La boda de Samuel y Jael en Querétaro, Querétaro
Rústicas Otoño Verde 2 profesionales
El 10/10/2015 240 0 0
S&J
10 Oct, 2015
La crónica de nuestra boda
Todo empezó muy temprano, mis damas y yo rentamos un hotel padrísimo para maquillarnos y hacer la sesión de fotos ahí, previo a la boda.
Yo súper tranquila a pesar de no haber dormido nada pues afinamos muchos detallitos, debido a que la mayoría de las cosas las hicimos nosotros mismos, lo cual amé. Pues nuestro día estuvo impregnado de nuestros estilos.
Llego mi fotógrafo el cual es amigo de años y vino desde Mérida, por lo que más fotos tienen un significado aún más fuerte.
Lo primero fue celebrar el matrimonio civil, mi mamá llegó tarde, pobrecita moría de la pena, fue una ceremonia linda y estuvieron justo todas las personas que más queremos en el mundo.
La fiesta corrió tal y como estuvo planeado, nuestra música fue solo rock en español así que el ambiente no podía estar mejor, obvio no del rock ruidoso, rock armonioso, mexicano, español, chileno, argentino. La música para Samuel y para mí es muy importante pues prácticamente por ella nos conocimos. En un festival del Vive Latino.
Seguir leyendo »No fue para nada una boda normal, pues no hubo ramo, ni Víbora de la Mar, nada de eso, ni siquiera partida de pastel (anunciada, lo partimos solo con el fotógrafo) y lo hicimos con la intención de que nuestros invitados disfrutarán al máximo la fiesta.
El brindis, sumamente emotivo gracias a mí ahora esposo, dirigiendo unas palabras a cerca de mi difunto padre (al cual él ni siquiera conoció) hicieron el momento nostálgico y algunos (muchos) invitados confesaron que lloraron.
Vino la fiesta y el descontrol. Fue tan divertido nunca bailé y reí tanto, ver a todas estas personas unidas en un baile a causa de celebrarnos a Sam y a mí, simplemente llenaba de alegría mi corazón.
Además déjenme contarles que mis enanos estuvieron presentes, por ahí los verán en las fotos un mix de Chihuahua y un Cocker (Toro y Root), fueron el complemento perfecto para los cachorros humanos que no invadieron la fiesta si no al contrario bailaron y disfrutaron.
Mi recomendación, acepten niños en sus bodas. No hay energía positiva más poderosa.
Finalizamos cerca de las 3 am y aún con la mayoría de los invitados, ese día no llegamos a casa. Nuestros amigos y familia organizaron un pequeño after que finalmente terminaría a las 10 am del día siguiente.
El mejor día de mi vida hasta ahora. Sin duda.
Cuando le pones tanto amor y dedicación a algo, simplemente es perfecto.
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