La boda de René y Susi en Durango, Durango
De noche Otoño Vino 1 profesionales
R&S
15 Dic, 2018La crónica de nuestra boda
15 diciembre 2018
Después de transcurrir algunos meses de preparativos, planes, ilusiones, mucho estrés, ansiedad, felicidad, por vivir ese día, por fin llegó el tan esperado día que esperé e imaginé toda mi vida. Siempre fue mi convicción y deseo el salir de blanco de mi casa, así como me inculcaron mi mamá y mi papá (Q.E.P.D.).
La noche antes a mi boda no pude dormir plenamente ya que sentía una gran emoción dentro de mí, que no cabía en mi pecho, ya que ese día nos habíamos unido en casamiento por el civil. La mañana del 15 de diciembre desperté con toda la emoción sentía un sentimiento el cual es indescriptible. Me alisté para dirigirme temprano al lugar de la ceremonia el jardín donde seria la recepción, me acompañó mi hermana la cual en todo momento me apoyó, llegamos y acomodamos sillas y mesas a mi gusto como soñé, los adornos, luces, globos y demás cosas que yo misma diseñé y realicé durante la planeación (DIY) para ese día. Yo estallaba de emoción igual que mi hermana feliz, a las 12 del medio día terminé, y nos regresamos a mi casa, entré a bañarme y pensaba en todo lo que iba a suceder en horas posteriores si habría algún inconveniente, salí y posteriormente me maquillé yo misma, mi hermana me peinó, me puso mi tiara, y accesorios, mi mamá tan bella ya lista y hermosa, al igual mi hermana me ayudaron a ponerme mi enorme vestido, vestido el cual toda mi vida soñé desde que jugaba con mis muñecas tenía en mente ese vestido que durante meses ya moría por ponérmelo. De igual manera mi velo tipo catedral largo de 5 metros por 3 metros, decidí ir velada como siempre lo anhelé, y ya lista solo faltaba una cosa por hacer, el tomar mi ramo de novia de rosas blancas, con una foto de mi papá el cual me hizo mucha falta estar en la planeación de la boda, y en ese día tan hermoso el cual toda mi vida mi mamá me puso la bendición. Esperamos la limosina, eran las 3:30 pm la misa iniciaría a las 4:15 pm y se dieron las 3:50, 4:00 y la limosina no llegaba por nosotros, yo empezaba a sentirme muy triste y alarmada, pero siempre trate de tomar la calma ya que no iba a arruinarme ese día nada. Mi futuro esposo amado me escribía que ya estaban todos esperándome en la iglesia de Santa Ana y la sagrada familia, el me escribía también que no me preocupara que todo iba a salir bien. A las 4:30 llego mi limosina, por fin respiré tranquila. Nos dirigíamos a la iglesia mis hermanos y mi mamá, se podía ver en sus rostros los nervios y yo estaba igual sin embargo muy feliz el poder haber salido de blanco de mi casa velada. Me gustaba que las personas en la calle nos voltearan a ver y no por vanidad si no porque yo pensaba este es mi momento soy por fin la novia la que todos ven.
Seguir leyendo »Llegamos a la iglesia y la limosina se detuvo en la puerta y respiré profundamente y bajé, mi hermana se adelantó para avisar de mi llegada y avisar a los músicos de cuerdas que hicieran mi llegada y entrada triunfal el momento más esperado de mi vida. Mi mamá y mi hermano me ayudaban a acomodar mi vestido y mi enorme velo, se podían devisar personas en la puerta, llegué y pude ver que todos me estaban esperando, llegó el sacerdote e inició la celebración del sacramento. Respiré nuevamente profundo, me persigné y pensé en mi papá, dije cómo le hubiese gustado el estar conmigo y poderme entregar en el altar, cosa que siempre fue nuestro sueño, pero sé que él estuvo conmigo en todo momento, no físicamente pero el ahí estaba.
Mientras caminaba hacia el altar con mi mamá y mi hermano, yo estaba orgullosa que mi mamá me entregara ya que siempre me cuidó tanto, podía ver a mi futuro esposo y se reflejaba su felicidad al verme y de poder cumplir el sueño de por fin casarnos y estar siempre juntos. Después de tantas pláticas y planes sobre nuestra boda, por fin él estaba ahi esperándome en el altar, y yo caminando hacia el para unirnos en sagrado matrimonio.
