La boda de Erik y Jazmín en Iztapalapa, Ciudad de México
De noche Otoño Azul 5 profesionales
E&J
30 Sep, 2016La crónica de nuestra boda
Hola pues a casi 10 meses de nuestra boda, les traigo la reseña. El 29 de septiembre del 2016 ya muy noche llegó mi prometido a mi casa a recoger dinero extra (por aquello de que se necesitaran más mesas) y cómo ya era muy tarde y a él no se le veían ganas de quererse ir, salimos a cenar con mi mamá y nos regresamos los tres a dormir a la casa, no sin antes, darle su regalo de aniversario y de bodas, sí de aniversario y de bodas, ya que un 30 de septiembre de 2009 comenzamos a ser novios y 7 años más tarde, en esa misma fecha nos convertiríamos en marido y mujer.
En fin, nos hicimos bolita y a dormir, al otro día, se fue muy temprano para ponerse super guapo, yo me quedé acostada, hace mucho frío y todavía tenía sueño, como a las 10am me levanté a desayunar cereal con leche (muy importante, recuerden comer rico y según acostumbren, para que no pasen ningún contratiempo), y me regresé a acostar, sí, me regresé a acostar porque soy floja y aún en el día de mi boda mantendré mi flojera. A medio día me metí a bañar y me quedé en batita y con pantaloncito de pijama, ya lista para comenzar la transformación.
Seguir leyendo »Dicha transformación sería llevada a cabo por la tía de mí, en ese entonces prometido, ella es maestra en una escuela de belleza y le confié ciegamente mi arreglo. Llegó después de la 1 de la tarde y comenzamos con el peinado, aunque me regañó por tener el cabello todavía húmedo con un sútil: -Pues a qué hora te bañaste? Tiene poquito verdad? Qué barbaridad, ahorita te lo seco.
Y ya comenzamos con el peinado que había elegido días antes, yo estaba toda como ida, no sabría explicarlo, aún no me caía el veinte de que era el día de mi boda. Después del peinado, comenzamos con el maquillaje y en eso…. Chan chan chan chaaaan, que llegan las pizzas, sí, pizzas, un poco antes de que llegara la tía de mi prometido, llegó mi abuelita, mi tía y mi primo pequeño, además de otra estilista que se encargaría del arreglo de mi abuelita, de mi mamá y de mi dama, la cual también llegó mil horas tarde, no podía faltar en ella, pero aun así la quiero mucho y es mi mejor amiga. Bueno, continuando, le dije a la tía: Oiga…. ¿Ya tengo hambre, puedo bajar a comer o me va a seguir maquillando? A lo que me respondió: Baja, come con calma, te lavas los dientes y ya subes para que te siga maquillando y yo bueno, bajé y me comí dos o tres rebanadas de pizza y subí a que me terminaran de arreglar.
Un poco antes de las 5pm estaba lista y llegó la hora cuchicuchezca, o sea, a ponerse el vestido y las zapatillas, oh por Dios, ahora si me entró el nervio y dije, creo que esto si va en serio. Me ayudaron a vestirme mi mamá y la tía de mi novio, todo fue totalmente irreal, de no creerse, había llegado el momento que según yo jamás sucedería y ahí estaba yo, lista para caminar al altar.
A las 5:20 aproximadamente llegó mi amigo Edgar que iba a ser el encargado de llevarme a la iglesia en su hermoso Audi, no sé de coches, pero ese es el único que reconozco y me encanta. En ese mismo momento llegó el apoyo del fotógrafo que habíamos contratado para que filmara mi salida, tanto mi abuelita, como mi mamá, mi tía y la tía de mi novio, me dieron la bendición, fue algo muy emotivo, ya se me querían salir las de cocodrilo pero apreté fuerte. Tomaron la salida de mi casa, ahora solo casa de mi mamá, y cuando me dirigía a la iglesia.
El camino a la iglesia fue rapidísimo. Nos salimos a las 6pm y 6:30 ya estábamos estacionados afuera de la iglesia, unos minutos más tarde llegaba mi novio y se acercó a la ventanilla del conductor, donde estaba nuestro amigo Edgar y dijo que me quería ver, mi amigo muy en su papel, le dijo que no se podía, pero que él me daba el recado, mi novio se río y le dijo, bueno dale esto por favor y dile que es un regalo de bodas y le dio una bolsa.
Mi amigo lo tomó y me lo dio, lo abrí y era un juego de gargantilla, aretes y anillo muy bonitos en color plata con pedrería azul, muy bello, opté por ponerme la gargantilla y dejar lo demás en el carro. Entonces, llegó el momento, me dijeron que tenía que salir del carro, me ayudaron mi mamá y mi dama de honor y me dirigí a la entrada de la iglesia, ahí firme mi acta, nos formaron y dieron inicio a la misa. Fue muy bella, nos divertimos muchísimo con las ocurrencias del padre y con el momento chusco, el cual no debe faltar, y fue… que a mi concuña (la esposa del hermano de mi novio) se le cayó el anillo justo antes de dárselo al padre, nos reímos muchísimo con eso y mi concuña se puso rojísima de la pena.
