La boda de Ricardo y Zitlallic en Guanajuato, Guanajuato
Elegantes Primavera Rosa 5 profesionales
R&Z
06 May, 2017La crónica de nuestra boda
12 años escribiendo una historia juntos y por fin decidimos unir nuestras vidas para siempre.
¡Y se llegó el día! El sábado 6 de mayo nos levantamos a las 8 de la mañana pues mi novio Ricardo tenía que ir a su casa por su traje y yo tenía que bañarme para ir al salón. Mi mamá y yo teníamos la cita para maquillaje y peinado a las 10 de la mañana, pero como era de esperarse se nos hizo tarde pues tuvimos que regresar por el tocado que se nos había olvidado en casa.
Llegamos al salón de belleza y todas emocionadas me preguntaban si estaba nerviosa y hasta se sorprendían cuando les decía que no, y era verdad, me sentía muy tranquila, no sentía que ya por fin me fuera a casar. Comenzaron con el manicure. Mi suegra, la prima y tía de mi novio también llegaron a alistarse.
Cité a la fotógrafa a las 12 pensando que ya estaríamos listas sin embargo a esa hora apenas empezarían a maquillarme y a peinarme. Se nos fue el tiempo porque me tuvieron que rehacer las uñas, pues me habían quedado muy feas.
Seguir leyendo »Mientras nos estaban arreglando mi mamá estaba toda sentimental, lo bueno que aún no la maquillaban porque si no bye maquillaje. Cuando me vi en el espejo con el resultado final me enamoré, fue justo lo que quería, me sentía guapísima, sabía que mi novio se volvería a enamorar de mí.
Salimos del salón hasta la 1 de la tarde y corrimos a la casa pues ahí se tomarían varias fotos, la del lazo, los anillos, los zapatos, la de mi mamá vistiéndome, mi papá dándome la bendición, etc. Lo que más me gustó fue que mi hermano el más pequeño, bueno ni tanto, ya tiene 22 años, me ayudó también a vestirme, él es muy cercano a mí, tiene todavía esa alma de niño y me ve como su consejera y apoyo por lo que fue muy importante para mí que me ayudara a ponerme el vestido, y hasta aquí todo iba bien pero ¿qué creen? ¡El vestido me quedó grande!
Mi vestido me lo entregaron 2 semanas antes de la boda y la verdad me quedaba en su punto, ni grande ni pequeño por lo que me confié y no me lo volví a medir hasta el día de la boda, gran error, con el estrés de la boda bajé 1 talla por lo que el vestido ya me quedaba grande, en este punto fue en donde el nervio empezó a apoderarse de mí, sin embargo, recordé que había encargado unos tirantes para disfrutar el baile y pues tuvimos que ponérselos, ahí tenía a mi mamá cosiendo tirantes 1 hora antes de salir a la iglesia.
Cité a la florista a las 2 de la tarde en mi casa para que me entregara mi ramo, los ramos de las damas, los corsages, el arreglo del coche. Pues, cuál va siendo mi sorpresa que el ramo no era el que había pedido. Para empezar yo quería mi ramo en tonos rosas y blancos, con ranúnculos y rosas y tenía puras rosas blancas y moradas, al momento sí me disgustó pero aún traía la presión de que el vestido no quedara bien y decidí no darle importancia.
A las 2 de la tarde también llegó mi cuñado con el carro que me llevaría a la iglesia, nos llevamos muy bien por lo que el viaje a la iglesia fue puro echar relajo.
Y se llegó la hora, justo antes de salir a misa a las 4:10 intentaron ponerme el velo pero no se pudo por lo que tuvimos que apresurarnos para pasar a una estética que estaba en el camino, como me habían puesto mucho spray en el pelo la peineta no agarraba. El carro se detuvo justo afuera de la estética y rápido salió la estilista a acomodarlo, hasta dejó a la señora que estaba peinando con el tubo todo caído. Total que tuvo que quitar la peineta y agujerar el velo para poderlo atorar a mi peinado.
