La boda de José Luis y Yleana Nashelly en Apodaca, Nuevo León

Al regresar a mi casa tuve oportunidad de cambiarme y retocarme, bañarme nuevamente porque hacia demasiado calor ese día y la sesión había sido en locación, entonces imagínense, partimos a las 5:30 a la iglesia, la misa fue muy amena, aunque el sacerdote muy estricto y por momentos no se le entendía muy bien lo que decía, sin embargo, nos transmitió mensajes muy bonitos y emotivos.

El civil fue muy bonito, el juez lo hizo muy ameno y entretenido, me esperaba que fuera algo tedioso, pero no, para nada, excelente juez, demasiado dinámico y pasamos un rato muy agradable durante el civil, por cierto, llegó 15 minutos tarde, pero se reportó con nosotros para comentar el contratiempo, utilizamos ese tiempo para tomarnos fotos, ya que fuera de la iglesia no lo hicimos.

Ya en la recepción, antes de hacer la presentación, mi estilista me cambió el peinado y usé un vestido diferente, todo estuvo perfecto, salvo por varios muchísimos contratiempos, por andar a las prisas yo no los consideré y a mis papás se les olvidaron muchas cosas, la liga, la pala y cuchillo (el salón no prestaba), las copas, la caja para sobres, bueno un caos, pero sin importancia, porque tuve unos excelentes coordinadores y sacaron adelante todo, la verdad no me mortifiqué por nada, ellos estaban preparados para todos esos imprevistos, todo fluyo armónicamente, no nos estresamos para nada y aunque estuvimos hasta las 4 am se nos pasó demasiado rápido el tiempo, disfruten mucho porque se pasa en un abrir y cerrar de ojos.