La boda de Jesus Ortiz y Alejandra Benavidez en Monterrey, Nuevo León

Llegué y yo aún no llegaba, así que me pudieron "guardar" en un camerino o no sé cómo les digan que el encuentro fuera real. Entonces llegó él y pudimos hacer el encuentro, me puse un poquito nerviosa, pero me tranquilicé porque quería salir bien en las fotos. Así que entré, volteó, nos vimos, quería llorar y él también, pero le dije que no porque me dolía la cantidad de dinero que había pagado de maquillaje y ya nos tomaron las fotos.

De ahí nos fuimos camino a la Iglesia, pero moríamos de hambre y llegamos a un Carls Jr, y nos paramos cerca de la iglesia ya que faltaba como una hora para que fuera la misa.

Se dieron las 5:40 y nos fuimos a la Iglesia, ya había mucha gente afuera esperando a que llegáramos, pero aún estaba la boda anterior, por lo que nos quedamos un tiempo esperando a que salieran. Se dio la hora y me bajaron del carro, subí las escaleras y casi me caía, me puse en la fila para entrar. Y comenzó todo. Iba lo más tranquila que pude hasta que mi mamá me dijo que ya estaba nerviosa y me dieron unos nervios bien extremos y ya entramos y pues nos casamos. La verdad es que no fue nada difícil para mí decir mis votos, solo me puse nerviosa cuando le puse el anillo, de repente pensé que no me saldrían las palabras, pero lo logré. Así que bueno, salimos sin pararnos porque no había tiempo y literal salimos a subirnos al carro y nos fuimos al salón.

Ya en el salón nos metieron al camerino en lo que comenzaba el civil. Nos pasaron al salón del civil, y nos casamos.

De ahí nos volvieron a meter en el camerino en lo que comenzaba la fiesta, fueron mis amigas platicamos y todo bien. Y luego ahora sí la fiesta.

Entramos, bailamos el vals, batallé mucho con la cola de mi vestido. después bailé el vals con mi papá y después el bailó con su mamá. De ahí comenzó la fiesta.

Se cayó mi tía, no comí nada de la mesa de postres, todo se lo acabaron, creo que casi ni me tomé fotos con nadie, solo con los celulares, pero no importa, me la pasé bien padre, sin ninguna preocupación, que bueno que contraté coordinación. ¡Mi vestido sucio, pero bien así que todo estuvo más que perfecto!