La boda de José Manuel y Sonia en Santiago Papasquiaro, Durango
Elegantes Invierno Vino 0 profesionales
J&S
22 Dic, 2018La crónica de nuestra boda
Por fin llegó el día que tanto esperábamos, cada minuto que pasaba fue sorprendente. Cuando mis padres me dieron la bendición fue un momento hermoso y especial, mis hermanos como siempre apoyándome en cada decisión que tomo y para mí eso importa mucho. Cuando llegué a la parroquia y ver a toda mi familia y amigos con una alegría que en su rostro decían lo felices que estaban.
Pero el mejor momento fue cuando caminé al altar y vi a mi esposo tan guapo que no lo creía. Me tomó de la mano y fue cuando supe que no era un sueño, que era mi boda echa realidad, ya no me hacía falta nada solo que el sacerdote Manuel nos diera la bendición; no les voy a mentir, teníamos muchos nervios, pero no nos importó y dijimos que sí. Nos aceptamos como esposos y juramos nunca separarnos, al salir nos llenaron de pétalos y muchísimo arroz.
Al llegar al salón donde se realizó la fiesta de recepción todos nos recibieron con aplausos, más pétalos y arroz, y nosotros felices, la sonrisa no se desapareció de nuestro rostro en toda la boda. Cenamos lo tradicional de las bodas, una riquísima barbacoa, arroz, frijoles y salsa que, por cierto, estaba muy deliciosa.
Seguir leyendo »Después de la cena comenzamos con el vals de los novios, de los papás y del billete que gracias a Dios fueron muchas las personas que bailaron con nosotros y nos pusieron muchos billetes. Después pasaron las viboritas de las damas y de los caballeros; al terminar los amigos de mi novio lo aventaron y a pesar de que era un día muy frio lo bañaron con cerveza y vino. Después comienzo el baile de los huaraches y al unirnos le vuelven a echar vino, pero como estábamos abrazados a mí también me tocó baño de vino.
Y comienza el baile, todos los familiares y amigos comenzaron a bailar y disfrutar del grupo, que amenizó la fiesta hasta las 3 de la mañana.
Esto es una pequeña descripción de la boda de mis sueños, crean que disfrutamos cada instante de la boda y valió la pena el estrés los días de trabajo y nervios que tuvimos durante el proceso de la organización de la boda.
Ahora soy la señora de Mijares y soy muy feliz.
Otras bodas en Durango
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario