La boda de Juan Carlos y Consuelo en Ciudad Madero, Tamaulipas
De noche Verano Morado 5 profesionales
J&C
25 Jun, 2016La crónica de nuestra boda
Todo comenzó un día antes, mi familia de San Luis Potosí empezó a llegar, así que nos fuimos todos a comer mariscos, que es lo más típico de aquí (yo había pedido permiso jueves y viernes en el trabajo así que andaba súper tranquila) Disfruté mucho la comida, y la verdad no estaba nerviosa ni nada, hasta me preguntaban que si era verdad que me iba a casar, porque no parecía la novia.
De ahí todos nos fuimos a casa de mi mamá para seguir platicando y empezar a juntar todo lo que llevaríamos al salón, ya que a las 7 pm nos veríamos ahí con nuestra coordinadora, como Juan Carlos tenía mucho trabajo (ese día se fue del trabajo hasta las 10 pm para poder tener una semana libre) pues mi mamá me acompaño al salón, dejamos todo, vimos los últimos detalles con la coordinadora y nos regresamos a la casa.
Ese día me dormí como a las 11 pm, para según yo para levantarme a las 9 am pero la verdad me desperté como a las 8:30, lo peor es que me despertó el ruido de las gotas del aguacero pegando en mi ventana, lo primero que pensé fue ¡ya llegó el día! Seguido por un ¡no puede ser que esté lloviendo de esta forma! Baje rapidísimo a la cocina para buscar a mi mamá, y lo primero que me dijo fue “no te preocupes, sólo es una pasadita, y verás que se quitará, porque ya hablé con San Pascual” (mi mamá es muy devota de él) pero me asomé a la calle y estaba todo inundado, creía que en cualquier momento me pondría a llorar, pero decidí confiar en Dios y que fuera lo que él quisiera, porque ni la lluvia dejaría que disfrutara de ese día. Creo que lo que me tenía preocupada era que la sesión seria al aire libre, pero dije, adentro del salón o donde sea, la tendremos.
Seguir leyendo »Me quedé en la sala leyendo los mensajes que me llegaban al celular (todos decían que no me preocupara, que clavara cuchillos, que la lluvia era abundancia, etc. La verdad la lluvia estaba muy fuerte) vi que mi familia empezó a llegar para desayunar (incluyendo los que venían de fuera) yo seguía tan tranquila disfrutando del momento y contrario a los consejos de desayunar ligero, me comí 5 gordas de papa con chorizo. No estaba nerviosa, así que el hambre no se me quitó. A estas alturas mis tíos seguían preguntándome si de verdad era la novia.
A las 9 se suponía que llegaría mi familia de la CDMX, y con ellos venia mi tío, que sería el que daría el brindis, cuando pregunto por ellos me dicen que todavía no salían porque no lo dejaban abordar, que tal vez los dejarían abordar en un vuelo de las 11, yo seguía sin creer que estuviera tan tranquila con esa lluvia y además sin saber si llegaría el padrino de brindis. A las 11:30 me dicen ¿puedes ir al aeropuerto por tus tíos? Van llegando al aeropuerto, seguía lloviendo y mi fotógrafa empezó a mandarme mensajes de opciones para la sesión, empezó a buscar lugares cerrados y en algunos tenían evento, así que no nos dejarían hacerla (creo que ella estaba más estresada que yo) llegó un punto en el que le dije que seguíamos igual, porque faltaban unas horas todavía y esperaba que se quitara la lluvia, así que quedamos en que un rato mas nos veíamos.
Llegué por mis tíos y estacionándome veo a Leonel, del grupo Sin Bandera, un día antes habían tenido concierto en la ciudad (no le pedí foto porque la verdad andaba tal cual me levanté) como con nuestros papás bailaríamos una canción de ellos, el verlo lo tomé como una señal de que todo saldría bien.
La maquillista llegaría a las 12:30, ya que empezaría a maquillar a mi cuñada y al mismo tiempo nos arreglaría a mi mamá y a mí, así que cuando vio que iba llegando tan campante, me mando a bañar inmediatamente para que se me secara el cabello.
No sé por qué, al verla llegar me entraron unos nervios que me paré varias veces del asco que tenía, creo que ahí me cayó el 20 de que ya faltaba poco para casarme. A las 2 pm llegó la fotógrafa y los nervios aumentaron, ¿se acuerdan que llovía horrible? Pues cuando llegó la maquillista dejó de llover. A las 3 pm llegaron los del video y a mí iban empezando a arreglarme.
