La boda de Roberto y Paola en Zapopan, Jalisco
De noche Otoño Vino 2 profesionales
R&P
20 Oct, 2018La crónica de nuestra boda
Así es, ¡me case el pasado 20 de octubre! No sé muy bien como comenzar, quizá platicándoles que todo lo que creí sentir ese día no pasó… Yo pensaba que al abrir los ojos no podría con los nervios, que sentiría una gran presión en el pecho y que solo pensar que el reloj avanzaba me comería el estrés, y no, al despertar lo único que pensé fue ¡Hoy es el gran día por el cual hemos estado luchando, y el cual nos definirá como marido y mujer! Así que comencé a prepararme para salir rumbo al salón de belleza donde me arreglarían junto con mi mami.
La cita era a las 11 de la mañana, pero quise ser muy puntual y tomé mi tiempo pues nada debía salir mal, una novia no puede llegar tarde el dia de su boda (¡aunque les confieso que me pasó en el civil, ¡ups!). Tomamos camino entonces al salón, mi mamá estaba más nerviosa que yo, eso se los puedo asegurar, quizá es nostalgia que solo las que son madres comprenden y no dudo que no estuviera feliz por mí, pero el saber que su gran compañera partiría ese día para formar su nuevo hogar era algo que reflejaba en su rostro, sin embargo, es el gran dia de toda mujer, ¡esta vez soy la novia!
Seguir leyendo »Llegamos muy puntual entonces al salón, alrededor de las 10:45 por lo que me dio tiempo de bajar mi vestido de novia, velos, cola, zapatillas, maleta para noche de bodas, etc. Sí, tuve que cargar con todo eso y desde temprano al salón, porque por la distancia entre mi casa y el templo con tráfico de sábado por la tarde en Guadalajara ¡no puedes fiarte! Me arreglaría en un hotel que me quedaba intermedio así no me preocupaba.
El arreglo nos llevó 4 horas, 2 por mi mamá y 2 más por mí, pero debo decirles que conforme van pasando los minutos en el salón te sientes cada vez más novia, más hermosa y con tantas ganas que tu prometido te vea hecha una reina y literal se caiga cuando te vea entrar por el pasillo al altar, coloquialmente claro, ¡no queremos ediciones forzosas en el video! ¡Pues ahí estaba yo cerca de las 3:15 pm lista! Ahora debía llegar al hotel pues el fotógrafo filmaría el arreglo de la novia a las 4:00. El velo pedí me lo montaran al finalizar el peinado así ya solo debía preocuparme por ponerme mi vestido de novia, así que allá va la novia con semejante velo en un March chiquito por la ciudad. Ese momento fue muy padre pues muchos me saludaron y me deseaban suerte, ¡incluso emparejaban su auto junto al mío para decirme que todo saldría excelente! Desde ahí sabía que todo iba marchando muy bien, y yo aun sin nervios, solo emoción.
En el hotel ya se encontraba el fotógrafo listo para disparar con su cámara, así que la primera escena fue la puesta de vestido… ¿qué? ¿Ya me pondré mi vestido? Sí, era el momento. Subí poco a poco la tela y fue acomodándose a la figura hasta que ahí estaba la mujer hermosa ¡convertida en novia! ¿En serio soy yo? Chicas, es sin duda de los mejores momentos del dia… pues no se diga más que empiece la sesión.
Tuve oportunidad de retratar estos momentos con mi mamá, por supuesto, mi padre quien hoy más que nunca me ha demostrado todo su amor, mi hermano y mi cuñada ¡y tenemos una foto familiar muy hermosa! En eso suena el teléfono… era el auto que me llevaría a la iglesia acompañada de mi padre, llegó una hora antes para no tener contratiempos, ¡muy profesionales!
Bueno pues una hora no es nada así que se llegó el momento. ¡Oh cielos estaba a minutos de ver al amor de mi vida al final del pasillo… mi corazón entonces si se aceleró… bajamos al Lobby para salir hacia y el auto y otra vez aplausos y mucha suerte gritaban! Pero al fondo estaba el auto más hermoso y clásico que me llevaría a la cita que ya tenía hace un año y medio, una promesa que no se rompe cuando la persona es la indicada.
