La boda de Anaid y Omar en Santiago, Nuevo León

Cuando llegué a la quinta me di cuenta que ya era el gran día, no tenía hambre, no tenía sed, sólo era el gran día. Recuerdo estar en el vestidor cuando comenzó la sesión fotográfica con mi vestido, las primeras fotos de ese día. Después siguió uno de los momentos más emotivos: la sesión de fotos con mi mamá, no podía evitarlo, ya quería llorar, de hecho lloré.

Mientras estaba en el vestidor y me veía en el espejo con mi vestido, mi velo, peinada y maquillada sólo pesaba en las palabras de "Te acepto como esposo..." que diría en la iglesia. Cuando estuve lista salí al jardín en donde hay un puente maravilloso de agua y fue el encuentro con mi esposo. Los dos por primera vez nos veíamos ese día con nuestros atuendos de novios listos para el "Sí". Nos veíamos el uno al otro mientras nuestro fotográfo (Yurandi) nos tomaba las fotografías, sólo hacíamos lo que nos nacía en ese momento y nos veíamos a los ojos.

El Civil se realizó en la misma quinta, por lo que al terminar la sesión de fotos de novios y con nuestras familias (les recomiendo que las familias vistan uniformemente para que luzcan las fotos, en nuestro caso sí cuidamos ese detalle) comenzó la ceremonia civil. Pensé que sería aburrido, pero no, aunque es algo formal, fue emotivo a la vez, y brindamos con nuestras familias. Ya casados por el civil, les cuento el secreto que todavía no nos caía el veinte.

Partimos a la iglesia de Santiago Apóstol (Iglesia de la Villa de Santiago), el clima fue increíble ese día, mejor no pudo ser. Subí las escaleras y ya todos listos para el cortejo (pajesitas, padrinos, padres y nosotros los novios), la música fue tal como la pedimos (con Te Deum) y comenzó la ceremonia con la tradicional marcha nupcial, la misa fue lo mejor de ese día gracias al padre Eugenio, quien ofició la misa y aunque era misa de pueblo, nos dio profundos consejos y mensajes que siempre recordamos. Al llegar los votos recuerdo que estábamos listos para hacerlo, pensé que estaríamos más nerviosos, pero no, y dijimos el "..Acepto.." frente a todos en la iglesia, la cual estaba llena de familia, amigos y compañeros de trabajo que realmente agradecemos nos hayan acompañado ese día tan importante.

Al regresar a la quinta, nos preparamos para el vals, nuestra canción "Your song" de Elton John aunque no es la más original, transmite el mensaje de lo que sentimos el uno por el otro. Y después cada quien eligió el vals con sus padres, mi esposo eligió "Gracias por estar Conmigo" y yo elegí "Thank you for loving me" para bailar con mis padres.

El baile comenzó y la gente empezó a pararse poco a poco a bailar, otros tantos estaban comiendo en la mesa salada/postre que estaba colocada en un lugar ideal para disfrutar de la vista de la quinta.

Algo de lo más importante para nosotros fue que nuestros invitados tuvieron alguna actividad en todo momento, por eso los recibió en la entrada nuestro libro de firmas con fotografías (Rossa Turquessa), me encantó, fue algo que busqué muchísimo y los encontré a solo dos semanas de la boda, algunos de mis invitados me comentaron que les gustó mucho ese detalle.

Nos tomamos fotos con nuestros invitados en los jardines, enfrente de las letras Love, y bueno, en la quinta hay varios lugares para aprovechar.

En medio de nuestra boda, bailamos un vals sorpresa para nuestros invitados terminando la cena, decidimos agregar un segundo vals (que realmente se debió a que no pudimos elegir una sola canción así que bailamos dos vals en nuestra boda). Para el cierre terminamos arrojando como tradicionalmente se hace el ramo y la liga.

Realmente fue un gran día para nosotros, y nos sentimos muy agradecidos por todos los invitados que pudieron acompañarnos, además a nuestros proveedores que nos brindaron un excelente servicio.

Fue un día muy cansado que inició a las 5am y terminó a las 11:30pm, cuando llegamos a nuestra casa como esposos.