La boda de German y Sandra en Xochimilco, Ciudad de México

Hubo que buscar padrinos de lazo, velación, arras. Más los que ya habían sido reclutados, el vestido pasó de ser a un vestido de noche a un vestido de novia como la ley dicta, el arreglo del salón y la cantidad de gente cambiaron y todo se fue haciendo más grande. Ahora si salieron las cosas chuscas y preocupantes.

Antes las invitaciones iban a ser electrónicas, pero una de mis damas me dijo que no, que era muy informal y que ella me las regalaba, resulta ser que ella es de Puebla y aunque vive en el DF las mandó a hacer allá y cuando tenían que haber llegado no llegaron porque el camión de estafeta las tiro sin querer en un charco y se echaron a perder y tuvimos que ir por ellas hasta Puebla, las repartí un mes antes, ya sabían todos la fecha, pero no es lo mismo que darles la invitación.

Luego se me ocurrió usar unos zapatos tipo botín peep toe pero hechos de encaje, aquí en el DF hay, pero no son como los que yo buscaba, así que se me hizo fácil pedirlos a China. Novias, no lo hagan en temporadas altas y tomen en cuenta como 5 meses antes el pedido) Los pedí en Septiembre y el proveedor los mandó un mes después no sé porque razón y por poco y salgo descalza en la boda, de no ser porque una prima trabaja en correos de México y movió a medio mundo para poder hacer la entrega a tiempo. Llegaron a mi casa 3 días antes de la boda. Estaré eternamente agradecida con ella.

Otra de mis damas me dijo que me regalaba la mesa de postres, pero dos semanas antes me dijo que ya no le iba a ser posible regalármela, pero ya tenía yo un presentimiento de eso así que mandé pedir dos pasteles para 50 personas por si las dudas.

No todo fue caos, la mayoría de las cosas salieron muy bien, los recuerdos, los ramos, el vestido, los pasteles, el maquillaje y peinado, los accesorios, el lazo, las arras, los anillos, el menú, las copas, los centros de mesa (que fueron nochebuenas porque la temporada lo permitió y la verdad se veían hermosas) en fin todo estaba fluyendo de la mejor manera.

Nos casamos por el civil un día antes en casa de mis papás y fue algo muy pequeño con los familiares más cercanos, ya estaba listo todo para el gran día (bueno noche). Así que al día siguiente yo era la persona más calmada del mundo, el maquillista que vino a mi casa me dijo que yo era la persona más tranquila de la casa, mis papás corriendo, mis tías también, yo, peiné a mi sobrina todavía y maquille a una prima, en fin, ya no había más que planear y preparar, ya todo estaba listo.

Mis damas me pusieron el vestido porque mi mamá corrió al salón (que por cierto estaba enfrente de la casa prácticamente) porque a otra dama se le olvidó entregar la lista de invitados y no los querían dejar entrar, en fin, llegué al salón y ya estaba ahí mucha gente y sobretodo mi esposo, no me acordaba en ese momento que los familiares de German iban a tocar en el misa y cuando los vi me dio muchísima emoción, prácticamente todos en su familia son músicos, incluyéndolo a él y verlos estar ahí tocando para nosotros fue muy hermoso.

La ceremonia fue muy bonita, el padre habló de las 7 virtudes del amor y cuando empezó el rito pensé que alguno de los dos iba a llorar de la emoción, pero la verdad es que estábamos tan contentos que solo sonreíamos y reíamos. La sorpresa final de la bendición fue el primo de mi esposo, que cantó el Ave María mientras ofrecía el ramo, se escuchaba tan hermoso que ni el padre podía hablar.

Terminó la ceremonia y pasamos a todo lo demás, la comida muy rica, la música muy bonita (cabe aclarar que mi esposo estuvo tocando un rato en la fiesta, con sus amigos y familia) el pastel, el brindis, la aventada del ramo y la liga. Muy muy padre la fiesta, pero como digo, pasó tan rápido que ahora que lo analizó disfruté muchísimo todo el tiempo que se llevó en planear. Agradezco a toda mi familia que estuvo ayudándome todo este tiempo y sobre todo a mi esposo por no dejarme morir sola con los preparativos.