La boda de Saul y Johana en Tulancingo, Hidalgo
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S&J
12 Oct, 2019La crónica de nuestra boda
Bueno pues aquí estoy, relatando uno de los días más felices de mi vida. Era el 12 de octubre del 2019. Por fin había llegado el día, estaba muy emocionada. Casi no dormí porque el día anterior fue una locura completa pues había muchos detalles que afinar.
Mi ahora esposo y yo decidimos organizar y pagar todo lo de la boda, así que era mucho trabajo pendiente. Pero no importó, aunque estaba desvelada, estaba super emocionada. No podía con los nervios. El corazón me palpitaba al mil. Lo primero que hice fue levantarme y darme un baño para relajarme. En cuanto terminé me fui a mi cita de uñas. Y ahí estaba yo, platicándole a la chica de las uñas cómo había conocido a mi esposo y lo feliz que estaba de casarme con el amor de mi vida, el cumplir un sueño y lo mucho, mucho que trabajamos juntos para que esto fuera posible.
Después de unas largas 2 horas de aplicación de uñas y pláticas profundas, me dirigí a mi casa. En seguida llegó mi mamá quien me hizo el favor de verificar que el salón ya tuviera todo listo y me empecé a emocionar porque mi mamá me dijo que todo lucía muy bonito y que una amiga ya me estaba ayudando con la decoración de la entrada.
Seguir leyendo »Mi futuro esposo estaba muy, muy presionado pues tuvo que checar otros detalles como los centros de mesa, la bebida y otras cosas que pues salieron de improvisto. Aún así no perdió la oportunidad de hacerme un par de llamadas y recordarme lo mucho que me amaba y compartíamos el estar muy nerviosos.
En fin para esto ya eran aproximadamente las 12. Tuve que ir a la plaza de mi ciudad a buscar un recuerdo que les quería dar a mis damas, ya que me habían quedado mal con los recuerdos, fui y le compré a una chica unas lindas alcancías artesanales y les agregué una linda nota de agradecimiento. Hasta ahí todo bien, pero mis nervios no disminuían, mi corazón seguía al mil. Incluso tuve que ir al doctor, quien me recomendó una pequeña dosis de complejo B para evitar que me fuera a desmayar o algo. Funcionó un poco.
En fin, cuando regresé a casa ya eran las 2:00 pm y mi estilista aún no llegaba. Llegó a las 2:40 porque el taxi que la llevó se perdió. En fin, llegó y afortunadamente llevaba a otra chica que le ayudaría. Ella me empezó a maquillar mientras la otra chica empezaba a arreglar mi cabello. Me sentía muy rara porque yo suelo ser muy natural, rara vez uso maquillaje y mucho menos me hago peinados muy elaborados. ¡Me hicieron sentir muy cómoda y el resultado me encantó! Pero perdí por completo la noción del tiempo. Eran 4:45 y yo tenía que estar en la iglesia a las 5:00.
Ahí empezaron más los nervios. Aún faltaba que maquillaran a mi mamá y aún no me ponía mi vestido. Una chica empezó a peinar a mi mamá y la otra me ayudó a ponerme el vestido. Fue gracioso porque pensé que sería mi mamá quien me ayudaría con el vestido y no la chica que me maquilló. En fin, me puse el vestido y el fotógrafo comenzó a tomarme fotos y video con mi vestido. También me grabó con mi mamá y cuando me subí a la camioneta todo muy bonito, pero mi corazón de verdad no tienen idea de cómo latía, estaba muy nerviosa.
Después de subirme a la camioneta nos dirigíamos mi abue y yo muy contentos a la ceremonia religiosa. Cuando llegamos alcancé a ver cómo mi ahora esposo organizaba a las damas y los damos, todos corrieron y se acomodaron. Ellos vieron la camioneta pero no a mí porque los vidrios eran oscuros. Estaba a punto de bajarme cuando,¡Oh no! ¿Y la mamá y madrina de la novia? ¡No estaban! A mi mamá la seguían maquillando y mi tía que era mi madrina de arras y de anillos se quedó con ella. No podía bajarme o la entrada no sería como lo ensayamos.
De los nervios les dije que nos fuéramos a dar la vuelta a la cuadra para dar tiempo a que llegara mi mamá y mi tía. Ahora lo platico con mi esposo y dice que se preocupó porque pensó que me había sentido mal o algo. Para no hacer el cuento tan largo llegó mi mamá y mi tía como media hora tarde y pues todo empezó.
Primero entró el novio con su mamá, nuestros padrinos, las damas con los damos, un pajesito con un letrero que decia: "Es tu última oportunidad para correr", seguida de una pajesita que aventaba pétalos de rosas. Después, una pajesita con el letreto de "Ahí viene el amor de tu vida". Enseguida estaba yo entrando del brazo de mi abuelito, como siempre lo soñé y frente a mí, mi esposo. Él no suele ser muy expresivo pero cuando me vio entrar no pudo evitar derramar unas lágrimas. Nos vimos y fue entonces cuando los nervios desaparecieron, no importaba lo que sucediera, estaba a punto de casarme con el amor de mi vida, el hombre más trabajador, detallista y simpático que pude haber conocido.
