La boda de Saúl y Vicky en Malinalco, Estado México
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S&V
07 Abr, 2018La crónica de nuestra boda
Nuestra boda fue un evento maravilloso, muy ajetreado por todos los preparativos, ya que la mayoría, si no todo, fue hecho a mano por diferentes personas. Todo quedó muy encantador.
La ceremonia civil y la recepción se llevaron a cabo en la casa de la familia de Saúl, en Malinalco, Estado de México, un lugar bellísimo, rodeado de mucha vegetación. Desde muy temprano, los sobrinos, mi abuelo, los papas de Saúl, sus hermanas y mi mamá comenzamos a regar el jardín, a acomodar mesas y sillas, a designar lugares, loza, mantelería, etc., y mi mejor amiga (quién se dedica a elaborar mesas de dulces divinas), comenzaba también a hacer nuestra muy bella mesa de dulces, y al mismo tiempo el maestro Paquito, amigo del trabajo de mi ahora marido, elaboraba nuestro muy bello gazebo con una decoración de flores hermosas que enmarcarían nuestra ceremonia civil en el patio delantero de la casa de los papás de Saúl.
Llegada la hora de dar inicio a la ceremonia civil, tuvimos el muy chistoso contratiempo de que mi mejor amiga. Ua de mis testigos llegaba tarde, afortunadamente el juez no tubo contratiempo por esperarla 20 minutos a que llegara y llegando Dimelsa (mi mejor amiga), se dio comienzo a la ceremonia civil, emotiva y bella. El juez nos dio bellas palabras al igual que nuestros padres, mi hermana y un amigo de Saúl. Terminando sus palabras nos entregamos nuestros votos y, al mismo tiempo, nuestras alianzas que fueron un regalo de los papás de Saúl, concluido, nos lanzaron pétalos de rosas rojas y blancas y nos felicitaron todos nuestros invitados. Paso siguiente, les invitamos a pasar a la recepción que se llevaría en el patio trasero de la casa de mis suegros, amplio y con una bella vista.
Seguir leyendo »La recepción constó solo de 8 mesas de a lo mucho 12 personas cada una. Todos buscaban en una pizarra sus nombres para saber en qué mesa les había tocado, ya al identificarla su lugar estaba designado por un personificado, una maceta con cactus para mujeres, un juego típico (balero o yoyo de madera) para hombres y una botella de burbujas para los niños, cada una con su nombre. A todos les pareció divino detalle.
Nos dimos a la tarea de la comida, hecha por una señora de la región que además de económica, es deliciosa. El menú fue de tres tiempos: el primero una entrada de sopas de frijoles con salsa y queso, el segundo una crema de poblano con crestones de ajo rostizado, y el tercero el plato fuerte de pechugas rellenas (de queso con huitlacoche y de queso con espinacas), servidas sobre un espejo de frijoles refritos, acompañados de ensalada de pepino y zanahoria rayados... ¡Delicioso!
Dimos paso a un descanso y después pasamos mi esposo y yo a brindar y a dar las gracias de su asistencia a nuestra boda, obvio sin faltar la típica foto con cada uno de ellos. Después se dio paso a la partida del pastel, en donde tuvimos el contratiempo chistoso también de que la cabecita del novio... ¡se cayó! Esperamos no sea un mal augurio, ya que el pastel estaba delicioso. Fue hecho por la mamá de mi mejor amiga, que hace unos pasteles deliciosos, y al enterarse que me casaba se ofreció a regalarnos el pastel.
¡Después del pastel nos dimos a la tarea de abrir pista con nuestro primer baile como esposos! Con la canción de Cielo 2002 de Benny Ibarra (cantante que le encanta a mi marido), se nos hizo eterna y sentíamos todas las miradas sobre nosotros... No podíamos dejar de reír. Dado terminó nuestro primer baile, todos los invitados saltaron a la pista para mostrar sus mejores pasos de baile, con la buena música que sonido Mix Up nos hizo favor de poner durante todo el evento.
Ya entrados en la noche hicimos el tradicional brindis acompañados, nuevamente, de palabras por parte de nuestros dos mejores amigos, Dimelsa y Héctor por parte de Saúl y de nuestros hermanos.... Terminando las lágrimas por las palabras proyectamos un video con nuestras mejores fotos durante el tiempo que fuimos amigos y después novios.
Terminamos con más baile, ya no hicimos lo del ramo ni la liga, debido a que ni a Saúl ni a mi nos gusta eso, y que además no había presentes muchos solteros. La verdad, todo fueron risas y baile, además de felicidad. Acabamos muy cansados, casi a las dos de la mañana, muy contentos de que nuestro día fue muy lindo y bello en compañía de nuestra familia y amigos.
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