Al final de la misa entregamos el ramo a la virgen, y salimos de la iglesia, ahí nos recibieron ya como marido y mujer con arroz y pétalos de rosa roja y blanca, fue un momento hermoso. De ahí nos dirigimos al salón que se encontraba super cerca de ahí, y nos tuvieron es un espacio reservado para nosotros, donde una chica nos tomó unas fotos muy lindas, las cuales adquirimos al final del evento. A las 8:30pm dio inicio la ceremonia civil dentro del salón y fue muy padre ver a tanta gente reunida para compartir con nosotros ese bello momento.
A las 9pm comenzó la fiesta, con bebidas de bienvenida desde las 8:30, todos estaban más que contentos, la música para el civil, la elegimos nosotros y a nuestros invitados les encantó. Dimos inicio a todo con un vídeo de nuestra historia de amor, comenzando con nuestras fotos de niños, de cómo crecimos, de nuestras familias y de nosotros como pareja, fue algo increíble hacer ese video y compartirlo. Si pueden y quieren háganlo, es un lindo detalle.
La cena la sirvieron y estuvo riquísima, tal cual la habíamos probado el día de degustación, quedamos fascinados, los meseros y nuestro capitán de meseros estuvieron al pendiente en todo momento de lo que necesitaban los invitados, nuestras familias y nosotros mismos.
Después nos llamaron al centro de la pista para el brindis, en el cual nos dieron un vino rojo en lugar de uno azul que habíamos llevado y cuando nos dimos cuenta mi esposo y yo, comenzamos a reír, fue muy divertido, dijimos, ni modo, ahorita preguntamos, dijimos nuestros breves discursos y procedimos a romper las copas, las cuales debo decir que eran sumamente macizas, así que decidimos, tomarlas de la base y aventarlas con mucha fuerza y sí, se rompieron Posteriormente, nos dirigimos a partir el pastel, y llegó el momento de la metida de pata de mi esposo, porque no podía faltar; el mesero nos dijo: parten el pastel juntos, lo sirven en el plato y con la cuchara, toman un pedacito y se lo dan el uno al otro ok? Y nosotros: ok! Partimos, ¡servimos y para pronto que mi esposo agarra el cacho de pastel y que se lo come! Y yo con mi cara de: me tenías que dar a mí.
El mesero le volvió a decir, y yo también le dije, tomó otro cachito y me dio a mi diciendo: es que tenía que probar primero para ver si estaba bueno, con estos hombres cómo enojarse. Y llegó el momento de la víbora de la mar, les pedí apoyo a mis damos para que repartieran los velitos y ya estaban todas listas, contrario a lo que esperaba todas se fueron contra mi esposo y a mí ni me pelaron, estaba yo paradita así nada más sosteniendo el mantel que simulaba mi cola, después vino el momento de los hombres y de igual manera mis damos repartieron mandiles para los que se pararon a la víbora de la mar. Todos estaban contentos y posando con sus mandiles, a mí me gustó mucho la idea porque generalmente no se les da nada, todos los detallitos son para las niñas y estoy satisfecha con nuestra elección.
Comenzó la víbora de la mar y no tardó mucho antes de que mi esposo volará, a pesar de estar fuertemente custodiado, lo agarraron, le quitaron los zapatos y los calcetines y comenzaron con la marcha fúnebre y lo aventaron por los aires, como está super flaco, literal voló, se veía aterradoramente increíble, después lo bajaron y me dieron sus zapatos para que yo se los pusiera con todo y calcetines y para colmo no se los podía poner. Después llegó el momento de aventar el ramo y la liga, el ramo se lo ganó, después de varios saltos que dio el pobre ramo, mi concuña, sí, a la que se le cayó el anillo. Y la liga se la ganó nuestro padrino de velación. Abrimos la pista de baile con una salsa e invitamos a todos a bailar, bailamos un par de piezas y comenzamos a pasar mesa por mesa con nuestras maletitas, sé que a muchos no les parece o no les gusta lo de pedir dinero, pero nosotros decidimos seguir con dicha tradición y nos fue muy bien, nos dieron muchos abrazos, obviamente nos dieron dinerito y a mi esposo le escribieron cosas muy bellas en su camisa.
Al final de ese recorrido, continuamos bailando, pero mucho más cómodos, dejé las zapatillas a un lado, me puse calcetines y mis converse, por su parte mi esposo se puso sus tenis y a bailar se ha dicho.
La batucada estuvo increíble, la pista que se nos hacía enorme en un principio estaba a reventar, no paraban de bailar los invitados, al retirarse, nos decían comentarios de lo mucho que les había gustado la boda, y los detalles que pusimos, fue hermoso compartir el momento con ellos, y verlos contentos, aún después de meses, que te sigan felicitando por el evento y por la actitud de nosotros, al estar sonriendo y bailando en todo momento, eso es un claro indicativo de que logramos contagiar nuestra felicidad a cada uno de los asistentes.
Moraleja, hay cosas que pueden o no salir mal durante la boda, pero, qué importa, nadie sabe si salió mal, solo los novios, así que tómenlo con calma, disfruten al máximo su boda y sean muy felices toda su vida, mi esposo y yo somos muy felices y no imaginamos una boda diferente con todo y sus cosas chuscas. ¡Saludos!
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