La boda de Roberto y Patricia en Guadalajara, Jalisco

La crónica de nuestra boda

Ese día despertamos como un día cualquiera (con despertador) y apenas alcanzamos a desayunar cuando sonó por primea vez el timbre, (de muchas más que sonaría durante el día), eran las maquillistas. Al mismo tiempo, mi ahora esposo se despertaba, bañaba y agarraba camino al departamento de uno de sus amigos (donde se cambiarían todos sus amigos).

Pasamos todo el día en preparativos los dos, yo peinándome, maquillándome, vistiéndome, perfumándome, y a él le tocó pasar por el pastel, llevarlo al salón, llevarle las cosas restantes del candy bar a quien lo iba a montar, y luego vestirse.

A las 2:30 ya estábamos los dos afuera de la iglesia (la misa fue a las 3) ya saludando gente, y nos tomaron algunas fotos, de la misa no recordamos todo, estábamos muy nerviosos, hicimos nuestra entrada, y casi después ya había terminado, fue un lapso que se sintió bastante rápido.

Terminando la misa teníamos 1 hora para que comenzara la fiesta, y el salón estaba muy cerca de ahí, así que aprovechamos y nos tomamos más fotos, saludamos a quienes nos faltaba saludar, y después partimos a la esperada celebración, todos los planes que habíamos hecho desde un año antes, ya se estaban viendo materializados, la verdad también sentimos nervios de que algo saliera mal.