La boda de Mariela y Julio en Querétaro, Querétaro

Mi novio, ahora esposo, me dejó en casa de mis papás dónde sería el getting ready. Al llegar ya estaba la maquillista y peinadora con mi mamá y mis hermanas, preparándolas. Después seguía yo, desayuné rapidísimo y comenzó mi arreglo. ¡Mascarilla, parches para ojos, maquillaje, pestañas, y una lista interminable de cosas para lucir perfecta! Y así, todavía con batitas de satín, llegó el fotógrafo. ¡Captó los mejores momentos, con mi familia, mi vestido, mi anillo de compromiso, todo! Mientras tanto, mi novio, ahora esposo, fue a visitar a sus amigos y quitarse un poco el estrés (porque ya sabemos que los hombres están listos en 10 minutos).

Fue a almorzar con ellos un poco apresurado pero sin ningún retraso. Platicó con ellos y partió a bañarse, cambiarse y arreglarse para estar listo a tiempo. Se bañó, se cambió, se perfumó, se alistó y llegaron sus Best men, se tomaron una cerveza para quitar el residuo de nervios que aún había. Llegaron los fotógrafos, disfrutaron la sesión y leyó la carta que le dejé y caaaasi llora.

Después de eso, partió al salón, verificó los últimos detalles y practicó sus votos una última vez. ¡Llegué al salón para la first look, la primera vez que nos vimos guapísimos, lloramos y fue hermoso! Hicimos una sesión de fotos de novios rápida, posterior fue la sesión de fotos con damas y best men, la cuál salió perfecta. Y por fin llegó la hora de la ceremonia, los invitados tomaron asiento, las damas y bestmen posición y listo.

¡Caminé hacia el altar y mi novio no paraba de llorar! Hicimos una ceremonia simbólica de arena, que quedó muy bonita, nos dijimos los votos, un poco pausado porque no podíamos articular las palabras sin llorar entre ellas, nos entregamos alianzas y listo. ¡Se consumó la unión con un beso de recién casados, ahora sí!

La recepción a la fiesta. Antes una sesión de fotos con familiares, los fotógrafos súper atentos con nosotros y en la recepción hicimos una dinámica con el árbol de la vida y la huella digital de los invitados con hojas, en lo que terminaban las fotos para hacer la entrada triunfal. Entramos al salón, todos aplaudían, gritaban emocionados por ver a los recién casados, bailamos un poquito de shut up and dance y después de que pasó la emoción vino la cena. Estuvo riquísima, una ensalada, después crema de cilantro y al final pechuga de pollo con salsa de mango y chipotle. Después siguió un pequeño video con fotos de nosotros, los nuevos esposos, para después brindar por nosotros y hacer nuestro primer baile!!! Fue hermoso, bailamos canción de Leonel García, bailar.

¡Dimos un par de vueltas, unos besitos de amor y hubo mucho aplauso, gritos de "viva el amor" y todo! ¡Todos muy emocionados, ahora sí! Comenzamos la fiesta. Abrimos la pista con "Eres mi sueño", una salsa muy movida y todo el mundo se levantó a bailar. De ahí no paramos ni un minuto el baile. Intermedio a la fiesta, hubo víbora de la mar, dónde el novio cayó 2 veces y un invitado una vez. Se aventó el tramo y la corbata, yo casi me endeudo con el proyector y el ramo, y en novio aventó la corbata muy rápido.

También hubo marcha fúnebre, dónde novio tocó el techo del salón y casi muere en las primeras horas del matrimonio. Después seguía la fiesta, que si payaso de rodeo, la Macarena, salsa, cumbia, etc. Hasta tuvimos que dar las pantuflas y pashminas porque después se partió el pastel. El cual, los esposos, no probamos. Nunca llegó a nosotros, pero los invitados dijeron que estuvo delicioso. Más fiesta y más fiesta. Y llegó la Banda Sinaloense, con toda la actitud para levantar a todos a bailar, y así fue, tardó en agarrar, pero funcionó. Y al final de la fiesta si dieron tequileros a todos los invitados para que nos acompañaran con varios shots de tequila. Total que algunos no se acuerdan de lo que pasó posterior a eso y la pasamos increíble. Podemos decir que nuestra boda fue un momento perfecto e inolvidable. No hubo cosa que saliera mal, todos nuestros seres queridos la pasaron genial y nosotros estamos... Felizmente casados.