La casa era un caos, gente corriendo por todos lados, tías maquillándose y peinándose en el patio, nosotras arreglándonos en la sala... pero yo me sentía feliz de estar rodeada de toda mi gente. Disfruté muchísimo de este momento, la verdad la tranquilidad regreso a mí y el asco paró.
A Las 4 pm llegaron mis damas a la casa (ahora si ya no cabía ni un alfiler) estábamos echando relajo y viendo mujer bonita en la TV de la casa (a petición de mi mamá que no quería pensar en que ya me iba de la casa)
A las 5:20 quede lista, si, 5:20 cuando la misa era a las 6 pm, hicieron algunas tomas y las lágrimas empezaban a salir, en verdad, ¡qué difícil era ver a mi mamá a los ojos en ese momento sin llorar!, eran tantos sentimientos que simplemente no podía. ¡Y empezó el show! ¡No podían ponerme el vestido! Nunca practicamos ponerlo por abajo (así que no sabía si me entraría) y por arriba me despeinaba. Yo quería llorar, y mi mamá estresada. Me terminaron vistiendo entre mis 4 damas, mi mamá, y hasta la ayuda de la mamá de la fotógrafa. Literal, era como una muñeca con las manos levantadas y todas haciéndome algo, unas con el vestido, otras poniéndome la joyería, otras los zapatos y otra dándome la hora cada minuto que yo preguntaba. Unas ultimas tomas y salí de mi casa a las 5:50 pm. (En este punto debo decir que morí de risa cuando mi mamá quería salir volando y le dijo a la maquillista, “te tengo tanta confianza, que por favor tú cierra la casa” y ella espantada le dijo “nooo, ya me voy con lo que alcance a guardar”) ya no supe quién cerró la casa, porque mis papás iban en otro carro y yo me adelanté.
Mi sorpresa cuando me subo a la camioneta, es ver el reloj que marcaba las 5:54, lo único que pensaba era en que el padre me esperara, creo que mi primo (que fue el chofer) vio mi cara y me dijo “va adelantado 5 minutos” y respiré un poco, lo bueno es que no había tráfico (pero nos tocaban puros semáforos en rojo) y la iglesia estaba cerca de la casa , así que a las 6 en punto llegué a la iglesia.
Cuando llegué a la iglesia ya estaba todo el séquito formado, y Juan Carlos volteó para verme y le dije que ¡no! Se volteó de nuevo, así que no alcanzó a ver mucho. El padre ya quería entrar cuando le dije que por favor esperara tantito, que aún no llegaban mis papás. La verdad no tardaron nada, pero en ese momento pierdes la noción del tiempo, ahora que vi las fotos me di cuenta que entramos a las 6:05 pm.
Empezó la marcha nupcial y para mí desde ahí todo empezó como que si estuviera en un sueño, estaba muy emocionada y mientras caminaba solo podía ver a Juan Carlos y como él me veía, y aguantándome las ganas de llorar mientras por un lado escuchaba a mi mamá llorando. Llegué frente a él, mi papá le dio mi mano, mi mamá abrazó a mi esposo y le dijo “es mi todo, te la encargo”. Ahí ya se me salió una lagrimita.
El padre nos dijo unas palabras muy bonitas, que si estábamos ese día en el altar era porque era el plan de Dios, y que de nosotros dependía luchar día con día para cumplirlo. Pensé que no iba a poder decir los votos, pero estaba súper tranquila y ni me tembló la voz. Para mí no había nadie en ese momento más que Juan Carlos y yo, me concentré en ver su cara, sus gestos, etc. Terminó la misa y salimos para soltar globos, se vio muy lindo el cielo en ese momento, cuando de pronto empezó a querer salir el sol y mi fotógrafa nos dijo: hay que aprovechar y hacer la sesión.
Llegamos al lugar donde sería la sesión y se veía hermoso, hicimos las tomas, empezamos sólo mi esposo y yo, luego con la pajecita, las damas, y al final incluimos a mi primo y mi mejor amigo, y yo ya sentía que los zapatos me mataban y todavía faltaba una hora para entrar al salón. Mis damas se fueron directo al salón, y nosotros nos fuimos por un frappé, yo me quedé en el estacionamiento y la gente se me quedaba viendo y me sonreían.
Cuando regresaron mi esposo y mi primo con los frappes, empezó a sonar su celular, era nuestra coordinadora, que no encontraban la liga, ni las copas, ni la pala y el cuchillo. Yo sólo quería disfrutar, y le dije “vamos para el salón y vemos qué hacemos”, ella ya tenía todo calculado, mil opciones. Faltaba media hora para entrar, así que mi primo y los vecinos se fueron a buscar la liga que iba a dejar de recuerdo y ver si encontraban lo demás. Al final regresaron con la liga, la pala y el cuchillo y el sr. del banquete llevaba unas copas muy lindas, así que todo se solucionó.
