La boda de León y Shannon en Tláhuac, Ciudad de México

La música siguió, y entraron nuestros pequeños amigos con unos letreros muy divertidos, seguidos de nuestra corte de honor, finalmente mi mami y yo.

Somos cristianos, nuestro amado Apóstol y su esposa, vinieron desde Texas, para llevar a cabo nuestra ceremonia, nuestra amada pastora, fue la traductora, todo fue hermoso. Nuestros padrinos de lazo, arras, Biblia y anillos, se lucieron. Y la ceremonia terminó con un "¡puede besar a la novia! Les presento a la familia Cerrillo Herrera", fue lo mejor del mundo.

Mientras todos disfrutaban de la mesa de vinos y quesos, siguió la sesión fotográfica con nuestra corte de honor, amigos y familia. Ya que la mayoría de los invitados se acomodaron en sus mesas, y disfrutaron del saxofón, entramos (todos gritaron y aplaudieron) y tomamos nuestro lugar en nuestra mesa VIP.

Mientras comíamos se proyectó un video sobre nuestra historia, el banquete fue exquisito, algo fuera de lo común, que sin duda les gustó a todos (tuvimos menú vegetariano también, tómenlo como tip, se los agradecerán). Aun no terminaban de comer, cuando mi esposo y yo los tomamos por sorpresa con nuestro primer baile (nota: ninguno de los dos bailamos, pero nuestro coreógrafo hizo un milagro con nosotros, porque gracias a Dios todo salió bien y nos lucimos).

La fiesta siguió, se abrió la mesa de dulces, brindamos, partimos el pastel, el cual estaba delicioso (lo amamos, fue rústico, elegante, todo lo que esperábamos). Seguimos con la víbora de la mar, lancé el ramo, León lanzo la corbata, hubo muchas risas y me sorprendieron al lanzar a mi esposo a la alberca (mi amor, pobrecito).

Bailamos, reímos, sacamos a los invitados al jardín para la última sorpresa, pirotecnia. Fue algo mágico, todos tenían 1-2 luces de bengala, mientras disfrutaban de todo el show. Lo más padre fue ver nuestros nombres hechos chispas, seguidas las bombas de muchos colores. Pero para terminar con broche de oro, llegó el mariachi. Algunos cantaban y bailaban, otros disfrutaban la tornamesa, pero todos estaban muy felices con sus plantitas y jabones que dimos de recuerditos.

Una amiga me dijo "inconvenientes van a haber, puede que no salga como lo planeaste, pero tu disfruta, te casas con el hombre que amas y eso es lo que importa", tuvo toda la razón, mi boda fue mi boda soñada, porque todos se divirtieron y celebraron conmigo y con mi esposo, ese día tan especial para nosotros.