La boda de Omar y Edna en Oriental, Puebla
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O&E
16 Abr, 2016La crónica de nuestra boda
¡Nuestra boda fue sencillamente maravillosa! Nosotros somos de la CDMX, pero no queríamos una boda que durará solo 7 horas como se acostumbra aquí, así que nos dimos a la tarea de buscar en algún estado de los alrededores, al buscar por esta maravillosa app, encontramos la Hacienda Santiago Texmelucan, nos pusimos en contacto con ellos y de inmediato nos invitaron a conocerlos, sin pensarlo más nos hicieron la reservación y desde el momento que pisamos la hacienda nos enamoramos, la atención de las personas que laboran ahí es excelente. ¡Al siguiente día, conocimos a Marisol y Erick y al platicar con ellos nos dimos cuenta que ellos harían realidad todo lo que queríamos, que inicialmente era no tener una boda corta, ¡así que nos ofrecieron una boda de tres días! El proceso de la planeación ni lo sentimos, ya que la wedding planner de la hacienda, África Simón, se encargó de todo.
Llegó el día 1, viernes. Una cena con toda nuestra familia y amigos, que se hospedaron en la hacienda, porque si no se habían convencido de que la hacienda es una maravilla, tiene habitaciones, (¡ya sé! parece comercial) lasaña y una deliciosa ensalada fueron los platillos de esta noche. Ese día terminamos bailando y disfrutando muchísimo.
Seguir leyendo »A las 2:00 am me fui a dormir, pues tenía que estar lo más fresca posible para el siguiente día. Pero, no todo fue miel sobre hojuelas, días antes se me ocurrió decir que, como en la cajuela del auto solo iría mi vestido y el traje de Omar, mi ahora esposo, pues podía llevarme los vestidos de las damas, mi mamá y el traje de mi papá. Pues resulta, que olvidé el traje de mi papá, Omar me despertó como a las 3:30 para decirme que se regresaba a la CDMX por el traje, yo no sabía qué hacer, me preocupé muchísimo, pero moría de sueño, así que me quedé dormida y a las 7 am corrí a la habitación de mis papás para saber que sucedía, mi papá estaba enojadísimo y con justa razón, pues puso mucho empeño en escoger su traje, yo bueno, me sentía super culpable. Omar recordó que unos amigos, que afortunadamente viven cerca de nosotros, saldrían por la tarde hacia la hacienda, les llamamos para que fueran con un cerrajero a nuestra casa y nos llevarán el traje, para no hacer más largo el cuento, ¡el traje llegó sano y salvo!
Ya en el día 2, el día B, después del martirio del traje fuimos a desayunar, ya estando más tranquila en el restaurante, vi que llegaban las chicas que me arreglaron, pero sin la maquillista principal. Estaba embarazada y meses antes me comentó que estaba programada para el 30 de abril, pero pues en los embarazos nunca se sabe, y si, justo el día de mi boda entró en labor de parto. Por fortuna, la chica que al final me maquillo, me había hecho una prueba de maquillaje por si las dudas, así que me quedé muy tranquila. Ya como a las 10 am empezamos con el arreglo, maquillaje y peinado a todo lo que da, mientras tanto, veía muy entretenida a los hombres jugar (o intentar jugar) futbol americano, pues la habitación donde me arreglaron, la nupcial, da al jardín principal y desde ahí podía ver todo.
Ya con maquillaje y peinado mi mami me ayudo a vestirme, un momento muy íntimo y solo de nosotras.
A las 2:00 pm llegó la hora de ver a Omar, pues decidimos tomarnos las fotos previas a la ceremonia.
Esas “mariposas en el estómago” que sentí cada que los fotógrafos me decían “ya casi”, son indescriptibles, pero una de las sensaciones más hermosas que alguna vez he tenido. Nos vimos y no pudimos evitarlo, lloramos, ese momento fue ¡hermoso! ya que, a pesar de que todos los invitados estaban en la hacienda, justo en ese momento, las únicas que lo presenciaron, y sin planearlo, fueron nuestras mamás. Fue un momento único.
Hicimos la sesión de fotos nosotros solos y con las damas, terminamos y fuimos a descansar para que a las 4 iniciara la ceremonia.
Y bueno, ¡llegó el momento! Caminé del brazo de mi papá, que se veía muy guapo con su traje, que qué bueno que llegó, si no, dice que me hubiera entregado en shorts.
Solo fue ceremonia civil decidimos hacer una “unplugged wedding” bueno solo la ceremonia, así nuestros invitados estuvieron atentos en todo momento a lo que ocurría y fue muy emotivo para todos. Después de que la jueza nos dijo “los declaro marido y mujer” y el beso y todos aplaudieron, nuestros papás dijeron unas pequeñas palabras para nosotros a modo de un ritual familiar de casamiento para proseguir a decirnos nuestros votos e intercambiar anillos y ¡ya somos esposos!
Lo demás estuvo igualmente hermoso, nuestro primer baile, la comida una real maravilla, la música, el ambiente, nuestra familia feliz, bailando y disfrutando nos hizo los más felices del mundo. ¡La fiesta inició formalmente a las 6 pm y terminó a las 5 am! Obviamente no todos nuestros invitados se quedaron hasta esa hora, pero a esa hora, para los que estábamos, terminó todo.
Al siguiente día, el día 3 (o más bien unas horas después) hubo desayuno con pancita, al que ni Omar ni yo llegamos, pues se sirvió a las 9 am y no nos despertamos. Pero si llegamos al almuerzo a las 12, hicieron una parrillada con carne asada, cebollitas, nopales etc.. y lo mejor con cerveza para aligerar un poco la resaca.
Todos nuestros invitados se veían super felices. Los comentarios que recibimos fueron de lo mejor, amaron poder estar tan cómodos sin tener que estarse trasladando de un lugar a otro, creemos que por eso estaban tan contentos y desinhibidos durante la fiesta, pues no tuvieron la preocupación de tiempo.
Al final, aun con los pequeños percances que tuvimos, todo fue un éxito, hasta el momento seguimos hablando de ese día. Si pudiera casarme cada año lo haría con todo el gusto del mundo.
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