La boda de Jorge y Claudia en Zapopan, Jalisco
De noche Otoño Morado 1 profesionales
J&C
13 Sep, 2014La crónica de nuestra boda
Eran las 6:00 en punto de la mañana, abri mis ojos y mirando al cielo dije: hoy es el día. Me levanté con una sonrisa y un brillo en los ojos diferente, con los nervios a flor de piel.
Bajé de mi cuarto para desayunar y conforme pasaban las horas mis hermanas y mis papás comenzaban con sus preparativos, mientras yo me salía con mi padre a escoger el que sería mi ramo de flores.
Llegando a casa ya había llegado la muchacha que nos arreglaría ( mamá, hermanas y abuelita) comenzaba a correr el tiempo, las prisas comenzaron con el olvido de los trajes de mis sobrinitos, pues mi hermana había dejado un traje en la tienda donde los compró y volando se fue por ellos ya se acercaba la hora.
Mientras arreglaban a mis hermanas, mamá y abuelita me llevé a mi sobrina y hermana menor a que las peinaran cerca de casa de mis papás, mientras esperaba mi turno pensaba que todo saliera bien, en cómo quedarían los arreglos que hicimos durante mucho tiempo y hasta los de un día antes, no dejaba de pensar que ya casi llegaba la hora.
Seguir leyendo »En un abrir y cerrar de ojos miré el reloj y ya era mi turno, las miradas en casa eran para mí, ya era tiempo de arreglarme para después partir a la iglesia.
Luego de una hora y media ya estaba casi lista, miré al espejo y dije: sólo falta mi vestido. Subí corriendo a mi cuarto por mi vestido y al momento de tomarlo, lo tomé con cuidado, lo miré y poco a poco fui poniéndomelo, después miré al espejo y con una sonrisa en mi rostro y un par de sentimientos encontrados sonreí, después salí de mi cuarto, mire a mi papá y me dijo: te ves hermosa hija.
Después de las palabras y miradas cruzadas con la familia llegó el auto por mi, camino a la iglesia me sentí como una reina, todo mundo miraba, volteaban y me sonreían; algunos me felicitaron, algunos otros silbaron y desearon lo mejor. Llegando a la iglesia me di cuenta que el novio no había llegado, y ¿cómo es que la novia llega primero? ¡No, verdad! Así que visto esto, dimos más vueltas cerca del templo para hacer un poco más de tiempo y después llegar.
Ya formados para entrar al altar con mi padre y mi madre que me entregaron juntos, exclamaba para mis adentros: este es uno de los momentos que más esperé en mi vida, que mis papás me entregaran en el altar.
La misa estuvo muy bonita llena de sorpresas muy gratas, uno de mis mejores momentos fue cuando un amigo muy cercano, comenzó a cantar la canción de "Aleluya", Dios no saben lo bonito que sentimos en ese momento, es una canción que me encanta, algunos invitados se conmovieron y al igual que mi esposo y yo se sorprendieron y deleitamos un momento agradable.
Terminando la ceremonia religiosa y de camino al banquete a mi padrino de anillos ( que era quien nos llevaba en el carro) se le ocurrió que los novios posaramos para unas fotos en La Minerva y los gritos, sonidos de claxon, felicitaciones y miradas no se dejaron escapar. Mientras hacíamos nuestra sesión fotográfica a lado de los jardines y la fuente todos observaban, y mi esposo y yo nos sentíamos más que felices.
Llegando a la recepción del lugar del evento (en Olimpo, salón de eventos). Los invitados ya estaban esperando nuestra llegada, al entrar pudimos ver como había quedado la decoración del lugar, el jardín se veía hermoso, iluminado junto con una alfombra roja, por la cual caminamos hasta nuestra mesa y a la par de una linda melodía nos dieron la bienvenida todos.
En seguida, nos adentramos al centro de la pista y con la canción de "I Have Nothing" de Whitney Houston, bailamos nuestro vals.
Más agradecida no podía estar, en ese momento estaba ya frente a quien era mi esposo, estaban mis padres, mi familia, amigos y amigas. La fiesta había quedado muy bonita y sin más la música empezó y todos disfrutamos del festejo de ese gran paso en nuestras vidas.
Entre las sorpresas que más nos gustaron fueron: El caballete de nuestras fotos en la sesión casual, los del grupo cantándonos la canción de “Volare”, el candy bar que nos prepararon, el pastel, el vídeo de recopilación de algunas de nuestras fotos cuando éramos novios, entre otros. Sin duda haber llegado al altar de la mano de mis padres y haberme unido a la persona que amo es algo de lo que estoy agradecida y feliz, de que el día de mi boda se haya realizado y un sueño hecho realidad.
Hoy por hoy tengo a mi esposo, a nuestra bebé que es la alegria de nuestros días y mi pequeña pero gran familia son las mejores bendiciones que he recibido a lo largo y corto de este tiempo y por lo cual estoy muy feliz.
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