La boda de Mario y Carolina en Cuernavaca, Morelos
Al aire libre Invierno Morado 3 profesionales
M&C
02 Dic, 2017La crónica de nuestra boda
El día tan esperado llegó después de una semana de cierre muy ajetreada, cierre de pedidos, pagos a proveedores, detalles de último minuto pero no me puedo quejar, pues todo lo hicimos juntos Mario y yo somos un excelente equipo y lo demostramos ese hermoso día. Nerviosos, un poco desmañanados pero llenos de emoción empezamos nuestro día especial.
Él, con la última vuelta al jardín para acomodar los arreglos finales para la ceremonia, y con el traje listo esperándolo en la habitación acompañado de mi cuñado el menor, pero con una sonrisa que no podía ocultar.
Por mi parte, desde el amanecer aproveché para tomar unas fotos al jardín, antes de que estuviera listo, y como alguna vez me lo imagine, estaba hermoso, radiante, con los primeros rayos iluminando la carpa y las mesas recién puestas. Era buen augurio pues el cielo estaba completamente despejado. No pude evitar soltar unas lágrimas de la emoción y como me prometí no llorar aproveché ese instante sin dudarlo, de ahí en adelante, solo sería sonreír.
Seguir leyendo »Las horas pasaron volando, llegó July con todo su equipo para dejarme hermosa, debo decir que ni yo me reconocí al ver el excelente trabajo de July. Fue entonces que llegó mi mamá, con una carita tan hermosa y dulce que nunca olvidaré, me dio un fuerte abrazo y dio su bendición y mientras ella se estaba arreglando aproveche para asomarme por la ventana y ver de lejos al que dentro de unos momentos seria mi esposo. Se veía guapísimo aún sin el traje, aunque prometimos no vernos hasta el altar, no aguante la tentación y sin que se diera cuenta le mande un beso, el último como prometidos.
Poco a poco llegaron los invitados, el jardín empezaba a tener más vida, todos se veían contentos y yo cada vez más nerviosa, pero de esos nervios bonitos, esos nervios que son de felicidad.
Finalmente, Eli, mi WP entra a la habitación y me dice que ya es hora, que todo está listo y es en este momento que tengo que darme una mordida porque se me iban a salir unas lágrimas de la emoción.
Mi papá toma mi mano y junto con las damas, mis amigas más cercanas, y mis hermosas pajecitas empezamos a caminar hacia el altar. Todo se ve hermoso, más de lo que pude haberlo imaginado, a todos nuestros invitados los veo contentos y yo soy la más feliz pues están conmigo y con Mario compartiendo un momento único y maravilloso. De repente, lo veo a él, vestido con traje de lino que lo hace ver como nunca imagine, veo en sus ojos el amor y la emoción, no cabe duda que no pudo haber sido nadie más que él pues en ese instante solo los dos éramos uno, maravillados del bellísimo instante que estábamos viviendo. Sin más, mi papá me entrega en el altar y tomados de la mano, Mario y yo nos dejamos llevar por la ceremonia de nuestra boda. El dueto hizo de la ceremonia un momento mágico y nuestros seres queridos ahí reunidos disfrutaron de ese instante tanto como nosotros.
Finalmente el padre nos declaró marido y mujer, y esta vez encabezando la salida, llenos de gozo lis invitados empezaron a lanzar pétalos y burbujas sin parar.
Los abrazos y las felicitaciones no tardaron en llegar y en pocos minutos nos vimos rodeados de seres queridos, la nueva familia Soriano Espino se acababa de formar y con esto nuevos primos y primas, tíos y tías, nos deseaban lo mejor.
Ahora si la fiesta empezó, y después de disfrutar de la bienvenida, pasaron a tomar sus asientos para recibirnos como los esposos más felices, sin dejar de aprovechar la oportunidad de agradecerles el habernos acompañado y que desde ese momento disfrutaran con nosotros de la hermosa fiesta preparada.
Inició el banquete y nosotros aprovechamos para ir a saludar cada mesa de la fiesta, amigos familiares y seres muy queridos estaban ahí, unos venían de cerca, otros de más lejos pero ahí estaban y eso era lo que valía la pena.
Nos tomamos unas fotos antes de sentarnos a comer y el grupo amenizó maravillosamente con el saxofón la hora de la comida.
Terminando el saxofón, quisimos dar un brindis con nuestros padres y padrinos. Palabras muy emotivas se escucharon de cada uno de ellos, espero nunca olvidarlas pues todas fueron sinceras y con mucho amor.
Cerramos este hermoso momento con un vals y fue entonces que bailamos nuestro primer baile de esposos, luces de bengala acompañaron el momento.
La fiesta y la música invaden la pista y es hora de levantarse de los asientos y dejarse llevar por el excelente ambiente que el grupo hizo desde entonces hasta el final.
Hubo de todo, música regional y moderna, para bailar y ser bailado. La víbora de la mar, el ramo y la liga fueron únicos, creo que todos disfrutamos cada momento.
La mesa de dulces, el pastel, el stand de mezcal y el escenario de fotografía hicieron única la fiesta y la fogata e iluminación del lugar lograron un efecto maravilloso al caer la noche.
Una canción de amor a la luz de la velas dieron el toque emotivo y romántico al evento y todos nos abrazamos de nuevo.
Terminó el grupo y para cerrar con broche de oro llegó la banda y de nuevo a bailar para celebrar el fin de nuestro día especial que sin sentirlo, se pasó en un instante.
Nunca olvidaremos este día.
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