En el auto, mi papá y yo, quien pensé estaría callado todo el camino, no, platicamos muchas cosas y nos mirábamos todo el tiempo, quizá una boda hace que hasta las personas más tímidas liberen tanto amor.
¡Eran 6:25 y llegué! Hermoso el templo. Pum, pum, pum… era mi corazón, era ver a toda la gente que uno quiere ahí, ver a mis padres y hermano acompañándome como siempre, saber que solo unos pasos me separaban por última vez del hombre que amo. La puerta del auto se abrió a las 6:30 en punto y como princesa de cuento dejé salir mi pie y mano derecha para que me ayudaran a bajar, pensé respira profundo y disfruta.
De pronto empieza a tocar la música (Canon), es nuestro momento así que me sujeto del brazo de mi papá y empezamos a caminar lentamente por el pasillo mientras todos los que nos acompañan sonríen y toman fotografías, al fondo…. Ahí está muy nervioso y casi serio mi amigo, mi novio, mi prometido quien me lanza una sonrisa, “aquí estoy ya mi amor”, pensé.
Beso a mi papá en la mejilla y con una mirada le agradezco por haberme formado y protegido durante todos estos años hasta ese día, cuando me entrega a un hombre en quien él debe confiar me seguirá haciendo feliz. Entonces mi mano por fin pasa a mano de Roberto (novio) y cuando el levanta el velo y me ve me dice: ¡luces hermosas!
En ese momento me metí en una burbuja y solo recuerdo pensar en él y en lo bello que me pareció la misa, ni siquiera me fije en la decoración del templo, esa decoración que me estresó meses atrás pues no teníamos el dinero. Es chistoso, pero en ese momento me pareció que nada de eso hubiera importado. A partir de ahí creo que solo me dedique a disfrutar, ya no quise preocuparme por nada y disfrute cada sensación que mi cuerpo me compartía, en todo momento busque la mirada de mi marido.
Hay cosas por supuesto que no salen como lo planeas o esperas, pero al final qué más da lo más importante ya ocurrió, ¡ya estamos casados!
Por ejemplo quizá los centros de mesa no eran tan imponentes como los habían mostrado, y el café que se planeaba dar a los invitados no llegó a todos, la pista que bailó mi esposo con su mamá resultó más movida que la original, alguien prendió los chisperos porque no funcionaban, el mariachi se demoró porque se perdieron y la cena de desvelados bueno, se fueron antes de lo previsto algunos invitados, pero no se preocupen chicas, eso pasa pero solo ustedes lo notan, todos les dirán que fue una fiesta hermosa, pero ¿saben porque? Porque la felicidad no se esconde, así que sonrían todo el tiempo, ¡vívanlo realmente porque se va y queda la nostalgia de ese gran dia!
En la fiesta entramos al salón por cierto muy hermoso a la luz de las velas, con la canción de “Qué Bonito” de Rosario, ¡si no la han escuchado vale la pena! Mi marido bailó con su mamá “Pedacitos de ti” de Antonio Orozco y yo con mi padre tan bello la de “Amor de verdad” de Reik. Es increíble también ese momento, como nunca abracé a mi papá y lo besé ¡que maravilla! ¡Nuestro vals se acompañó de la música de Miguel Bosé con su canción “Por Ti”! Todas las canciones son españolas, ¡nos encanta España!
Bailé como loca, disfruté con mis amigos y hasta le di la sorpresa a mi marido del mariachi, él no sabía que llevaría, pero quería bailar una segunda pieza con él con un gran mariachi: ¡Hasta mi final!
Y es así que hasta el final de la fiesta que terminó a las 4 am me sentí feliz, completa, satisfecha y muy orgullosa de lo que logramos como pareja, ¿es sin duda la primera prueba organizar una boda no creen?
¡Así que espero mi breve historia las aliente y olviden todo nervio que se apodere de ustedes! Yo sigo aún recordando y suspirando.
¡Les deseo lo mejor en esta nueva etapa, gracias por todo!
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