Llegó la hora de entrar, afuera del salón pusimos unas iniciales grandes iluminadas, así que mientras anunciaban nuestra entrada, nosotros nos tomamos fotos, hasta que empezó a llover y tuvimos que entrar ya. Hicimos nuestra entrada con la canción de Happy (yo estaba tan sorprendida cuando vi el salón, la decoración era mucho más de lo que imaginaba), los invitados nos aplaudían, mientras echaban burbujas. Yo solo veía a mi mamá al fondo bailando y diciéndome que bailara así. Le dimos la vuelta al salón y empezó nuestro primer baile, elegimos ‘La posibilidad’ de Los Claxons y otra vez en ese momento sólo existíamos mi esposo y yo.
Terminó la canción y pasamos a sentarnos y pensé “descansaré otro rato de los tacones” (¡aja!) la gente empezó a hacer fila para tomarse fotos con nosotros, aprovechamos este momento ya que la cena se retrasó un poco, fácil estuvimos 30 min parados tomando fotos, no acababa la fila, hasta que en un punto dije, ya no aguanto las zapatillas, así que me las quité y las dejé bajo el vestido. Cuando empezaron a servir la cena, hicimos una pausa en las fotos y aproveché para ponerme los tenis.
En ese momento veo a mi mamá en el escenario y empieza a decir que me tenía una sorpresa, que quería darme algo especial y que me quería cantar una canción, me dedicó la de “Me puedes pedir lo que sea” de Marconi y Eiza Gonzalez, y las lágrimas salieron de nuevo. Mi mamá no canta, así que sólo les hacía segunda en los coros a los del grupo, me encantó el detalle, ya que puso a los del grupo a que se la aprendieran y quedó muy bonita.
Cenamos delicioso, rollo de queso philadelphia, crema de elote, pechuga de pollo en salsa de queso, puré y espagueti, a todo mundo le encantó. Minutos antes de terminar la cena se dio el brindis, lo dio un tío al que queremos mucho, y que él y toda su familia siempre quisieron que me casara con mi ahora esposo. Me hizo inmensamente feliz este momento, ya que estaba delicado de salud y no sabíamos si podría venir. Ahora este momento lo tendré grabado para siempre, ya que lamentablemente mes y medio después de la boda, dejo de estar físicamente con nosotros.
Terminando el brindis empezó el vals con los papás, mi esposo bailaría con su mamá y yo la mitad de la canción la bailaría con mi papá y la otra mitad con mi mamá, decidimos que la canción idónea era “Que me alcance la vida” de Sin Bandera. Acto seguido empezó el vals familiar, optamos por el baile del billete, ya que mi esposo lo quería y mi familia decía que era tradición, y la verdad nos fue bastante bien. Terminando el vals seguimos con la víbora de la mar y a aventar el ramo, ¡que se lo ganó mi pajecita! Seguimos con la víbora de los hombres y la liga. Aquí debo aclarar que nunca me imaginé que Juan Carlos me bailaría antes de quitármela, porque no baila nada y es muy penoso, pero me encantó que lo hiciera.
Y de ahí para adelante fue puro bailar, yo ya no me volví a sentar, bailé, brinqué, me tome muchísimas fotos en la cabina que contratamos (y que fue todo un éxito) de hecho estaba en la cabina cuando escuche la música del muertito. Mi esposo no quería, pero todos los hombres lo pidieron y no tuvo más que dejarse ¡y le encantó! Todo mundo me buscaba y yo tomándome fotos, salí corriendo y lo vi acostado para que pudiera ponerle los zapatos, me temblaban las manos, es muchísima presión tener que hacerlo rápido y que todos te estén viendo.
Seguimos bailando y todo mundo disfrutó del baile, hasta los que no bailaban ¡lo hicieron! Era la novia más feliz, unir mi vida a la de Juan Carlos, ver tanta gente que nos quería... ¡fue lo máximo! A la 1 am hicieron un círculo todos los invitados para desearnos lo mejor y echarnos más burbujas, bailamos ‘Que me alcance la vida’ para cerrar el baile y dar paso al mariachi. La gente siguió bailando con el mariachi y a las 2 am terminó la fiesta. Todos querían seguirle, pero al día siguiente sería nuestra tornaboda y boda civil, y les teníamos una sorpresa (banda) así que no les quedó más que esperarse a seguirle al día siguiente, y valió la pena.
Disfrutamos al máximo nuestra boda, todo fue perfecto a pesar de los detalles, y sin duda no cambiaría nada.
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