Y ahora sí, a seguir el camino a la iglesia.
La misa fue a las 5 de la tarde en el Templo de San Diego, que está en el jardín principal de Guanajuato, al lado del emblemático Teatro Juárez.
El coche se tuvo que ir por la subterránea y estacionar en el túnel que está justo a un lado de la iglesia. Mi novio estaba marcándole y marcándole a mi cuñado para asegurarse que ya habíamos llegado, o que no se nos había hecho tarde, o que él aún no había entrado a la iglesia para así evitar verme. Sabía que estaba nervioso, y yo también, pero nervio del bueno, pensaba “por fin se llegó el día”.
Algo que me gustó mucho fue que mientras estaba en el coche todos se asomaban, todos querían ver a la novia. Por fin se acerca mi papá a abrirme la puerta, salgo y veo la emoción de todos, mis tíos, mis tías y hasta la gente que pasaba por ahí se me quedaba viendo con un gesto de alegría y emoción que me hizo sentir la novia más hermosa y afortunada del planeta.
Y ahí estaba yo, esperando afuera de la iglesia cuando mi mamá se me acerca muy preocupada y me dice: “Ay hija, se me olvidó el letrero de ‘Ahí viene la novia’” y de momento se me vino a la mente el que fue el primer DIY que había hecho para la boda, que lo llevaría mi único sobrino, que ese era su y mi momento, pero no quise mortificar a mi mamá y le dije que no había problema, que mi sobrino entraría junto con mis otras niñas pajes y asunto resuelto.
Y ahí seguía yo, esperando afuera de la iglesia a que nos dijeran que ya podíamos entrar, hasta que por fin me dicen “Ya, ya, ya, fórmense todos los del cortejo, ya vamos a entrar” y me empezó el nervio, mi papá se acerca también todo nervioso y no sabía cómo agarrarme del brazo, ya lo tuve que tranquilizar y decirle cómo.
Todo iba bien, todos yendo a formarse y de repente ¡zaz! que me atoro. Mi velo de 3 metros se atoró en la puerta y tuvieron que ayudarme, por suerte no se rompió. Seguimos caminando para posicionarnos y ahí estaba mi concuñada, formada al lado de mí como si también ella fuera a entregarme en el altar y yo con cara de “What?” y le dije que se tenía que formar atrás de las demás damas de honor pero por problemas con una de ellas no quería, y se lo dije 3 veces y le valió, total que no sé si algún Santo intervino en su mente y se fue a formar no sé a dónde porque justo empezó la marcha nupcial y empezamos a caminar y ya no la vi.
Había mucha gente en la iglesia, todos sonriéndome y emocionados y eso me dio mucho gusto, ver todo el amor que la gente nos estaba dando por el simple hecho de acompañarnos en nuestra misa. En el camino al altar, iba pensando en todo, en que el velo estaba pesado, en que si se me iba a atorar, en si las pajes iban muy lentas, que cuando vi a mi novio de pie, esperándome, todo se me olvidó. Fue algo mágico, mi visión se cerró sólo a él y es hasta el momento el recuerdo más hermoso que tengo del día de mi boda, me vio y me dice “Qué hermosa te ves” y me derretí.
La misa estuvo hermosa y no lo digo solo yo, varios invitados nos lo comentaron, lo que más esperaba era el “y ahora los declaro marido y mujer, puede besar a la novia” y resulta que el padre ni lo mencionó, sólo dijo “démosle aplauso a éstos nuevos novios” y pues yo me adelanté y que agarro a beso y beso a mi esposo entre aplausos y sonidos de campanitas, ah, porque cabe mencionar que como recuerdo a los invitados les regalamos unas mini campanas para cuando saliéramos de la iglesia pero las repartieron mis damas en misa así que ahí estaban todos contentos agitando las campanas en pleno beso.
