La boda de Luis y Tania en Huitzilac, Morelos

Unos días antes de la boda estábamos en crisis total, en toda la pandemia jamás me había dado COVID... pues porque no, quince días antes de la boda me dicen que tengo COVID. Claramente tuve que estar organizando todo desde el encierro y mi ahora esposo, organizando desde la parte externa de la puerta con protección total jajaja entré en pánico mil veces por que si mi esposo se contagiaba no había tiempo para cubrir su cuarentena... ¡Fue horrible! Imagínate una boda sin el novio…

Como el COVID no fue suficiente para desatar mi estrés, a solo 3 días de la boda nos cancelan dos dormitorios que se encuentran dentro del lugar de la boda, la verdad es un lugar muy bello y la dueña es muy amable, sin embargo, este error de su parte fue demasiado, ocasionó problemas de acomodo con mi familia y hasta disgustos. Su forma de solución fue rentarnos un Airbnb cercano. Cabe destacar que el lugar se encuentra en una zona nada fácil de llegar y sobre la carretera libre a Cuernavaca, es por eso que la solución no nos era lo mejor pero no tuvimos otra opción.

Un día antes de la boda religiosa celebramos la boda civil en el mismo lugar donde fueron solo 15 personas que eran nuestros familiares muy cercanos, pedimos que una señora cercana al lugar nos apoyará con el servicio de comida, la cuál fue recomendada por nuestras planeadoras y se había acordado que cobrara lo consumido por persona, como cuando tú vas a las quesadillas de la esquina de tu casa, sin embargo fue una pésima decisión ya que ese día resulta que solo vendía por paquete de tres quesadillas (no individual) a $150, ósea a $50 cada quesadilla y aparte tenían que ser las 3 del mismo guisado, lo cuál claramente me molestó por lo que le pedí que permitiera combinar el guisado que cada quien quisiera. Se pidió y aviso con tiempo que cada invitado cubriría el costo de su comida y así fue... pues al finalizar el día me comentan que hay un adeudo de $1600 que según alguien no había pagado ósea 10 paquetes de 3 quesadillas, lo cuál no considero fuera lógico. Mi esposo pagó (claramente yo estaba en desacuerdo) ya que él me decía que era nuestro fin de semana y no podíamos permitir que se opacara por algo así.

¡Llegó el gran día! Y la verdad después de lo vivido la noche anterior decidí que mi esposo tenía razón... era nuestro gran día y me dediqué a ignorar lo planeado, disfrutar el presente y así fue. Fue un día maravilloso donde las planeadoras estuvieron súper al pendiente de mi, el equipo de foto me hizo sentir muy cómoda y el lugar no falló con nada. Lo disfruté, bailé y viví al cien. Claro que hubo errores y muchos; los cuales me di cuenta regresando de mi luna de miel jaja pero en ese momento no los ví y decidí no verlos.

Algunos errores fueron que se había pedido cierto mobiliario con la empresa de catering y no se cumplió. Solicitamos que nuestro primer baile fuera solo entre mi esposo y yo y no estaba lista la música y menos la bocina, los damos y damas entraron de forma incorrecta, entre algunos errores más... pero uno que ahora se volvió una anécdota llena de risa es que justo cuando estábamos a nada de decir nuestros votos, comienza a sonar una música de banda super fuerte, de los vecinos del lugar, claramente todos nos sorprendimos jajaja y lo mejor es que está grabado jajaja.

En resumen, disfrutamos cada momento entre mi esposo y yo, claramente fue felicidad absoluta al compartirlo con nuestras familias y amigos más cercanos pero lo que nosotros más recordamos es todo lo que hicimos juntos en ese día. En lo personal mis "flashback" son siempre con él y pareciera que todo lo demás es borroso, no quiero decir que no lo disfrute con los invitados, sin embargo, mi mayor fortuna fue vivir cada segundo junto a mi mejor amigo y verlo igual de feliz que yo.

Deseo que mi experiencia les ayude y recuerden que el motivo de todo es solo uno... ¡Comenzar una vida junto a tu persona favorita!