La boda de Víctor y Lorena en Tijuana, Baja California

Nos levantamos muy temprano al siguiente día, y mi amiga alma me peinó y me ayudó con el maquillaje, mientras que mi amiga Karla tomaba fotos de todos los momentos, se llegó la hora, yo manejé hacia la ceremonia, estaba nerviosa pero feliz, llegamos y miré a Víctor esperándome, nos abrazamos y sentí mucha paz y que todo el estrés había desaparecido, el proceso de casarte en Estados Unidos es diferente, pasas a una oficina firmas los papeles y después como decidimos casarnos afuera (por un costo extra), afuera hay un jardín justo a un lado de la bahía de San Diego, como no tuvimos una fiesta grande decidimos pagar eso extra para que nuestros invitados estuviera percibiendo ese momento tan importante.

Fue una boda sencilla, pero fui la más feliz. martes 24 de julio, con las personas más cercanas y las más importantes de nuestras vidas, consideramos hacer algo así de pequeño porque pensamos que lo mejor sería estar con personas que realmente queremos y realmente están felices por vernos felices, no consideramos hacer algo grande porque para nosotros lo importante es estar con los más allegados y sobre todo felices y poder compartir cada momento con esas personas.

Se dió inició a la ceremonia, nos pusimos los anillos diciendonos palabras bonitas que realmente sentíamos, lloramos y finalmente la juez dijo: ahora están legalmente casados y pueden besarse. Todos aplaudieron y nos abrazmos y besamos, fue bonito voltear a ver a todos y verlos sonriendo tomandonos fotos y compartiendo nuestra felicidad.

Después de la ceremonia, lloramos, nos abrazamos y nos tomamos muchas fotos, fue un día feliz y de sorpresas porque mis hermanos viven en Las Vegas y no procuran venir porque sus papeles están en proceso entonces no esperaba que vinieran y llegaron de sorpresa, fue muy emotivo y me sentia completa.

Para continuar con la celebración fuimos a comer a un restaurante en Popotla en Playas de Rosarito, que está a la orilla del mar, hacia mucho calor asi que fue la opción perfecta para ese día, comimos muy rico, optamos por la opción a la carta y no un banquete, para que cada quien pidiera el platillo y bebida de su preferencia y todos estuvieramos felices y así no imponer un platillo. La verdad la pasamos de maravilla tanto Víctor como yo y todos los invitados que eran aproximadamente 30 personas, como lo comente al principio personas que realmente nos quieren y queremos y están felices tanto como nosotros, platicamos reímos, tomamos fotos y salimos afuera del restaurante a tomar fotos con el mar de fondo.

Esa fue nuestra boda, pequeña pero fuimos los más felices, estoy muy contenta, me sentía plena. Les comparto fotos de nuestro día feliz.