La boda de Moisés y Yajhaira en Veracruz, Veracruz

La crónica de nuestra boda

Las complicaciones fueron vastas, los cambios muchos, las adaptaciones incontables y las soluciones parecían escasas. El dinero parecía fluir solo hacia afuera, gastos contemplados e interminables imprevistos, lo que pretendía ser un evento privado, intimo para dos familias que se unían poco a poco se convirtió en una fiesta de más de cien personas, ayudas se ofrecieron, manos se extendieron para hacerlo posible, el apoyo y el cariño emergió de fuentes incontables, el número de invitados ascendía, los detalles por resolver aumentaban, pero las ilusiones y las soluciones crecían y crecían.

Al final, lo que usualmente se concibe como un evento pomposo y elegante, terminó siendo una gran reunión de amigos y familia, la comida se cambió de lo gourmet a lo sabroso, la coctelería sofisticada dio paso a los barriles de cerveza que apaciguarían el inclemente calor del puerto, la pista de baile fue sustituida por una alberca que los novios utilizaron para sellar lo divertido que resulta compartir vidas, los invitados rieron a mas no poder mientras se iban lanzando uno a uno a la alberca con trajes, vestidos, zapatillas y mocasines, las habituales luces utilizadas por los salones de fiestas quedaron obsoletas ante el brillante sol filtrado por palmeras, faisanes caminaban entre los invitados, la comida buffet fluía y era consumida con singular alegría, los discursos eran más bromas que halagos, los bailes semejaban más una fiesta universitaria que un cuadrado evento establecido.