La boda de John y Sofia en Texcoco, Estado México

La crónica de nuestra boda

Fue un día increíble, fue el recuento de muchas emociones. Durante el proceso de seleccionar proveedores, siempre quieres lo mejor para ese día especial, te desvives porque todo salga perfecto, planeas todo al 100% con tu futuro marido, y al final hay mil cosas que te hacen falta ese día.

Al final ese día tan esperado llega, yo estaba súper nerviosa, tanto que olvidé mis medias y tuvo que ir mi mami a conseguirme unas en medio de la nada. El hotel donde me hospedé me cambió de habitación en medio del maquillaje, porque en donde estaba hubo una fuga de agua, imagínenme corriendo en neglillé por los pasillos con todo y peinadora y damas, en medio del hotel, después nos agarró la lluvia cuando tenia que salir del vehículo, y mis damas tuvieron que sacar los paraguas y salir protegiéndome de la lluvia.

Total, llegamos a la iglesia con todo y lluvia, y mi mamá tenia que ir a dejar el auto en donde llevaba a mi abuela y tías. Llegué a la iglesia y ella no estaba presente. Yo estaba con los nervios de punta, ¡y mi mami no estaba presente! quería romper en lágrimas cuando ví a mi futuro marido ya esperándome con toda su familia dándole la mano, ¡y yo sin mi mamá! Después de como 5 min no quise entrar a la iglesia hasta que ella llegara , cuando la vi me sentí aliviada, le dí la mano fuerte, y después me agarré del brazo de papá para comenzar a entrar a la iglesia. Todas las emociones en una pasaron por mi cabeza, me sentía emocionada de por fin haber llegado al altar, pero también con una sensación de llanto y nervios por dar un paso muy importante en la vida, no sé, me hervía la sangre... cuando llegué al altar y mi novio me tomó de la mano, mientras mi papá le decía lo mucho que significo para él y que me cuidara, sentí mucho alivio...me sentí feliz y protegida.El momento más gratificante fue cuando el padre nos bendijo y nos declaró marido y mujer. Es una sensación inexplicable.