La boda de Reynier y Andrea en Álvaro Obregón, Ciudad de México
Al aire libre Primavera Azul 3 profesionales
R&A
02 Abr, 2022La crónica de nuestra boda
¡El mejor día de mi vida! En julio de 2021, mi ahora esposo me pidió matrimonio, así que comenzamos con los preparativos de la boda. Al inicio teníamos opiniones encontradas, porque yo quería hacer un brindis super sencillo, solo con la gente cercana, porque consideraba que una boda en grande era un gasto innecesario y que ese dinero podríamos invertirlo mejor en un viaje o el enganche de una casa. Sin embargo, mi esposo me convenció de que es un evento que solo se realiza 1 vez en la vida y que teníamos que prepararlo como siempre lo soñamos, así que empezamos a pensar en todos los detalles para hacer ese día inolvidable.
Como estábamos en plena pandemia, decidimos que los invitados serían pocos, solo 70, además, él es extranjero y no tenía a mucha familia y amigos en la CDMX, lo que facilitó que fuera un grupo reducido. Yo estaba decidida en que quería que la boda fuera en jardín, ya que me encanta tener ese contacto con la naturaleza y creo que las fotografías lucen más cuando es un espacio abierto. Desde ese momento, me inscribí en la página de Bodas.com.mx y en páginas de bodas de Facebook y empecé a buscar como loca banqueteros que pudieran ayudarme a encontrar el lugar ideal, además de brindar la mayor parte de los servicios (como alimentos, mobiliario, música y decoración) para no tener que contratar cada servicio por separado y volverme loca con la organización.
Seguir leyendo »Después de ver aproximadamente 10 opciones de lugares, seleccionamos como sede el jardín de una casa ubicada en Jardines del Pedregal, el cual es manejado por Pedregal Eventos, banquetera que dentro del paquete incluyó el mobiliario, la comida de 3 tiempos, el Dj (el cual fue excelente y mantuvo la pista llena en todo momento) y la asesoría de una wedding planner que en especial ayudó el día del evento a coordinar todo y recibir a los proveedores externos.
Nuestra misa fue a la 1:00 p.m. en la Iglesia de la Santa Cruz del Pedregal y la recepción comenzó a las 3:00 p.m, finalizando el evento a las 10:00 de la noche. Los servicios que contratamos adicionalmente, fueron: fotografía y video (el servicio nos lo dio Cronos, lo encuentran en esta página y son super recomendables), una fuente de chocolate, el pastel, letras gigantes, la tornafiesta (dimos esquites), los recuerdos (dimos alfajores para que fuera algo comestible y no algo material que al terminar la fiesta acabara en la basura), el fotógrafo, mi maquillista (Karla Guerrero, también la encuentran en esta página y no saben qué talentosa y profesional), paletas heladas, la bebida y un saxofonista para la hora de la comida (Saxvic, super recomendado también). Además de mi vestido y accesorios, el traje del novio, las arras, lazo, anillos, ramos y liga.
Todos los proveedores los conseguí por internet, la mayoría en la página de Bodas.com.mx y el resto buscando en diferentes páginas y expos de bodas. Les recomiendo muchísimo que lean las opiniones que clientes anteriores han hecho de ellos y pidan fotografías de su trabajo real para que puedan tener una idea muy clara del servicio que van a obtener.
Lo más complicado para mí, fue elegir el vestido de novia ideal. No quería comprarlo en una boutique especializada porque pienso que pagar más de $10,000 por un vestido que usarás un día en la vida es una pérdida de dinero, así que fue al centro a probarme varios, pero ninguno me convencía en cuanto a calidad y diseño. Después, encontré una página en Facebook, llamada La bella novia, que se supone fabrica los vestidos a tu medida, encargué uno y me llegó 2 semanas antes de la boda un modelo diferente al que había pedido y definitivamente no era hecho con mis medidas. Me quedaba muy grande, así que en ese momento me puse a buscar opciones en Marketplace de Facebook y vi que hay muchas chicas que ofrecen vestidos seminuevos, vi un par de ellos y ninguno me gustó, hasta que una chica publicó uno que había comprado para su boda pero después engordó y no le quedó, por lo que tuvo que comprar otro y éste se quedó nuevo y lo estaba vendiendo en un precio inferior al que ella lo obtuvo. Fui a verlo y me enamoré, además era justo mi talla, parecía hecho a la medida, bien dicen que cuando las cosas son para ti, aunque te quites. En ese momento lo compré y fui la más feliz con mi vestido.
En ocho meses planeamos la boda y nos encantó cada detalle. Hemos recibido muy buenos comentarios de todo el evento y nosotros disfrutamos de inicio a fin y todo salió perfecto. A pesar de que al inicio no estaba muy de acuerdo con hacer algo en grande, no me arrepiento de la inversión que hicimos, creo que los recuerdos que nos llevamos de ese día durarán para toda la vida, por lo que valió cada peso invertido. Sin lugar a dudas, fue el mejor día de mi vida.
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