La boda de José Toledo y Fayne Sandria en Bacalar, Quintana Roo

Ya de pie frente al altar el juez empezó el discurso y una nube hizo un acto de presencia comenzando a lloviznar. Me sentí triste ya que de verdad quería una boda frente a esas bellas aguas y en mi corazón hice una plegaria a Dios pidiéndole que si él estaba feliz con esta decisión y bendecía mi matrimonio alejara esa lluvia y si no fuera mucho pedir mandara un arcoíris en su lugar. ¿Y qué creen? eso fue justo lo que pasó, llegó un viento muy fuerte que se llevó la lluvia y de repente dos hermosos arcoíris se dibujaron en el cielo (algunos dicen que vieron 3 yo solo vi 2) y otra vez no pude evitar llorar.

La tarde pasó rápido, el banquete estuvo a a cargo de Banquetes Alioli que decoró el lugar como había querido de azul turquesa y morado. Decidimos una decoración sencilla porque nada puede igual la belleza de la laguna de bacalar. De entrada, fue una crema de elote y galletas con paté, de platillo principal pollo relleno de plátano macho, espagueti poblano y ensalada de fresa, el pastel fue de fresa y queso de bola, riquísimo. Además de la mesa de postre que se rellenó varias veces hubo opción para vegetarianos.

Como somos cristianos no hubo baile, pero ni hizo falta porque lo sustituimos con algunos juegos en los que todos participaron y eso nos unió a todos un poco más; eso sí, mi ya esposo me sorprendió llevándome una serenata con todo y mariachi super romántico. Todos quedaron muy contentos. La boda terminó a las 11 de la noche ya que mi esposo manejaría hasta Tulum donde pasaríamos nuestra luna de miel.

Fue un día mágico y especial y si pudiera lo volvería a vivir otra vez. Sin duda el mejor regalo fue mi esposo que se encargó de todo para que yo no me estresara y fuera el mejor día de mi vida.

Así que chicas ánimo al final, si te casas con el hombre indicado todo lo demás saldrá a la perfección.