La boda de Rodrigo y Zaray en Jilotepec, Estado México
En el campo Primavera Rosa 2 profesionales
R&Z
04 May, 2019La crónica de nuestra boda
Después de tres meses de casada, me he tomado el tiempo para recapitular los detalles del tan esperado evento, posponerlo no sólo fue cuestión de tiempo, ya que algunos inconvenientes que no me permitieron realizar la crónica, (me quede sin celular, el fotógrafo no enviaba las fotos, aún hoy falta de entregarnos el trabajo completo que pagamos), hasta ahora. Recordar los detalles de la boda, me produce nostalgia, en el camino rumbo al trabajo veo una tienda de vestidos de novia y aún recuerdo lo que sentí hace unos meses cuando me probé mi vestido y lloré al decirle sí.
La boda fue todo y más de lo que soñé, me divertí y pasé momentos realmente mágicos.
Pero sin duda hubieron mil detalles que se escaparon de mis manos, por más que durante un año planeara todos los detalles, comencé con el álbum de imágenes, la lluvia de ideas, visitamos mil salones y pedí presupuestos e informes en un millón más, me volví adicta a las bodas y pasaba horas buscando ideas y viendo detalles para la boda, hice un guión para la misa (incluía las lecturas, la musicalización, el acomodo etc.) , un plano de ubicación de mesas, entregamos invitaciones seis meses antes y pedimos confirmación dos meses antes del evento y una semana antes reconfirmación a todos, eligimos un fotógrafo recomendado, el dress code se incluyó en la invitación pidiendo que no vistieran de blanco, no colores claros, formal, aún cuando contraté un maquillista profesional, aún cuando repasara cada uno de los detalles no fue perfecto.
Seguir leyendo »Desde el inicio del día, sentía que perdería el control, de hecho estuve a punto de desmayarme, porque pasó todo, no me gustó el maquillaje, el peinado no quedó como quería, me entregaron el vestido roto, muchos invitados cancelaron de último momento y otros ni siquiera avisaron, simplemente no llegaron, no faltó el que llegó como quiso, muchas mesas estaban vacías, llegué tarde a la boda, fue horrible, llegué corriendo, entre sola, sin música, sin que leyeran las lecturas que había elegido, la iglesia vacía, no entraron como estaba planeado y el cronograma que hice marcaba, la madrina de ramo llegó tarde y entré sin ramo, los anillos fueron dorados y no blancos, moría de tristeza porque en la puerta de la iglesia, mis damas me dijeron que el Padre estaba muy molesto, que no habría música, porque llegué tarde... y llegué tarde porque el chofer que me llevó a la iglesia se perdió, estaba a dos horas de camino, pero hice cuatro, y tomé la decisión de hacerlo así porque el maquillista que contraté era buenísimo, pero resulta que su trabajo no me gustó para nada. Llegando a la iglesia vi molesto a mi ahora esposo, por el retraso, porque el padre le había dicho que no nos casaría.
Terminada la misa, intenté relajarme un poco; pero antes de llegar al salón, donde nos casaríamos por el civil, mi esposo me dijo que había olvidado su acta de nacimiento y tenía que recogerla en el hotel, pero el carro se descompuso y no podía ir en reversa, por lo que entró en una calle en sentido contrario, así que una patrulla nos paró, supongo que al verme vestida de novia se compadeció de nosotros y nos dejó ir, pero eso no arreglo el carro, así que tuvo que girarlo casi de manera manual. Cuando llegamos al salón no podía salir y no pudimos quitar la alarma del carro, la cual durante la ceremonia se escuchó de fondo, los invitados estaban impacientes, la jueza nos dijo que haría la ceremonia express, porque tenía otro evento justo después del nuestro, no obstante, nos pidió que nos dijéramos unas breves palabras lo que me conmovió y me hizo llorar, y aunque lo había pensado, aunque quería decirle muchas cosas no le dije nada y lloré.
Terminada la ceremonia, habiendo firmado, siendo oficialmente esposos, los detalles imprevistos continuaron, tuvimos muchas mesas vacías y tiempos muertos, no todo sucedió como estaba planificado, pero cuando sellamos nuestra unión con un beso y pude ver su rostro y el de nuestros invitados cuando nos felicitaron, hizo que todo lo sucedido perdiera importancia.
Me había convertido en su esposa, eso era que importaba.
Me la pasé increíble el resto del día, bailamos mucho, me reí mucho, amé mi vestido y su atuendo, los centros de mesa, la comida, el lugar, la música, los mariachis, los juegos artificiales, todo.
Estuvieron los que tenían que estar, pasé el mejor día de mi vida, me convertí en la esposa del amor de mi vida.
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