Llegué y mi futuro esposo levantó mi velo, fue un momento muy emotivo para todos. La celebración inició, en todo momento tenía ganas de llorar de felicidad. Disfruté mucho la misa que fue preciosa, estar frente al santísimo y que estuviera el espíritu santo de testigo sobre nuestra unión fue hermoso. Sé muy bien que Dios todo poderoso ya tenía esto planeado, él tendría que ser mi esposo. La ceremonia terminó y estábamos inmensamente felices mientras los músicos de cuerdas tocaban sus melodías entre ellas Matrimonio de amor de Richard Clayderman y por fin lo habíamos logrado, nos habíamos casado. Todos los asistentes estaban felices, se podía ver que las personas presentes les daba alegría nuestra unión, caminábamos juntos hacia la salida.
Afuera nos tomamos fotos con nuestras familias y amigos, la luz natural se iba y yo estaba preocupada por la sesión de fotos, pero mi esposo me trataba de tranquilizar, diciéndome que iban a salir bien y serían un gran recuerdo. Llegamos al lugar para la sesión de fotos para el recuerdo y posteridad, estaba ya sin luz solar sin embargo las fotos salieron preciosas, y el poder conservar recuerdos con mi familia de ese día tan especial e importante para mí no tiene precio. Yo me sentía cansada físicamente ya que todo mi ajuar estaba pesado sin embargo trataba de disfrutar cada momento, y estábamos muy felices mi esposo y yo, por fin esposos.
Debo de decir que todo ese día se sintió un frio que calaba hasta los huesos sin embargo yo quería lucir mi vestido porque sabía que no lo volvería a usar, aparte me encantaba. Llegando al lugar de la recepción estaba nuestra familia y amigos, fue en un jardín, así siempre lo quisimos mi esposo y yo, el frio si estaba muy fuerte, pero yo disfrutaba cada momento a lado de mi ahora esposo. El jardín estaba precioso tenía detalles muy únicos, la fiesta comenzó, bailamos, reímos, lloramos, almacenamos tantos recuerdos en nuestras mentes y corazones que siempre lo recordaremos. Fue un gran detalle de la familia que vinieron de lugares muy lejos solo para estar con nosotros ese día, de Estados Unidos entre otras partes de la república. El menú de nuestra celebración fue preparado por la familia de mi esposo, asado rojo, arroz y patoles, fue una recepción con nuestros orígenes de nuestra familia. Los músicos que tocaron en la fiesta fueron la familia de mi esposo, la banda norteña de su hermano y el conjunto norteño de su papa Don Pascual, el ramo, la viborita, el baile del billete, nuestro primer baile fue una polka estilo norteña, todo fue hermoso. Fue una boda tradicional y sin duda lo volvería a repetir, recordamos a mi papá Don Marquitos con ‘El hombre que más te amo’ de Lalo Mora. Luego partimos el pastel, que sin duda fue el pastel más rico que probé en mi vida, de zarzamora, y los muñecos del pastel los personalicé como yo y mi esposo y que ahora los tengo de centro de mesa de mi cocina. Estoy enormemente agradecida con mi mamá Blanca por guiarme hasta aquí y apoyarme, mi suegra Doña Marina por ayudarme bastante con los preparativos de la boda. A los familiares y amigos que aunque no fue una boda numerosa estuvieron las personas que debieron estar alegrando nuestro momento. A las 2 de la mañana terminó, me despedí de mis hermanos y mi mamá me puso la bendición otra vez yo le dije que la amo, y mi esposo y yo nos dirigimos a nuestra casa que por fin podríamos habitar juntos después de tantos esfuerzos.
Esta comunidad me ayudo bastante en la planeación de mi boda, conocí personas muy buenas, amistades, conocí novias que se casaban el mismo día que yo, con mis mismos nervios, miedos y temores. Fue una planeación estresante buscando la perfección, sin embargo, aunque algo se planee mucho siempre habrán detalles en una boda, en mi boda los hubo pero sin duda le agradezco a Dios por permitirme disfrutar ese día y lograr mi sueño de casarme con mi mejor amigo, cómplice, y amor de mi vida. El día más feliz de mi vida no pudo haber sido más perfecto para nosotros.
Otros Proveedores
Otras bodas en Durango
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario