La boda de Alejandro y Georgina en Oaxtepec, Morelos
Rústicas Primavera Verde 2 profesionales
A&G
25 May, 2019La crónica de nuestra boda
Qué emoción contar esto y volver a revivir un par de meses después nuestra experiencia con la boda. No tengo dudas que Ale y yo hicimos una celebración a nuestra medida, que nos representó tal como somos y cómo queremos vivir nuestra vida familiar.
Desde que empezamos a planear la boda, solo 4 meses antes, decidimos que cada cosa que hiciéramos iba a ser para disfrutar y no para ponernos nerviosos, ¡y así fue! Pocos creerán que nunca tuvimos el "estrés" de la boda, porque todo lo asumimos con el sentimiento de poder disfrutar los pasos que estábamos dando para llegar a casarnos (y eso que sí tuvimos imprevistos, por ejemplo, mientras ese día me estaban maquillando yo veía como aún no se había instalado el WC en el baño que hicimos jaja).
Tuvimos una boda sencilla, descontracturada y muy emotiva. La realizamos en un jardín familiar, que desde el día que conocí se convirtió en mis lugares preferidos de México. Ese lugar nos permitió reunir a nuestras familias en momentos hermosos y creíamos que era el lugar adecuado para seguir llenando ese espacio de amor. Nuestra celebración no fue religiosa, la hicimos con una especie de "rituales" o momentos, en los cuales participaron cada uno de nuestros hermanos, sobrinos y padres, ellos dirigieron nuestra unión.
Seguir leyendo »Nos encantó llenar de detalles cada momento, pensar los momentos no para satisfacer a todos sino para que sepan que todos fueron invitados por un motivo especial e importante para nosotros. Además, lo más hermoso fue que estuvimos acompañados de nuestros seres queridos más cercanos y eso hizo toda la diferencia. Ale tenía guardado por meses que mi familia llegaría de sorpresa a nuestra boda, así que, ese día, nuestra mesa de novios fue una gran mesa familiar (tal como nos gusta a los dos).
No crean que el dinero nos sobraba o algo por el estilo, de hecho, decidimos hacer una boda pequeña porque no queríamos que nuestros padres se sintieran obligados a tener que pagar algo, por eso, también fue muy importante para nosotros asumir este paso a la medida de nuestras posibilidades.
Como yo no soy mexicana, en nuestra boda intentamos combinar lo mejor de nuestras dos culturas, en comida, música y otros detalles. Mi vestido, de los momentos más hermosos que viví, desde un inicio me rehusé a tener un vestido costoso (no me siento representada), entonces mi mamá y mi hermana (que viven en mi país) me dijeron que me iban a mandar a hacer un vestido. La única consigna que di es que me gustaría un vestido con tejido típico y muy sencillo, ¡y así fue! Mi vestido llegó aquí con mi mamá (quien se había encargado de todos los detalles), como nunca me lo había probado, claro que necesitaba ajustes, ¡y fue mi mamá quien me los hizo! Así que ese vestido pasó de ser una tela a ser un producto repleto de amor.
En nuestra boda fue clave que yo encontrara esta página, pues como no soy de aquí, ¡no conocía ningún proveedor! Solo me reuní con dos proveedores de banquetes y el segundo con el que me reuní, en ese momento le dije a mi esposo que serían ellas (pues son dos mujeres) quienes tenían que llevar la organización de nuestra boda (es la empresa Koordinarte que son unas genias y unas lindas totales). Supieron captar en seguida qué buscábamos para nuestra boda. ¡El menú fue excepcional! Hasta ahora mis invitados siguen elogiando eso. Además, yo quería que los centros de mesas fueran unas suculentas que se pudiesen llevar a la casa y así lo hicieron, ¡en un estilo rústico precioso! (Hasta ahora tengo unas plantitas que me recuerdan y hacen revivir ese día).
También contratamos al equipo de Jema Beauty para maquillaje y peinado, y todas quedaron felices. No tengo dudas que muchas cosas se alinearon para que nuestra boda sea fantástica, pero de lo más importante fue la energía positiva y de apoyo de nuestras familias. En todo momento acompañaron nuestras decisiones y eso permitió que tengamos la boda que queríamos. Además, de la plena conciencia de que lo importante no era cuántas cosas tengamos en nuestra celebración, sino cuánto amor le pusimos a todo lo que hicimos. Hoy, más que felices, con 193 días de casados estamos esperando a Alessandro, nuestro primer hijo, que llega con la misma felicidad y amor que nos unió a Ale y a mí. Gracias Bodas.com.mx por haber sido mi aliado en esta aventura que queda grabada para siempre.
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