La boda de Fer y Vane en Tequesquitengo, Morelos

La crónica de nuestra boda

¡Hola Comu! Les vengo a platicar sobre nuestro gran día. Nuestra boda fue destino así que fue una ardua labor asegurarnos que todos confirmaran y que tuvieran hospedaje, y lo logramos. Nos casamos el 12 de octubre en El Jardin del Lago en Teques, ¡es un jardín divino! Nosotros llegamos desde el viernes 11 muy tempranito para instalarnos y relajarnos un poco. Estuvimos acompañados de nuestras familias y todo iba bien hasta que por la noche como a las 7, comenzó a llover. Pero no era una lluvia normal, ¡se nos caía el cielo! Les juro que esa noche de viernes fue la peor de mi vida, estaba preocupada, triste y preocupada porque si llovía así el sábado ni la misa íbamos a poder terminar. Me fui a dormir enojada (al grado que le dije a mi esposo que iba a cancelar todo jajaja). Además, esa noche soñé horrible, soñé con la lluvia y que estaba empapada con mi vestido. Al día siguiente abrí los ojos temprano y vi que estaba despejado y mi mamá y mi suben hicieron mil rituales contra la lluvia (afortunadamente funcionaron) jajaja. Nos fuimos a desayunar toda la familia y regresamos porque llegarían las maquillistas y mis ramos. Estuve con mis damas un rato mientras las maquillaban y nos hicieron unas fotos lindas con las batas. Después, me fui a mi habitación para que me maquillaran estaba nerviosa y no quería que nadie estuviera conmigo más que mi mamá y mi mejor amiga. Ya en la habitación ellas estaban más nerviosas que yo, tomaban agua, comían papitas y pan jajaja, mientras yo posaba para salir decente en las fotos del getting ready. Llegó el momento de ponerme mi vestido, no saben la emoción que sentía, el corazón me latía muy rápido y ya estaba más nerviosa porque según yo se me hacía tarde. Mi mamá me tranquilizó y nos tomamos una copa de champagne, entró mi hermano y mi papá por mí, me dieron la bendición todos y se me salieron mis lagrimitas de emoción. Salí del hotel y la camioneta de mi cuñado que me llevaría al jardín, estaba adornada con las flores de mi ramo, se veía divina y solo rezaba porque cupiera con mi vestido jajaja. Llegué al jardín y el primo que me llevó me tuvo que esconder un rato porque llegamos un poco temprano jejeje. Empecé a entrar al jardín del brazo de mi hermano y según yo me iba a dar mi tiempo para lucir mi vestido, y cual entré casi corriendo. Recuerdo que cuando iba entrando al altar mi corazón latía demasiado y las manos me temblaban de emoción. Al fin, vi a mi guapísimo esposo esperándome y sus lágrimas salieron, en ese momento era la mujer más plena del mundo. Comenzó la misa y mi hermano le pidió permiso al padre para dar un discurso breve, fue realmente hermoso, ¡me hizo llorar! Después, comenzó la misa y el padre habló muy hermoso, intercámbianos anillos, arras, nos pusieron el lazo y nos dieron la biblia y el rosario. De pronto, comencé a ver a lo lejos unos rayos, en ese momento sentí que todo estaba acabado y que llovería tanto como un día antes. Después ofrecí mi ramo a la Virgen y lloré. También aproveché para pedirle que se llevara la lluvia y de pronto subí la vista al cielo y no me lo van a creer, había una luna hermosa y estrellas, lo que significaba que el cielo estaba despejado y no habría lluvia. ¡Me tranquilicé, terminó la misa y comenzó la fiesta! ¡Qué fiesta! Fotos, besos, abrazos, pirotecnia, baile, diversión, la cena estaba deliciosa y dimos paletas heladas de mezcal y mojitos que estaban deliciosas. Cuando nos sentamos para cenar en nuestra mesa de novios, me percaté que todos los detalles estaban y todo había sido tal cual lo soñamos y lo planeamos. En el brindis, todos dijimos palabras hermosas, y llegó el momento de bailar con mi esposo, bailamos la canción "You make me feel brand new”, de Simply Red y volví a soltar mis lágrimas de felicidad. La pista iluminada se veía increíble y todos nuestros invitados se colocaron alrededor de la pista con luces de bengala grandes para que duraran jaja. Después, bailamos con mis papás y con mis suegros, fue muy emotivo el momento. Una vez que terminaron los bailes familiares, ¡comenzó el bailongo y la fiesta!! ¡Dimos pantuflas, termos, mandiles, sombreros, collares y varias cosas para animar la fiesta! El DJ se lució y en todo momento la pista estuvo llena. Después a media pista ví aparecer un robot enorme jaja, eso prendió aún más a nuestros invitados. Después, llegó la hora de las víboras de la mar, la liga, ¡el ramo jajaja, como nos divertimos! Ya en la madrugada partimos el pastel, estaba hermoso y los muñecos del top cake eran igualitos a nosotros, estaba deliciosos tal y como lo probamos en la degustación, pan de capuchino con relleno de queso con zarzamora frío y sin fondant. ¡Ufff, se me antojó! Cuando íbamos a partir el pastel íbamos a prender unos chisperos, pero no prendieron jajaja, nadie se dio cuenta. Después de eso, vino el momento de la pirotecnia, ¡wow que momento impactante y hermoso! Seguimos bailando y de pronto me di cuenta que ya iba a terminar nuestra boda, eran las 4 de la mañana y llegaba la banda sinaloense y ya salían los chilaquiles (también deliciosos). ¡No saben cómo disfrutamos con nuestros invitados nuestro día! Mi abue y una tía nos ayudaron a repartir las pantuflas y los recuerditos, ¡así aseguraron que todos los invitados tuvieran! Sin duda, el 12 de octubre de 2019 ha sido el día más mágico de mi vida, todo se fue volando, no me percaté de la mesa de dulces y tampoco que la fotógrafa no nos tomó fotos juntos a mi esposo y a mí (solucionamos eso con una sesión posterior a la boda). Hoy a un mes de casada, les puedo decir que todo fue tal y como lo soñamos, ¡el trabajo del wedding planner del jardín fue excelente y sin duda fue la boda del año para nuestros familiares y amigos! ¡Estoy enamorada del día de nuestra boda!