La boda de Alejandro y Valentina en Xochitepec, Morelos
Al aire libre Verano Azul 2 profesionales
A&V
04 Jul, 2015La crónica de nuestra boda
Nosotros comenzamos las cosas al revés, primero decidimos irnos a vivir juntos y empezar a conocernos en un ámbito de vida cotidiana.
Tenemos personalidades completamente opuestas, al igual que el carácter, entonces empezar a lidiar con diferentes visiones sobre las cosas y cuestiones del hogar era un dialogo constante, pero aprendimos que es parte de nuestra convivencia día a día y que hablar siempre funciona.
Un día inesperadamente Alejandro me dijo que debíamos casarnos, que ya vivíamos juntos, que nos llevamos bien, que juntos podemos enfrentar cualquier tipo de situación buena o mala y que el estaba firmemente convencido de que yo soy la mujer con quien dese pasar el resto de su vida.
Me emocioné y lloré y acepté, pero no fue una declaración de matrimonio, o más bien dicho no fue una petición formal pues ni anillo hubo.
Pasaron los meses y en el cumpleaños de mi mamá lo anunciamos a mi familia, y posteriormente invitamos a comer a su mamá y a su hermana para hacer el anuncio.
Seguir leyendo »Eso fue en agosto del 2014, pasaron los meses y yo obviamente quería que Alejandro me hiciera una propuesta de matrimonio con anillo, cena, algo romántico, y nada pasaba. Su trabajo es muy demandante, había días que llegaba a casa a dormir unas 3 o 4 horas y al día siguiente se iba más temprano que yo.
Empezaron los problemas pues yo quería pasar tiempo de calidad con el, salir, hacer cosas de pareja que solíamos hacer antes de vivir juntos y discutíamos mucho. Me regresé a casa de mi mamá por un tiempo para pensar las cosas, tenía muy claro todo el amor que le tengo pero a veces sentía que lo necesitaba mucho y lo extrañaba más.
Prometía muchas cosas que no podía cumplir justamente por su trabajo y yo sólo esperaba un fin de semana que pudiera estar con él.
Para distraerme me dediquñe a buscar cosas de bodas, lugares, sabía claramente que quería casarme en un jardín, y encontré varios lugares, viviste por noviembre de 2014 un jardín en Tepepan (Ciudad de México) junto con Alejandro, nos pareció bastante bien, pero como nuestra situación estaba muy tensa no concretamos nada.
Hablamos y decidimos esperar pues yo realmente ya no estaba muy convencida de querer casarme en esos momentos y dejamos fluir la relación, dejamos que nuestras cosas se acomodaran y acordamos en que lo mejor era que el tiempo nos fuera guiando.
De repente una mañana despertamos y me dijo "estaría muy chido casarnos en Oaxaca", me sorprendió y me emocioné de nuevo y le dije "por supuesto que sí! a mi me encanta Oaxaca, es un Estado bellísimo."
Busque varias Haciendas-Hotel y di con uno, pero por cuestiones de presupuesto, invitados y demás desistimos nuevamente.
Ya no hablamos de la boda, yo me convencí a que si me quería casar iba a tener que esperar como 2 años para poder juntar dinero y poder pagar un lugar bonito.
Empezó el 2015 que es un año electoral a nivel Federal y el trabajo de Alejandro empezó a ponerse más pesado, ya realmente no pasábamos ni los fines de semana juntos, acaso unas tardes de domingo pero no más.
Aprendí a asimilar la cuestión de que nuestras profesiones a pesar de ser similares en horarios laborales diferían bastante y me tuve que ir acostumbrando a los horarios demandantes de Alejandro.
Un domingo 13 de Marzo de 2015 Alejandro me despertó y me dijo que me iba a dar mi anillo de compromiso, que él lo había planeado diferente y muy romántico pero que su trabajo no se lo iba a permitir y él ya quería dármelo. Lo hizo, sentí muchas cosas, lloré horas, estaba en shock. De inmediato lo publiqué en mi Facebook y en mi Twitter, todo mundo llamaba para felicitar, tenía muchas emociones ese día
Luego luego empezamos la búsqueda del lugar, sería en un jardín, era lo único realmente claro que teníamos, encontramos esta página web de bodas.com.mx, me registré y comenzamos la búsqueda.
Teníamos planeado que fuera en Mayo, es mi mes favorito del año, pero era tan rápido todo y nuestro presupuesto tan escaso que no sabíamos si podríamos lograrlo.
Lo primero que encontramos fue el jardín, la Quinta Sol y Luna en Xochitepec, Morelos, vimos las fotos, pedimos información y concretamos una cita para conocerla. Ese día fuimos con las suegras y mi hermano, el auto se calentó, tuvimos que parar en la salida a Cuernava, me estresé y lloré, esperamos a un mecánico, que medio arreglo el asunto y seguimos el camino. Llegamos y desde que entramos al lugar supe que era ese.
Las madres estaban encantadas, así que le dijimos al señor que era un hecho, y entramos a platicar y a hablar del presupuesto y toda la onda. Nos pareció algo súper accesible, nos encantó y decidimos concretar ese mismo día. Sólo faltaba encontrar una fecha.
Días después mi mamá me regaló los anillos de bodas de mis abuelitos, me dijo que para que los usáramos nosotros, los vi y me di cuenta de que por dentro tenían grabada la fecha de su matrimonio: 04-07-43, busque esa fecha en el calendario y el 04 de Julio de 2015 caía en sábado y le dije a Alejandro "Nos vamos a casar el 4 de Julio, es un hecho!". El sonrió emocionado y dijo "tú decides, tú eres la consentida".
Empezaron los preparativos pues estábamos a 3 meses y medio de la boda, mi mamá se encargaría de la música y la cena familiar, mi suegra de los flores, los arreglos y los recuerdos, mi tía de los globos de cantoya, mi prima de las cervezas, otra prima del mezcal, una tía de Alejandro de peinarme y ponerme bonita para mi día especial y así empezaron a salir miles de madrinas y padrinos. El papá de Alejandro las argollas de matrimonio, su Hermana Karla el pastel.
Cada 8 días iba con mi mamá y con mi suegra a afinar detalles, ver muestras, ir a pruebas de peinado etc, ir al centro del D.F. a ver vestidos de novia. Era un dolor de cabeza ya que no encontraba un vestido que realmente me enamorara, iba todos los sábados y me los probaba pero ninguno me encantaba. estaba a menos de 1 mes y seguía sin vestido, el estrés empezaba a ponerme súper sensible y todo me molestaba.
Comencé a perder mucho peso por el estrés de todo, y Alejandro reclamaba que ya no me reconocía, además de que me puse a hacer más ejercicio para distraerme un poco y no vivir tan preocupada.
Un día "gloogleando" encontré una página de vestidos de novia, vi uno que me encantó y lo pedí, lo pagué y sentí un alivio relajador. Lo pedí con envío express pues mi tiempo era mínimo. Esa semana me llegaban diario a la 1 de la mañana correos pidiendo corroborar mi número de tarjeta de crédito, una foto de mi IFE y por más fotos que yo mandaba me decía que no era posible corroborar la información que había proporcionado, entonces sentía que había sido defraudada pues la página no contaba con teléfono ni oficinas físicas en ningún lugar del mundo, sólo ponía que lo confeccionaban en China. Y en la línea de STATUS de mi pedido venía que en proceso de confirmación. Hasta que unos 10 días después me llegó un correo que decía que mi pedido había sido enviado y me llegó mi clave de rastreo, fue otro gran alivio.
Alejandro se sentía también super estresado por cómo iría vestido ese día pues el es súper alivianado y tiene una manera de pensar que simplemente no encajaba en un traje de vestir. Sentía como tristeza porque pensaba que no haría ningún esfuerzo por verse bien ese día. Pero luego en nuestras pláticas sobre nuestra vestimenta del día de la boda me daba a entender que si le echaría ganas.
La mamá de Alejandro empezó a sacar invitados que ni Alejandro conocía, lo cual me sacó mucho de onda pues la lista de invitados que originalmente empezó en 35 acabo en 65 y para acabar una semana antes de la boda Alejandro se quedó sin trabajo, eso no causó miles de conflictos pues yo en mi trabajo gano una tercera parte de lo que él ganaba, todavía debíamos liquidar lo de la renta de la Quinta, faltaba por cubrir la comida de 15 invitados más, entonces empezamos a pelear toda la semana previa a la boda, era vivir peleando por todo, él se iba a casa de su mamá y yo con mi mamá, no podíamos estar mucho tiempo juntos porque empezábamos a discutir por cualquier cosa, me agarró una etapa de que todo me hacía sentir súper mal y lloraba por todo, sentía que no lo íbamos a lograr pues ya no teníamos dinero y yo lo último que quería era pedir dinero prestado. Y Alejandro no hacía mucho al respecto, se había deprimido porque no tenía empleo y se la pasaba deprimido y acostado. Neta fue una semana fea, muy fea.
Al final unos primos me alivianaron y nos apoyaron con dinero, su tía Eva también y su primo Demián.
Ahora podía empezar a buscar el pastel, lo busqué de igual manera que el jardín, mediante esta página y di con una empresa llamada Caramelandia, Larissa la dueña increíble, súper atenta, muy consentidora, súper accesible, luego luego mando la cotización, agendamos cita para pruebas, para conocernos y nos ayudó a hacer el pastel ideal, lo que más me gustó de su concepto fue que maneja flores naturales para la decoración. La idea era la entrega el viernes 3 de Julio, pero algo salió mal y le marqué para comentarle y super linda lo arreglo para que pudiera quedar perfecto. Eso me estresó bastante pues el día viernes teníamos que salir temprano rumbo a Xochitepec e íbamos mega retrasados. Larissa quedó de pasar por el pastel en la tarde y volver a hacerlo, tenía nervios y frustración pero al final supe que ella haría un buen trabajo, ahora la cuestión era quién lo llevaría hasta Xochitepec. Por suerte unas amigas llegaban desde temprano allá y nos pudieron hacer el favor de llevárselo. El pastel quedó mas que bello. Y el sabor fue delicioso.
Como no tenía traje de baño ni mi mamá su manicure hecho, Alejandro faltaba de pasar por su traje, agarramos carretera a las 6 pm rumbo a Xochitepec, el tráfico infernal, íbamos mega apretados, yo enojada con mi mamá y Alejandro. Era un ambiente bien tenso. Fuimos llegando a la Quinta a las 9 de la noche, ya habían llegado todos, mi familia, su familia y los novios éramos los únicos que faltaban, me sentí mal pues Alejandro y yo debíamos presentar a las familias. Pero bueno pues nos sentamos a cenar y ahí comenzó la boda. Las familias platicaban, convivían, se conocían y Alejandro y yo ya sin tanto estrés y enojo pudimos pasarla bien. Me fui a dormir como a las 2 de la mañana y como decidimos no dormir jutnos ese día dormí con su hermana Karla y nos desvelamos platicando y platicando.
Al día siguiente me levanté súper temprano y lo primero que hice fue salir a fumar pues los nervios se apoderaban de mi. Como a las 10 entro al cuarto su tía Chayo y comenzó la carrera para el peinado, el maquillaje, las uñas, las pestañas, todo. En eso entro Karla y me dijo "Vale son las 12!"
La ceremonia estaba planeada a la 1, no me había depilado, no me había cambiado, en esa última hora todo mundo entraba para apresurarme, escuchaba como iban llegando los invitados, escuché que alguien gritó "Ya llegó el pastel". Entraba mi suegra y mi mamá, me cambiaron, me pusieron mis zapatos y al 10 para la 1 estaba lista.
Llegó el juez y yo me asomaba por la ventana viendo todo lo que sucedía afuera, vi a Alejandro en un traje de lino y se veía guapísimo. Lloré, entró mi mejor amiga con su novio y lloramos, entro mi prima, mi suegra y mi mamá, era un lloradero intenso.
Me explicaron como sería la logística del evento, llegó mi hermano por mí, lloró y me besó, algo que nunca en sus 19 años de vida ha hecho, me hizo llorar mucho y me dijo que me quería mucho. Salimos, todos aplaudieron y vi a Alejandro, me vio como la primera vez que nos vimos. Pensé que todo había valido la pena, ya no importaba nada, ya estaba ahí de frente a mi futuro esposo, mi hermano me entregó a mi tío y mi tío a Alejandro, fue muy emotivo. El juez llevó a cabo la ceremonia, Alejandro me dijo muchas palabras que me hicieron llorar, nos declararon marido y mujer, mi suegro nos llevó los anillos y prometimos amarnos siempre. Aventaron pétalos de rosas, burbujas y llegaron todos a abrazarnos y felicitarnos. El momento de las fotos y empezó la fiesta.
Convivimos con todos los invitados, mis amigas, sus amigos, las familias, los niños y los meseros ya nos decían esposos, era una sensación extraña pero bonita.
El parrillero preparó todo y anuncié que la comida estaba lista. Todos comimos muy ricamente y palticamos, bebimos y reíamos, todo era un sueño hecho realidad.
Pasó un tiempo y en eso llegaron los Chinelos y la fiesta se puso mejor, todos salimos a bailar ya brincar con ellos, era una euforia total, bailamos con todos y todos bailaron con nosotros. Acabaron, descansamos y bebimos y seguimos la fiesta hasta las 6 de la mañana del día domingo 5 de Julio.
Nos fuimos a dormir un poco pues estábamos muertos de tanto baile y despertamos unas horas después para ir a pueblear y a almorzar algo.
Regresamos y seguimos un poco la fiesta con las personas que se quedaron y que regresaron al día siguiente para el desayuno. Se nos fue el domingo literalmente volando. Hicimos maletas y nos regresamos al D.F. como a las 8 de la noche. Cansadísimos y sin ganas de ir a trabajar el lunes, pero bueno felices y contentos de que somos marido y mujer.
Con una boda maravillosa, ahora una familia completamente integrada y gigantesca, me adoptaron y lo adoptaron ambas familias. Con millones de regalos y recuerdos, fotos y bellos momentos.
Gracias por todo y por esto, sé lo que se siente ser la mujer más feliz sobre la tierra.
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