La boda de Manuel y Lucía en Tlalpan, Ciudad de México

La crónica de nuestra boda

Fue una boda hermosa, como todas, ¿no? Ja, ja, ja. La hicimos en el Lienzo Charro del Pedregal, que es un lugar hermoso, con muchos jardines y muy representativo de nosotros. No me gusta decir que fue una boda temática mexicana, porque no nos inspiramos más que en lo que amamos: los colores, las flores y Manuel es charro desde que nació, así que solo hicimos del evento algo muy nuestro.

Otra pieza clave para que nuestra fiesta fuera inolvidable es que decidimos que la disfrutaríamos al máximo, sin preocuparnos de que estuviera perfecta… Jamás perdí la sonrisa y miren que mi chofer nunca llegó por un mal cálculo del tráfico, 3 Ubers me cancelaron y acabé llegando en un auto compacto, super compacto, junto con cajas de recuerdos y súper apretada ja, ja, ja, ja. Eso no me afecto, ¡¡¡porque sabía que Manuel estaría ahí para recibirme feliz!!!

En cuanto a la comida estuvo muy rica y diferente a lo que se sirve, o al menos creo que todos se sorprendieron, dimos aguachile de sopa de tortilla, chiles rellenos, y peras en almíbar, ¡¡¡todos amaron los camarones!!! Nadie paró de bailar en toda la noche, y después de 2 años de posponerla, porque Covid… quisimos maximizar el tiempo, por lo que nos saltamos algunos rituales como la víbora de la mar y la liga, creo que eso ayudó a mantener el ritmo de la fiesta, que nadie se sentara y que todos se divirtieran. También dimos una pequeña demostración charra, lo suficiente para emocionar y no aburrir.