La boda de Juan Manuel y Montserrat en Puerto Vallarta, Jalisco

Durante el proceso de la planeación, siempre se involucró hasta en el más mínimo detalle, entre los dos elegimos todo (invitaciones, música, recuerdos, color, flores, etc.), así que todo tenía algo de nuestro estilo. No puedo negar que tuve días muy estresantes, muchas veces tuve pesadillas, una de las cosas que más me ponía tensa eran los invitados... que si nos pasábamos del número, que no confirmaban, en fin.

Uno de los momentos más bonitos de la organización, fue cuando fui a buscar mi vestido de novia. Vivimos en Puerto Vallarta, y fuimos a buscarlo a Guadalajara. Dedicamos dos días para eso y al final del primer día, lo vi en Klent Bridal. Al verlo me encantó, pero como ya era tarde, no pude medírmelo ese día.

Al día siguiente a primera hora volvimos, y al medírmelo lo sentí tan ligero, cómodo, y me sentía hermosa en él. El precio era superior a mi presupuesto, pero me hicieron un gran descuento y terminé gastando casi nada extra. Aparte que me incluía un velo que me gustó muchísimo.

Mi mamá siempre me apoyó en mis gustos y me daba buenas opiniones cuando alguno no se me veía tan bien. Fue un gran apoyo en esa decisión.

Son muchas las historias que se pueden contar respecto a una boda. Sobre la planeación, les diré que fue algo estresante, pero mi esposo y yo aprendimos mucho a dialogar, ceder, hacer equipo por el bien de los dos y nuestro gran día.

Ahora sí, les platicaré como fue el día de ¡nuestra boda!

Muchos aconsejan que ese día solo nos relajemos, un masaje, el spa, y suena genial, pero no siempre se puede dar ese gusto. Más cuando quedan aún pendientes y no hay quién te ayude de momento.

Pues nosotros ese día fuimos temprano al salón, a ver el montaje, definir últimos detalles, vimos como el salón iba tomando forma. A pesar de los tiempos, fue un buen recuerdo. De ahí nos despedimos mi esposo y yo para cada quién irse a arreglar. Nuestra ceremonia religiosa fue a las 7:00 pm en el Templo de San Miguel Arcángel, en Puerto Vallarta. Por mi parte, fui con mi mamá a que nos peinaran y maquillaran al salón de belleza Labios Carmín, el resultado me encantó, ya había tenido una prueba, pero había detalles que quería cambiar, y pues me encantó. Nos fuimos a casa de mis papás, ahí mi mamá me ayudó a ponerme el vestido y pues ya estando listos todos, nos fuimos a misa.

Mi sueño era que mi esposo me viera vestida de novia hasta entrando al altar, y así fue. Tenía unos nervios que no sé ni cómo explicarlos, veía tantísima gente sonreírme, nuestros seres queridos, familia y amigos, ahí estuvieron, el templo estaba lleno. Era una alegría inexplicable, y el ver a mi esposo tan feliz y emocionado me causaba aún más felicidad.

El sacerdote que nos casó es un amigo mío, y la misa la verdad estuvo hermosa. Cada símbolo (anillos, arras, lazo), tienen un significado muy lindo. Fue un sueño hecho realidad.

De ahí nos trasladamos al salón Regina, donde fue también nuestra boda civil, en ella intercambiamos algunas palabras y votos, nuestros padres y testigos nos dedicaron algunas palabras, fue un momento muy emotivo.

Después de ese momento inició a tocar el mariachi y comenzaron a servir la cena, por cierto estuvo deliciosa. Después de la cena proyectaron nuestro videoclip con fotos de nuestro noviazgo y de nuestra sesión, y así dimos apertura para iniciar nuestro primer baile. Bailamos la canción de Perfect, de Ed Sheeran, que siento que habla mucho de nuestra relación y proyectos juntos. Bailamos el vals familiar y después de eso continuamos con otros momentos más como fue lanzar el ramo y la liga, posterior a eso, partimos el pastel y brindamos. Después del brindis, comenzó a tocar la banda y se rompió el baile, en ratos también el DJ ponía música de varios géneros. Recibimos muchos regalos, gracias a Dios, y pudimos compartir con muchos nuestro gran día. Fue una celebración sencilla, sin tantos protocolos, pero a nuestro gusto y presupuesto.

Fue un día único, lleno de emociones encontradas, pero sin duda muy especial. Pues fue solo el inicio de una gran aventura que comenzamos. Sin duda una boda es grandiosa, y para quien tiene la oportunidad de vivirlo, y claro, con la persona que amas… es una muy hermosa decisión.