La boda de Ana Cely y Eduardo en León, Guanajuato

Al llegar al salón todos nos recibieron de pie y aplaudiéndonos ya que solo nos estaban esperando y todo marchaba a la perfección y listo para la fiesta. Entramos con una hermosa canción al cruzar el arco de la entrada del salón y con pirotecnia de papel. Bailamos nuestra primera canción ya como esposos y al finalizar nos sentamos en la mesa principal. Los invitados seguían llegando y casi todos llevaron regalo, fue algo muy bonito.

Después procedimos a comer, mientras que de fondo tocaban música de saxofón y piano al centro de la pista. El menú fue de tres tiempos ya que el servicio lo contratamos con el proveedor del salón Casa Blanca (ubicado en la laborcita) a un súper precio y consistió de una entrada con quesos Filadelfia, galletas y carnes frías con quesos, luego una sopa azteca con aguacate deliciosa, y el platillo fuerte unas pechugas de pollo rellenas de espinacas, queso y jamón, bañada en salsa poblana con espagueti puré y verduras. Claro que no podían faltar los cuernitos para acompañar la comida. Las bebidas eran servidas por los meseros y todos muy atentos a todos nosotros.

Después empezó el vals, en el centro de la pista bailé con mi esposa y luego con invitados (seleccionados) y al final uno más entre nosotros. En cuanto cerró este punto del evento abrimos la barra de golosinas y elotes preparados a gusto de las personas como postres jajaja, eso les encantó a todos, no se esperaban eso, pero a mi esposa se le ocurrió y antojó y decidimos contratar a una señora que vende elotes por la colonia de donde es mi esposa, tal parece que esos elotes y la sopa azteca se llevaron la tarde noche con los invitados.

Al final se abrió la pista con el grupo versátil Banda Stylos, el cual se lució todo el evento, siendo muy puntual en la música variada y en vivo con su gran grupo en el escenario.