La ceremonia fue hermosa, casi lloré pero resistí. Fue una promesa que me hice a mi misma. Después a la salida, tomé su mano. Ya ramos esposos, todos nos felicitaron, amigos y familiares estaban ahí, siendo testigos de nuestro amor. Todos querían foto con nosotros y aventaban pétalos de rosas rojas. En ese momento sentí una felicidad que no puedo describir porque hay momentos que no se pueden poner en palabras.
Después íbamos directo al salón de eventos. Llegamos tarde a la ceremonia por obviedad también al salón. Empezamos un par de fotos fuera del salon y toda la gente quería ya entrar, pero di la instrucción de que no fuera así, pues una amiga había decorado la entrada y quería que todos entraran por ahí para que la pudieran apreciar. Sólo pudimos sacar un par de fotos pero fue divertido, como los invitados no podían entrar estaban muy emocionados con las fotos y aplaudían así que fue divertido.
Enseguida empezó la boda civil, emotiva por las palabras hermosas que me dirigió mi esposo. En seguida dejamos entrar a los invitados, todos veían la decoración principal. Eran unas letras un poco grandes que decian LOVE seguida de una cortina de luces y muchas fotografías que representaban la línea del tiempo de nuestros 11 años de noviazgo, donde se ve reflejado nuestro crecimiento juntos, metas y sueños cumplidos. Mientras lo invitados entraban y ubicaban su mesa mi esposo y yo estábamos afuera, recibiendo invitados y saludando mientras esperábamos al mariachi. Cuando por fin llegó el mariachi les pedimos que entraran primero y en cuanto estábamos en la entrada e ingresábamos al salón empezaron a cantar la canción de contigo aprendí, canción que nos define en todos los sentidos. Bajamos las escaleras y nos dirigíamos a la mesa principal, mientras todos aplaudían y nos saludaban.
Fui tan feliz, en ese momento. Veía la cara sonriendo de mi esposo, ahí estábamos los dos, empezando una nueva etapa, cada esfuerzo emocional y económico había valido la pena, por estar ahí juntos.
Empezaron a servir la cena, muchos nos dicen que estaba riquísima, nosotros no la probamos porque muchos se acercaron a saludarnos y a tomarse fotos pues nuestra mesa principal estaba llena de luz con letras gigantes que decian LOVE. Eso llamó mucho la atención así que no nos dio tiempo de comer.
Ahí sentimos mi esposo y yo que perdimos algo de tiempo valioso, pues la gente como que ya se quería ir, así que jamás olvidaré la cara de mi esposo muy decidido diciéndome, empecemos con todo el protocolo de la boda. Entonces iniciamos con el brindis, el baile familiar, seguido de nuestro baile muy romático y después... ¡Sorpresa! Bailamos canciones fuera del vals convencional, flamenco, salsa, cumbia y merengue.
Eso levantó el ánimo bastante y es algo que siempre voy a valorar, porque a mi esposo no le gusta mucho bailar, a mí se me ocurrió y él dijo que lo haría por mí. Lo vi esforzándose en los ensayos y bailando como nunca ese día. Fue creo yo mi parte favorita de la boda, porque además de ser algo super divertido que a todos les encantó, para mí era también una nuestra amor.
Seguimos con el ramo, la liga, la víbora y todo así de corrido, cuando menos sentimos ya había empezado el baile y mucha gente se paró a bailar. El ambiente que se vivió estuvo muy bonito. Mi novio y yo nos caracterizamos por ser un poco fiesteros y demás, así que cuando menos pensamos cada uno estaba brindando con sus amigos. Luego juntos, bailamos un rato y seguimos brindando. Todo mundo nos hace comentarios diciendo que no habían tenido oportunidad de ver a los novios así de divertidos y dándose su espacio. La pasé muy bien y sé que mi esposo también.
Después cerramos con el pastel y la mesa de dulces. Continuó el baile y empezó el carrito de los shoots que a todos les encantó. Fue el día más romántico y divertido de mi vida. Lo disfruté mucho y sé que mi esposo también,. Verlo ese día feliz, tan romántico conmigo, tan divertido, me hace pensar en que así quiero que sea nuestra vida, divertida y feliz.
Durante la planeación de nuestra boda, hubo algunas personas que nos hacían comentarios preguntándonos si estábamos seguros o contándonos experiencias negativas de la vida de casados. Hoy sé que llevamos 11 años de novios y 2 meses 7 días de casados y puedo decirles que lo volvería hacer, lo volvería a elegir. No sé lo que nos espera en el futuro pero hoy por hoy tengo muchos sueños y metas en las que él está presente. Quiero verlo triunfar y que sepa que siempre estaré para él en las buenas y en las malas como sé que él lo estará conmigo.
Una boda es maravillosa, es festejar y prometer no solo ante una religión o la ley, sino prometer a la otra persona tu amor incondicional. Una boda es para nosotros celebrar y compartir el amor y el incio de una nueva etapa. Esta es mi historia, el relato de nuestra boda que siempre vivirá en mi memoria y en mi corazon.
J & S
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