La boda de Roger y Jess en Roma, Ciudad de México

Al llegar a la parroquia y ver que nos estaban esperando mis emociones estaban a flor de piel, me sentía como pavo real, tan orgullosa de que mi padre me llevara del brazo y me entregara a Roger, cuando por fin me entregó le dijo con palabras entre quebradas y con los ojos llenos de alegría: "aquí te entrego a mi hija, es lo más valioso que tengo". La verdad se me hizo un nudo en mi garganta y sentí cristalinos mis ojos. La mami de Roger también me dijo: "te entrego a mi hijo, ámense mucho" y se despidió con una sonrisa y lágrimas en sus ojos, miré a Roger y por un momento creí que él también iba a llorar, ya que él es un hombre muy sensible y lo único que pasó es que sus ojos se pusieron cristalinos, entonces fue ahí cuando en mis adentros sentí que yo también me iba a quebrar e iba a empezar a llorar, pero no fue así, me mentalicé y me dije “no vas a llorar” ellos están felices y yo estoy mucho más, además el maquillaje se te va a correr y no quieres pareces mapache, así que volví a ver a Roger y le sonreí.

Por absurdo que parezca toda la ceremonia me la pasé sonriendo y riendo de las cosas que decía el padre en forma sarcástica. Cuando nos dijimos los votos fue un momento tan especial y bello que sé que jamás lo voy a borrar de mi memoria, ya al final al padre se le pasó decir "puedes besar a la novia " ¿pueden creerlo? fue entonces cuando yo dije ¿y mi beso?" y yo solita dije en voz alta "beso, beso" y que nos besamos!!!

Al salir de la iglesia nos tomamos fotos con todos los invitados y nos fuimos a un parque que está a unas cuadras del lugar a tomarnos unas fotos, ya que no quisimos foto de estudio, eso sí el frío se empezó a soltar y nosotros en plena sesión a campo abierto, así que se darán una idea de cómo estábamos, con frío pero nuestra felicidad podo más.

Al llegar al salón ahí fue donde empezó el show, se supone que cuando nosotros llegáramos las personas ya tenían que estar en sus lugares para así recibirnos, pues lamentablemente no fue así, al llegar vimos que todos estaban afuera y no sabíamos el porqué, así que Roger fue a ver qué pasaba y la verdad mi cuñada se movió más que la organizadora, ella fue la que empezó a llamar a las personas y decirles que mesa les tocaba, en fin. Después de unos 15 minutos después fue cuando por fin entramos y nos recibieron con porras y aplausos Mientras íbamos caminando y rodeado el salón pude escanearlo y ver que todo lo que habíamos escogido y visualizado estaba ahí tal cual lo queríamos, (la mantelería color chocolate, los arreglos en alto con las rosas y los acapulcos, nuestro centro de mesa), fue padrísimo y la verdad un alivio que todo se viera hermoso.

Después conforme al programa se acercaron a volver a felicitarnos, tomarse la foto y a entregarnos los regalos, ya para la cena tocó un grupo que para ser honesta el vocalista parecía que estaba en otra dimensión, cantaba bien pero cuando según él quería decir el nombre de la canción volteaba a ver a su compañero y le preguntaba que qué canción era, de ahí en fuera la he de la cena estuvo bien. Después Roger y yo bailamos nuestra primera canción ya como esposos, es calmada y el mensaje que tiene es muy profundo, la verdad nos quedó como anillo al dedo y terminando esa canción nos aventamos a bailar una salsa para variarle un poco, es de Marc Antony "Valió la pena", y dejen les digo que nos salió como sí la hubiéramos practicado, estuvo muy bien. Posteriormente todos o casi todos se pararon a bailar hasta que llegó el momento que temíamos, “La víbora de la mar”, pobre de mi corazón, las mujeres estaban decididas a sacarlo de la silla, yo por mi parte estaba atacada de risa ya que nunca había visto tan decididas a las mujeres y eso no fue lo peor, lo mero bueno fue cuando les tocó a los hombres, ahí sí que no pararon hasta sacarlo de la silla y no conformes con eso volvieron a tocar la víbora y lo volvieron a sacar. No sé cómo no me hice pis ahí, si ustedes lo hubieran visto, a mi parecer fue la víbora más chistosa por las caras que hacía mi corazón. Pasado ese capítulo prosiguieron con la marcha fúnebremente, yo sentí que me lo tiraban, imaginen que sintió él. Lo mejor de eso fue que no lo podían elevar mucho, y no sufrí, sufrimos tanto.

En resumen el resto de la velada fue mejor de lo que nos imaginamos, reímos con amigos, bailamos con la familia, volvimos a cenar, (la famosa torna fiesta), brindamos con todos y les agradecimos con el corazón en mano que estuvieran ahí, compartiendo con nosotros nuestra felicidad, por la nueva etapa a la cual nos aventurábamos Roger y yo, no tengo más que padrísimos recuerdos de ese día, que sin dudarlo puedo afirmar que fue, es y será el mejor que he compartido con mi esposo y con toda la gente que estuvo ahí para nosotros.

Espero que este pequeño resumen de todo lo que para mí fue mágico y lleno de muchas emociones las transporte a ese día y se puedan imaginar y sentir como viví mi tan anhelada boda.

Gracias por tomarse un tiempo y leerme.

¡Suerte y bendiciones para todas!