hicimos el brindis, así como la clásica "Víbora de la Mar" de hombres y mujeres, la aventada del ramo y la liga, y la divertida marcha fúnebre que le hicieron a mi esposo donde le hicieron el muertito y se pasaron porque lo dejaron en chones. Muy divertido la verdad. Todo fue mágico, me encantó nuestra boda, lo que más disfrutamos es compartir estos momentos con nuestros familiares. Mucha suerte a todas las que se casen.