Me encantó ver que la iglesia estaba llena, de hecho había gente parada porque ya no había lugar, caminamos hacia afuera y todos tomándonos fotos, sonriéndonos, felicitándonos, eso nos llenó el corazón de alegría. Salimos y toda la gente aplaudiendo, hasta los que iban pasando por el jardín se detenían a tomarnos foto, a decirnos que el vestido estaba hermoso.
Según nos tomaríamos fotos fuera de la iglesia pero comenzó a entrar gente pues habría una quinceañera y para que no salieran feas dijimos que mejor las fotos en el salón y algunas personas se fueron, entre ellas mis abuelitos y algunos tíos, pero después cerraron las puertas de la iglesia y los invitados se nos empezaron a acercar y pues le dijimos a la fotógrafa que si nos tomaríamos fotos, así estuvimos como por media hora. El plan para nuestra sesión de fotos era hacerlas en el centro de Guanajuato pues tiene unos callejones hermosos, los túneles de la subterránea o incluso el Teatro Juárez pero había mucha gente por lo que decidimos irnos al Hotel Casa Colorada que es donde sería la fiesta y tomar nuestra sesión ahí. Cabe mencionar que el hotel está en un cerro por lo que tiene unas vistas panorámicas de Guanajuato hermosas así que quisimos aprovechar.
Se dieron las 9:15 y era hora de hacer nuestra entrada al salón, todo el salón estaba lleno, todos aplaudiendo, fue genial ese momento. Nos posicionamos en la mesa, mi novio dio la bienvenida / brindis y terminando aventaron los fuegos pirotécnicos, fue un momento mágico.
Seguimos con la cena, tardaron como 20 minutos en servir y a mí me pareció mucho tiempo, aunque tal vez fue porque mi novio y yo ya teníamos hambre, total que ni pudimos comer porque mi novio apenas probó bocado y se empezó a sentir mal, como no había tomado agua en todo el día como que le dio el bajón y yo por la preocupación se me fue el hambre.
A las 10:20 empezamos con el vals, elegimos “Cásate conmigo” de Reily Barba para nuestro gran momento, fue algo perfecto porque mientras estábamos bailando platicábamos de que ambos sentíamos que estábamos solos en el salón, que no había nadie más a mi alrededor; él me decía que recordaba la primera vez que me vio en la escuela hace ya 12 años y que desde ese momento supo que yo sería su esposa, me derretí. Contratamos una explosión de mariposas de papel y la detonaron en pleno vals, a todos les encantó porque aplaudieron y estaban diciendo “qué padre, que hermoso detalle, jamás habíamos visto algo así”.
Siguió el vals con los papás y yo cometí el grandísimo error de no quitarme el velo, medía como 3 metros y mi papá me decía que no podía bailar porque se atoraba en sus pies o sentía que me pisaba así que lo estaba moviendo y moviendo con el pie. Siguió el baile con mis hermanos y mi cuñado. Después el ramo, la liga y la víbora de la mar, todo perfecto y sin complicaciones y de ahí comenzó la primera ronda de baile.
Después de 45 minutos los músicos tomaron un descanso y en eso entró un comediante a hacer su show, no lo teníamos contemplado en el horario puesto que fue un regalo de un tío de mi esposo, si hubiera sido un comediante malo me hubiera molestado para siempre con él sin embargo fue uno conocido pues sale en televisión, lo mejor de todo fue que los invitados estaban divertidísimos.
Seguimos con el baile y todos felices, la pista no se quedó sola ni un minuto, todos diciendo que el grupo era muy bueno, que la boda estuvo hermosa, que era la mejor a la que habían ido y nosotros sintiéndonos como pavo reales pues habían sido 10 meses de planeación, de 1 intento de boda fallida en la playa y por fin estábamos cumpliendo nuestro sueño.
Si hubo cosas que hubiera querido cambiar el día de mi boda pero creo que yo fui la única que se dio cuenta de las imperfecciones por lo que me atrevería a decir que mi boda estuvo perfecta. Fue el día más feliz de mi vida y no hay mejor prueba que las fotos. Fue un día perfecto para celebrar nuestro amor.
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