La boda de Manolo y Caro en San Juan del Río, Querétaro
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M&C
04 Jul, 2015La crónica de nuestra boda
El mejor día de mi vida comenzó muy temprano, ya que la cita para el maquillaje y peinado era a las 7 a.m. Decidimos tener la sesión de fotos antes de la boda, para no tener a los invitados esperando tanto tiempo y para aprovechar más el día. La noche anterior no pude dormir casi nada.
La boda fue en la hacienda Fiesta Americana Galindo, mi familia, la de Manolo y varios invitados se quedaron desde una noche antes así que el viernes cenamos varios juntos y algunos se quedaron en el bar.
El día comenzó con un baño rápido, una blusita de botones para ir al maquillaje y peinado. El peinado quedó diferente a las dos pruebas anteriores (por el acomodo del velo y tocado), así que pedí que lo cambiaran y tardamos un poco mas de lo esperado. La cita para la sesión de fotos era a las 11 a.m., las damas llegaron a esa hora, aunque dos llegaron retrasadas. Empezamos la sesión de fotos, pero con las prisas y la emoción se me olvidó ponerme bloqueador en los hombros (mi vestido era strapless), así que comenzamos con las fotos divertidas con damas, luego fotos con la familia y fotos de los dos… ¡quedaron muy lindas! Y luego fuimos a la iglesia, el gran momento.
Seguir leyendo »La misa fue en la iglesia de San Gil, una capilla pequeña. Cuando llegué (a la 1:30, aunque la cita era a la 1), ya estaba llena, y me llené de emoción de ver a toda la gente que quiero ahí, fue un momento muy emotivo y lindo. Entrando por el pasillo del brazo de mi papá y viendo a Manolo al frente, casi lloro de la emoción (¡aparte que todas mis tías y amigas estaban llorando!) fueron muchas emociones al mismo momento… todo super lindo. El padre fue muy lindo y bromista y aunque la misa fue un poco larga (1 hora y media), todos dicen que estuvo muy padre. Mi prima cantó todas las canciones, mis tias leyeron las lecturas, las damas participaron y repartieron los misales y unos decenarios que regalamos.
Después llegamos al salón, había primero un cocktail afuera en un jardín, tomamos una copa y después empezó a llover poco, así que fueron entrando al salón (por suerte lo hicimos en el salón) y ahí la gran entrada, con la canción que habíamos seleccionado: How long will I love you? De la película Cuestión de tiempo.
Siguió la comida, que estuvo deliciosa, fue una ensalada griega, crema de brócoli con almendras y pollo a las finas hierbas relleno de queso philadelphia y espinacas. En ese momento yo seguía un poco nerviosa. Contratamos a un multiinstrumentista que conocía mi hermana para animar durante la comida, y estuvo muy bien. Puso buen ambiente y tocaba muy bien.
Después fue el vals, nuestra canción Hasta mi final de Il Divo, y luego bailamos con nuestros papás y abuelitos. Y de ahí abrimos pista como a las 5:30. Todo el tiempo estuvo llena la pista. A partir de ese momento, ¡adiós nervios y a divertirme a lo grande! Me la pasé genial, bailamos, estuvimos con primos, amigos, tios, y los dos súper felices. Los dos sonreíamos todo el tiempo, y todo fue perfecto.
También hubieron muchos detalles y sorpresas para los invitados, como fue una cabina de fotos de Friendsbox, unas pantuflas muy lindas y personalizadas de TutiFruti, el sonido estuvo genial, pusieron muchísimo ambiente con Danzound (les pedimos que empezaran con música no tan prendida, como de los 50’s, rock, e ir subiendo poco a poco el ambiente). La verdad eso funcionó super bien, porque había también muchos adultos y gente mas grande, entonces hubo música para todos. Llevaron muchos sombreros y souvenirs para la pista, que también animó bastante, y después hubo un show de neón que puso mucho ambiente. También tuvimos dos barras de dulces que preparó mi hermana, ¡le quedaron geniales! Aunque la verdad es que fue mucho trabajo y buscar muchas cositas, pero valió la pena. Hubo un pastel muy rico de capuchino, helados, y muchas fotos.
Y al final, una hora de mariachi para terminar. Ahí ya no aguantaba los pies, el peinado y el vestido, pero igual cantamos y bailamos todas las canciones. A la 1 a.m. terminó la fiesta y como muchos invitados se quedaron en el hotel, todavía había mucha gente a esa hora.
Y para terminar la luna de miel… dos semanas de vacaciones deliciosas, después de tanto stress y preocupaciones, a disfrutar de la playa, y sobre todo de nosotros y nuestra nueva vida.
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