La boda de Marcos y Mónica en General Escobedo, Nuevo León

Me fascinó como realizó la ceremonia la juez, fueron unas palabras tan hermosas que hasta estaba por llorar. Al terminar brindamos y nos felicitaron las personas que nos acompañaron, pero no nos estabamos dando cuenta que se nos estaba haciendo tarde para la misa. Salimos todos corriendo ahora a la iglesia. Llegamos a tiempo pero ni me dio tiempo de organizar a las damas ni pajes. Así como llegamos nos acomodamos y para adentro, había demasiada gente, traíamos porra, no nos imaginámos que asistiría tanta gente a la misa y nos encantó.

Al salir nos tomamos algunas fotos, ya porfin teníamos la bendición de Dios. Y era hora de festejar. Nos fuimos a la recepción y llegando me dice el de la cintas que no pudieron descargarme la canción que bailariamos con nuestros papás. Entré en pánico con el hambre que traía. Era lo peor, estaba enojada, lloraba y reía, traía todos los sentimientos a flor de piel por un mínimo detalle. Los padrinos y mis damas se pusieron al rescate unos se pusieron a ver como descargaban la canción y otras fueron por un vaso de agua, dulces y fruta para calmarme los nervios. Ya después que me calmé y lograron descargar la canción, entramos a bailar nuestro primer vals.

Había solo una cosa que yo pedí estrictamente al de las cintas, que fue al minutos 1 de la canción lanzar los chisperos y lo hicieron. Mi cara de emoción en ese momento bailando con mi esposo y estando en la mirada de todos fue lo mejor.

Y ahora si, a disfrutar de nuestra fiesta, que ambos con tanto tiempo estuvimos planeado y soñando.