La boda de Arturo y Nelly Gabriela en Coyoacán, Ciudad de México

A mi me maquillaron y peinaron en 3 horas -y ya tenía el look escogido- todavía después de eso, me ayudaron a ponerme el vestido, zapatos, velo y demás accesorios. Ten a la mano desde un día antes todo lo que vayas a ponerte, incluso la joyería que vayas a ocupar. Yo por ejemplo no había contemplado cómo colocar el velo y en eso perdimos unos minutos.

Salí a la iglesia en una limusina que mi hermano contrató sin que yo supiera. Así empezó mi día, con grandes y hermosas sorpresas. Cuando salí de mi casa y la vi esperándome, me asombré mucho, ¡no me lo esperaba!

Afortunadamente, en la iglesia el acólito ayudó a acomodar a las madrinas, padrinos y damas de honor para la entrada. Cuando llegué, la gente que iba de paseo a Coyoacán, turistas extranjeros y demás, se quedaban observando, y es muy bonito escuchar cómo te saludan y dan ánimos.

Cuando sonó la marcha nupcial fue el momento de más nervios y el más emotivo para mí... saber que esa música es la que va a conducir tus pasos hacia una nueva vida. Sentí que las piernitas me flaqueaban, pero iba tomada del brazo de mis hermanos, quienes me llevaron al altar, fue maravilloso tenerlos a mi lado en ese recorrido.

Luego empezó la ceremonia, la cual fue muy bonita, en esa iglesia que es enorme y muy hermosa, el padre nos dio un sermón muy amoroso y fue una experiencia llena de cariño. Algo que me sorprendió es que llegó mucha gente a la misa, pues se tiene la creencia de que poca gente llega a la misa y casi todos se van directo al salón, pero en nuestro caso no fue así, muchas amistades y familiares nos acompañaron en ese momento que es el más importante del día.

Al terminar la ceremonia, mi esposo y yo ya habíamos decidido salir corriendo a la fuente de los coyotes que está en el jardín de enfrente para tomarnos algunas fotos que se vieran improvisadamente románticas, lo cual salió de maravilla. ¡saliendo de la iglesia me llevó cargando, corriendo a la fuente!

Algunos de nuestros invitados nos siguieron y después de tomarnos esas fotos, regresamos a la entrada de la iglesia para tomarnos más fotos con todos los invitados y luego partimos al jardín donde fue la recepción.

Al llegar al salón, recibimos a nuestros invitados en la entrada, pues era un jardín con una entrada llena de flores que ya habíamos pedido que nos arreglaran de esa manera. Después de eso, si sentimos que la comida tardó en servirse, pues el servicio se atrasó media hora.

Después de la comida, realizamos el brindis y primer baile con una canción muy romántica que nos ayudó a elegir un primo, ‘Hold me’ de Mel Carter. ¡Maravillosa!

La fiesta fue muy animada y el ambiente que puso nuestro DJ fue muy bueno. Lo que me hubiera gustado cambiar es haber abierto el baile antes, creo que lo programamos muy tarde, y a la gente lo que le gusta en las bodas es bailar y bailar.

Honestamente, habíamos pensado en evitar la "víbora de la mar" pero las y los invitados lo pidieron, y los complacimos. El DJ respondió muy bien a nuestro cambio repentino en el itinerario, y todo salió muy divertido.

Sin duda fue un día muy especial que de pronto se te hace que pasa muy rápido, así que no te preocupes por las eventualidades que sucedan, y disfruta ese día que es único. Incluso hasta he llegado a pensar que debería repetirse, pero eso no es posible.