La boda de Joaquín y Wendy en Tepotzotlán, Estado México

El padre nos llamó para comenzar, me vio mi esposo y me dijo que había quedado muy hermosa, la ceremonia fue muy bella, anillos, arras, lazo, los declaro marido y mujer, y puede besar a la novia. Todo el tiempo sonreí y me causaba gracia ver la cara de mi esposo, eran tantos sus nervios que él estaba serio, yo y todos sabíamos que era feliz, pero era increíble como yo me reía de los nervios y él lo contrario. Cuando salimos de la iglesia se relajó y cambió completamente su cara.

Decidí no preocuparme de las cosas que no salieran como las habíamos planeado, así que desde el comienzo disfruté todo, llegamos al salón y resultó que las mesas estaban mal enumeradas y la gente que queríamos más cerca estaba en otro lado, cambiamos a los que se pudieron y los demás así se quedaron, nos hicieron falta de llegar cerca de dos mesas, pero creo que estuvo quien tenía que estar y ya no me ocupe de eso. El jardín se veía hermoso, y aunque comenzó una ligera lluvia no me preocupé, les ofrecieron unas margaritas de tequila, con las que quedaron fascinados. Nos presentaron como esposos y después servimos la cena, la cual fue deliciosa. Hasta ahora a todos los que les he preguntado, les gustó y quedaron muy satisfechos. Hice mucho hincapié en las porciones, he ido a otros eventos y te sirven porciones miserables y si algo te gustó se disculpan de no darte más al decirte que esa es la porción, así que pedí que eso no pasara.

Terminó la cena, pasamos al baile de esposos y estaba preocupada ya que íbamos a bailar un vals y después una salsa para abrir pista, pero Joaquín no sabe bailar y aunque intentamos tomar clases y el tiempo nos comió, bueno, quedé sorprendida. Aún con sus movimientos más lentos, bailó conmigo y no se notaba su falta de práctica, fue increíble, no nos veíamos profesionales, pero fue hermoso.El conjunto estuvo genial toda, pero en verdad toda la gente bailaba y las batucadas hacían que se llenara la pista hasta reventar. Joaquín no suele bailar mucho y ese día no paró, bailó todo y de todo, se veía muy feliz y ya relajado. En la liga incluso me bailó, yo estaba emocionada y feliz, hubo un cabezote de Luis Miguel y la máscara, zanqueros y un robot que prendían la pista y te hacían bailar. Repartimos las cosas que compramos y que nos obsequiaron que fueron vasos para los caballeros, pantuflas para las chicas, unos arbolitos que tenían el padre nuestro y a nuestros padrinos les dimos por familia un kit de spa, con una esponjita, cepillo, entre otras cositas.

El video de semblanza fue hermoso, muchos momentos de nuestro día a día. Cuando me pidió matrimonio con la ayuda de sus hijos y mis hijos, y las bellas palabras de sus hijos que desafortunadamente se fueron a vivir a Carolina del Norte y en el momento de decirle algo a nuestros invitados, yo fui breve y agradecí a los que nos acompañaron y él igual pero terminó diciendo que era una fiesta en honor a su esposa y para ella, la verdad es que me complació dentro de nuestras posibilidades, en todo lo que quise.

Sirvieron la torna boda que fueron unos deliciosos chilaquiles que hizo mi bella madre, el pastel estuvo delicioso, y ni hablar de la mesa de dulces que se veía hermosa y que rellenaron como tres veces a pesar de que todos se paraban e iban por algo, hasta los del conjunto se acercaron por sus donitas. Las cosas estuvieron mejor de lo que me imaginé, siempre de la mano de mi capitán de meseros que nos llevó paso a paso en la realización del evento y atento de lo que necesitábamos en todo momento, fue un día increíble del que doy gracias a Dios.