La boda de Santiago y Rocío en Zapopan, Jalisco

La crónica de nuestra boda

Bien, pues comenzó nuestro día al rededor de las 6 de la mañana, esto por que él todavía tenia que ir a recoger su traje que no había estado listo en la fecha acordada y quedaron de entregárselo a esa hora, mientras yo no podía dormir desperté y desayuné, me bañé y a un aproximado de las 10 de la mañana llaman para comentarme que la persona encargada de la florería no podría asistir por lo que enviarían a alguien más. Un poco más tarde (como a las 12) me habla mi hermana y madrina de boda quien estaba en el salón por que fue a llevar unas cosas y me comenta que no han llegado los de la florería ni al salón ni al templo. En vista de que nadie nos respondía las llamadas, mi hermana se dio a la tarea de contratar a ese mismo día a alguien más, no se de donde lo sacó, pero estoy infinitamente agradecida. Tuvieron que ayudar 3 de mis damas los padrinos de bodas y hasta mi mamá con la florería para poder lograr el objetivo. La estilista llegó a las 12 a mi casa y comenzó con mi peinado, todo el momento del peinado fue relajante, después el maquillaje una vez lista y sin darnos cuenta, habia llegado la hora, me puse mi vestido y las manos me sudaban sin saber porqué, me sentía muy feliz, pero era demasiada adrenalina. Él me estaba llamando (es un poco desesperado) y faltaban 5 a las 5 (hora de la de la misa). Llegó mi carro y hasta el chofer (que es su amigo) me presionaba para salir, por fin salí de casa entre nerviosa y apurada por pronto llegar. Pasaban muchas cosas por mi cabeza como momentos que vivimos juntos y toda la preparación del evento. Pronto llegué al lugar de la ceremonia que está a 4 cuadras de la casa de mis papas. y que creen que los padrinos no habían llegado. Así es, pues casi acaban de terminar de arreglar el templo y se fueron a cambiar, el padre no quera esperar así que mientras nos dio la bendición y entramos al templo. Ellos llegaron y se colocaron detrás de mi (no sirvieron los ensayos). Cuando iba caminando hacia el altar, de pronto mis nervios se acabaron, me sentía muy cómoda como en familia, todo el mundo me observaba mientras caminaba yo sonreía y los saludaba (si vieran la película, es muy gracioso). Llegué al altar, mi papá me entregó a mi ahora esposo, y comenzó la ceremonia, el mariachi que elegimos como coro se escuchaba increíble, fue la misa más corta de mi vida (se pasó muy rápido).